Estados Unidos presiona bajo la amenaza de retirada

El presidente Ford cree que si Canadá lleva hasta el final su decisión de excluir a Taiwan de los Juegos Olímpicos de Montreal, podría acarrear mayores dificultades cuando la Unión Soviética organice, en 1980, los Juegos de Moscú, manifestó ayer el jefe de prensa de la Casa Blanca, Ron Nessen.«Es importante que se recuerde que los Juegos de 1980 se disputarán en Moscú. El presidente estima que debemos calcular lo que la exclusión de Taiwan en los de Canadá pueden significar en esa fecha», añadió, Nessen.

El jefe de prensa de la Casa Blanca añadió que el Comité Olímipico estadounidense no tiene vinculación alguna con el Gobierno y que, por tanto, el presidente Ford no podría ordenar al equipo norteamericano que no participara en estos Juegos de Montreal.

No obstante, en Montreal, y según fuentes allegadas a la delegación norteamericana, los Estados Unidos amenazaron de nuevo con la retirada si Taiwan no participaba. Tras el fracaso de su intervención personal acerca del COI en favor de Taiwan, el presidente del Comité Olímpico norteamericano, Philip Krumm, manifestó en privado la posibilidad di retirarse, posibilidad ya apuntada días atrás.

Los dos miembros americanos del COI, Douglas Roby y Julian Roosevelt, son contrarios a la solución de compromiso que ofreció a los representantes de Taiwan de desfilar bajo la bandera olímpica. «Son partidarios de la anulación, pura y simple, de los Juegos», manifestó un miembro del COI.

Acerca de la posibilidad de que en 1980, en Moscú, se vuelvan a plantear problemas similares a los que se han puesto de manifiesto en Montreal y Ottawa, el presidente del Comité Olímpico de la Unión Soviética aseguró hace unos días que en los Juegos que este organismo organice se respetarán escrupulosamente los reglamentos del Comité Olímpico Internacional.

Lord Killanin, convoca a la comisión ejecutiva del COI

Lord Killanin decidió ayer en Montreal convocar a la comisión ejecutiva del Comité Olímpico Internacional. La anormalidad de esta convocatoria supone que cuando concluya se ofrecerá algún comunicado importante.

A falta de dos días para la celebración de la ceremonia de apertura de los Juegos, cuando los atletas han terminado su preparación y los periodistas afluyen al centro de prensa para preparar sus avances informativos, una enorme confusión reina en el seno del COI como consecuencia del «caso Taiwan». El martes se creyó alcanzar una solución de compromiso: Taiwan participaría en los Juegos con los colores de la bandera olímpica. Pero ayer por la mañana se produjo un espectacular giro en los acontecimientos: Taiwan rehusó esta fórmula, al tiempo que mantenía sus exigencias de desfilar con el nombre de República China y bajo su bandera. Poco después, los dos representantes norteamericanos en el COI solicitaron la anulación de los Juegos si Taiwan no participaba; al tiempo amenazaron con la retirada de su delegación.

Taiwan considera absurda la alternativa del COI

Taiwan decidió ayer retirarse de los Juegos. En un comunicado oficial, el Comité Olímpico de Taiwan declara «absurda» la decisión del COI, según la cual sus deportistas debían participar bajo la bandera olímpica en lugar de la propia.

«Ningún país ha participado en los Juegos sin llevar su bandera nacional», indica el comunicado, que añade: «La decisión del COI significa una capitulación ante las exigencias de Canadá y muestra una discriminación flagrante frente a la República de China.»

Los juegos favorecerán la creación de un partido de trabajadores

La celebración d e los Juegos Olímpicos en Montreal puede favorecer la creación de un partido de trabajadores, de carácter anticapitalista, en Canadá. Esta es la idea que se desprende de una información recogida en el último número de La Voz Social. El presidente de la Confederación de Sindicatos Nacionales del Canadá, Marcel Pepin, cree que tal partido político podría aparecer antes de un año.

Marcel Pepin recordó en el discurso de apertura del congreso de la CSN que los Juegos costarán cerca de mil quinientos millones de dólares y que la ciudad de Montreal deberá pagar doscientos, de un déficit calculado en mil millones. En su opinión, el clima social se ha endurecido considerablemente en Quebec, lo que ha hecho que ninguno de los actuales partidos políticos sea plenamente satisfactorio para los trabajadores.