Aumenta la inflación
La economía italiana ha entrado después de las elecciones parlamentarias en una fase de vacío político, cuyos efectos son más bien negativos. Por un lado, una vez disipado el peligro de un Gobierno de frente popular, la cotización de la lira se ha estabilizado, aunque su fortalecimiento haya sido muy leve, pero por otro, el resultado de las elecciones no permite la formación rápida de un Gabinete, mientras tanto los síntomas de una fuerte crisis económica para el otoño aumentan sin cesar.En la producción industrial se aprecia un crecimiento del 6 por 100 en los cuatro primeros meses del año respecto al mismo período de 1975. Pero hay que tener en cuenta que estos valores son producto de una comparación con unos meses que atravesaban el punto álgido de la recesión, lo cual significa que sólo se puede hablar de una recuperación parcial dentro de una situación de paro laboral. A ello se añade que este aumento de la producción va acompañado de un aumento masivo de la inflación. El coste de vida se elevó en el período de abril de 1975 a abril de 1976 en un 17 por 100, y la tendencia es a un aumento vertical que en el sector de los bienes de consumo ya se eleva a un índice anual del 25 por 100.
En los primeros meses del año, el descenso de la cotización de la lira ha estimulado la exportación, pero por otro lado ya empiezan a sentirse los efectos negativos que tal fenómeno tiene sobre las importaciones. Al aumento de precio de los artículos de importación provocado por la depreciación de la lira, hay que añadir el hecho de que e aumento de la producción aumenta las necesidades de importación de la industria.
En cualquier caso, el déficit de la balanza de pagos ascendía a finales de abril de 1976 a más de 2.000 billones de liras, más del triple del déficit alcanzado en el mismo período de 1975.
