Las vías de circulación prioritaria aumentan el peligro

La puesta en marcha de la primera vía de circulación prioritaria en Madrid, Bravo Murillo, ha representado un aumento en el índice de velocidad media de la calle de un 30 por 100 en comparación con las cifras obtenidas en julio del pasado año, según informaba el delegado de Circulación del Ayuntamiento en una reciente rueda de prensa, pero por contra, y en estimación de la Asociación de Vecinos de Cuatro Caminos-Tetuán, ha supuesto que el índice de peligrosidad de la mencionada vía, para los peatones, crezca en la misma proporción.Esta asociación envió ayer una carta al alcalde de Madrid, Juan de Arespacochaga, en la que se expone el sentimiento generalizado de los vecinos respecto a este problema. «Al suprimirse el espacio antes dedicado a aparcamiento y destinarlo a carril para autobuses y taxis, vemos la preocupación del Ayuntamiento por mejorar el grave problema de tráfico que tradicionalmente se creaba en esta calle, pero pedimos que se establezcan medidas de seguridad encaminadas a proteger a los peatones, especialmente a los niños, de los riesgos que entraña una calle de estas características».

Propuestas al Ayuntamiento

La asociación propone al Ayuntamiento, especialmente a su delegación de Circulación que, al igual que ocurre en otras vías con intenso tráfico rodado, se proteja a los peatones con medidas tales como colocación de barandillas que separen la acera de la calzada, jardineras al estilo Gran Via y que, aparte de esto, se vigile más el cumplimiento de las señales de los semáforos. «Caso de que fuera necesario se podría pensar en la posibilidad de instalar pasos elevados para peatones.La situación planteada por la Asociación de Vecinos de Cuatro Caminos-Tetuán, caso de ser tenida en cuenta en las esferas municipales, puede suponer un precedente a considerar en las 25 calles que, con carácter inmediato, entrarán en funcionamiento como vía de circulación prioritaria. Al parecer se han producido ya un par de accidentes en Bravo Murillo debido a la velocidad superior a que circulan los coches y autobuses de una parte, y a la falta de hábito que los vecinos de esta calle tienen para con este tipo de vías.

El plan municipal de adecuación de calles al módulo de vías de circulación prioritaria, en opinión de los vecinos, no debería simplemente dedicarse a repintar la calzada, establecer un sistema de señales de prohibición de aparcamiento, sino a estudiar el trasfondo que comporta establecer un sistema de estas características. Aunque la delegación de Circulación ha tenido en cuenta algunos de estos detalles, quizás la señalización no sea la más adecuada y el estudio del equipamiento adjunto haya olvidado plantear un mayor número de pasos para peatones que se ven amenazados por ese incremento en la velocidad media de circulación. A este respecto habría que estudiar las consecuencias que pudiera acarrear la puesta en marcha como vía prioritaria del eje Este-Oeste, desde Moncloa a Ventas por el corazón comercial de Madrid.