La derecha portuguesa se reúne en congreso
Termina hoy el II Congreso del Centro Democrático Social (CDS), el tercero de los partidos portugueses por el número de diputados presentes en la Asamblea, y también el situado más a la derecha. Son 42 los diputados «centristas» en la Asamblea. Su presidente, Diogo Freitas do Amaral fue profesor ayudante de Marcelo Caetano en la Facultad de Derecho.Este Congreso, que contrasta con el celebrado en Oporto en enero de 1975, y que terminó con el «secuestro forzado» de los congresistas e invitados, que fueron impedidos de abandonar el local, se desarrolló en pleno centro de Lisboa, y sin gran aparato de seguridad. Están lejos ya los meses en que el CDS, tenía «prohibida» la entrada en Lisboa, cuando sus «comicios» tenían que ser protegidos por tanques. Freitas do Amaral ha declarado que su partido «pretende implantarse más fuertemente en los medios sindicales de las empresas, en las comisiones de trabajadores, en las comisiones de vecinos y de un modo general, en todas las organizaciones populares de base».
Hace un año, una declaración semejante hubiera sido calificada de surrealista, pero en esto, como en todo, lo que Freitas de Amaral pretende es «robar terreno» al Partido Popular Democrático. Para los dirigentes del Centro Democrático Social, no hay terreno para dos partidos a la derecha de los socialistas, con ellos basta.
El presidente del CDS justifica su «ofensiva hacia los trabajadores» diciendo que «los partidos de derecha acostumbran desinteresarse de este género de acción política, dejando el terreno libre a los partidos de izquierdas, como si fuese de ellos el monopolio en la aceptación popular y de la representación de los trabajadores».
Después, puntualizó que su partido «no es de derechas» pero «tampoco se transformará en un partido de izquierdas». Se trata de un partido basado «en el personalismo cristiano y por un compromiso popular y europeo», como reza el lema de este Congreso. Es dudoso que el Centro Democrático Social consiga una implantación en la clase obrera portuguesa, pero en todo caso, la ambición de este partido, candidato a «gobierno, pero de momento en la oposición», es ser «el mayor partido portugués». Invitados extranjeros, pocos; quizás se acuerden de la «negra noche» en enero de 1975, en Oporto. Entre ellos un español, el señor Achucarro del «Frente Democrático Español».
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