La competencia, en trance de desaparecer en Alemania

Cada dos años debe presentar su informe la «Comisión Antimonopolio», creada en 1973 en la República Federal de Alemania. La misión de esta comisión independiente, o sea, no ligada a la administración pública, consiste en analizar la situación competitiva de la economía alemana.

Pues bien, la Comisión Antimonopolio ha presentado su primer informe amplio, que en líneas generales, dibuja un panorama hasta sombrío de la economía germana. Los cinco expertos, que componen la comisión, han centrado su análisis situacional en los siguientes puntos: 1) El proceso de concentración, 2) La situación en el mercado energético y 3) La política de participaciones de los bancos. En lo que concierne al primer punto, la comisión llega a la conclusión de que el control de las fusiones no ha sido capaz de detener el proceso de concentración en la economía. De ahí que los expertos recomienden la adopción de medidas más enérgicas para impedir la continuación de esta evolución. En lo que concierne al mercado energético, la comisión sustenta la tesis de que se trata de un verdadero ejemplo de falta de competencia. Unicamente en el terreno del aceite mineral y sus derivados subsiste algo parecido a la competencia. En opinión de los expertos, la única posibilidad de salvar algo del principio de la libre competencia consistiría en intensificar la oferta de determinados tipos de energía. Ahora bien, en el caso de que ello no fuese posible, y ello parece más que probable, todo el sector energético «debería someterse a control estatal», un control que vigile la política de precios e inversiones de las empresas privadas.El punto álgido del informe es el que se ocupa de la política de los bancos alemanes, que según la Comisión son los principales responsables de la seria situación competitiva en la República Federal. A los bancos debería prohibírseles la adquisición de acciones (participaciones) en empresas no bancarias si estas rebasasen el 5 por 100 del capital. La comisión no recomienda el desmembramiento aunque si la prohibición de fusiones sucesivas en vista del hecho de que muy pocos bancos controlan ya más del 60 por 100 de la industria alemana, situación que ha puesto en grave peligro la competencia. No puede sorprender que el informe de la comisión haya sido acogida con ciertas reservas por el Ministerio Federal de Economía y por su titular, Hans Friderichs, una de las estrellas de los liberales en el Gabinete de Helmut Schmidt. Los expertos en materia de monopolios, han recomendado al sector público la adopción de medidas más enérgicas o dirigistas para impedir la continuación de un proceso monopolizador, contrario a los principios de la economía de mercados sociales. Con todo esto, un tema eminentemente económico y comprensible en detalle, sólo para expertos en la materia, ha alcanzado dimensiones ideológico-políticas, inoportunas hasta cierto punto, en vísperas de elecciones generales.