Mario Soares, sin problemas para formar Gobierno
El secretario general del Partido Socialista Portugués, Mario Soares, indicó ayer que «no hay dificultades ni tensiones en el Partido Socialista, ni problemas en relación a la composición del futuro Gobierno».Soares hizo esta declaración a la entrada de la reunión de la Comisión Directiva de su partido, que discutió el Programa Político del Gobierno y su composición. La reunión estuvo dedicada también a examinar la situación de los líderes del partido, después de la formación del Gobierno, ya que una gran parte de ellos pertenecerá al elenco gubernamental. En este sentido, se cree que Salgado Zenha, considerado como el número dos del PS (y que actualmente ejerce la cartera de Hacienda), será encargado de la Secretaría General interina y también de las funciones de líder del grupo parlamentario.
A pesar de que Soares se niega a comentar la composición de su Gobierno, porque todavía no ha sido nombrado oficialmente primer ministro todo indica que éste está ya casi completo.
Los nombres que más suenan para las distintas carteras son los siguientes: Víctor Cunha Rego, para secretario de Estado adjunto para la Presidencia del Consejo de Ministros, aunque también se habla de él como vicepresidente. El profesor Henrique de Barros, presidente de la disuelta Asamblea Constituyente, puede ser también vicepresidente, así como el también profesor Vitorino Magalhaes Godinho.
En «Administración Interna» (interior) se cree que será encargado un militar: Costa Bras o Almeida Costa, su actual titular. En la cartera de Justicia parece seguro el actual ministro de «comunicación social», Almeida Santos, que a pesar de no ser socialista perteneció a todos los Gabinetes, excepto al quinto, en el que tampoco estuvieron los partidarios de Soares.
Parece que Lopes Cardoso continuará en Agricultura, mientras que se cree que Antonio Sousa Gomes será el ministro de Coordinación Económica. En este puesto vital también puede ir Vasco Vieira de Almeida, que ya lo fue en el primer Gobierno provisional.
En Asuntos Exteriores el problema no parece haber sido resuelto aún. Por un lado se cree que Soares será el titular, siendo Medeiros Ferreira el secretario de Estado y ministro de hecho. Por otro, hay quien indica que Ferreira será el titular. El teniente coronel Firmino Miguel, uno de los hombres de confianza del general Eanes, será ministro de Defensa, cargo que ya desempeñó durante el I y Il Gobierno provisional.
En los Ministerios de Comercio y Trabajo, todo indica que serán ministros Antonio Barreto y Marcelo Curto, aunque la posición de este último no parece muy segura.
Uno de los probIemas más importantes parece ser el de encontrar un titular para la cartera de Educación. Varios parecen ser los candidatos. Tres profesores: Vitorino Magalhaes Godinho, Mari de Lourdes Belchior y Lourdes Pintassilgo. Coimbra Martins, embajador en París, es otro candidato con posibilidades. Finalmente en Planificación estará Víctor Constancio; en Industria, Walter Rosa y en Cultura, David Mourao Ferreira.
El profesor Jorge Campinos, que fue ministro de Comercio Exterior, parece que será encargado del próximo congreso del partido, pero también se especula con la posibilidad de que sea ministro de nuevo.
La composición ideológica, pues, del Gobierno, será «socialista». Algunos militares, pocos, participarán «a título individual» y algunos técnicos independientes estarán también en el palacio de Sao Bento.
Portugal importará de Europa el máximo de energía posible, según una declaración de la Secretaría de Estado de Energía y Minas que se hizo pública ayer en Lisboa y que recoge la agencia Efe.
Las medidas restrictivas de energía son cada vez más criticadas por sectores de la izquierda y la derecha. Oficialmente, la causa básica de la crisis energética reside en la prolongada sequía, de graves consecuencias en un país cuyos recursos son básicamente hidroeléctricos. Sin embargo, hay acusaciones de que el problema, de creciente gravedad y con complicaciones en cadena, empeoró en los «dos años de indecisión».
Ayer se informó que la situación de las minas de carbón de Pajao era crítica, algo que es grave considerando que su producción abastece la central térmica de Outeiro, que contribuye con el 5 por 100 a la producción nacional de electricidad.
La falta de energía complica las perspectivas del nuevo Gobierno que podría encontrarse con graves resistencias populares a las recetas de austeridad económica.
En la noche del jueves al viernes tuvo lugar en Lisboa una nutrida manifestación que, integrada en principio por estudiantes, registró la unión de muchos trabajadores del cinturón industrial de la capital portuguesa.
Esta manifestación fue originada por el procesamiento de un estudiante de Coimbra, Fausto Cruz, que fue detenido hace meses por estar en posesión de una navaja cuando protestaba por la concentración del Partido CDS, de centro derecha.
Más allá del motivo inmediato, por el cariz que tomó la manifestación de Lisboa, puede ser esta una muestra de lo fácil que serían en un futuro próximo las movilizaciones contra el sufrimiento que para el pueblo supondría una política de «recuperación económica».
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.