Carter no tiene contrincantes serios en las filas demócratas

Probablemente, sólo serán tres los aspirantes a la nominación demócrata que presenten su candidatura, para enfrentarse a Jimmy Carter, en la Convención Nacional del partido, que se inicia el lunes en Nueva York. Ninguno de ellos, sin embargo, representa un peligro para el ex gobernador de Georgia, que cuenta, aparentemente, con los suficientes votos para ser investido oficialmente candidato a la Presidencia.

El gobernador de California, Edmund Brown, y el representante por Arizona, Morris Udall, quienes ya fueron batidos ampliamente por Carter en las elecciones primarias, presentarán su candidatura en la Convención, según afirmaron fuentes cercanas al Comité Demócrata. El tercer oponente de Carter sería Ellen Mac Cormack, conocida por su campaña antiaborto, que tendría todavía menos oportunidades de hacer frente al virtual candidato. Continuando sus consultas para elegir compañero en la carrera hacía la Casa Blanca, Carter se entrevistó el pasado jueves con los senadores Walter Mondale, y John Glenn, cuyos nombres se barajaron en las últimas semanas como posibles candidatos a vicepresidente. Anteriormente, Carter se había entrevistado con el senador Muskie, y en los próximos días se reunirá con Jackson y Peter Rodino.

Church, favorito para la vicepresidencia

Un nuevo sondeo de opinión entre los delegados demócratas señala como favorito para candidato a la vicepresidencia al senador Church, conocido por sus intervenciones en los Comités del Senado. El número de compromisarios que le apoyan no llega al 20 por 100. Church criticó duramente a Jimmy Carter en los primeros días de la campaña electoral, cuando el casi desconocido ex gobernador sureño inició su meteórica carrera hacia la nominación demócrata. Preguntado sobre si incluiría a Church en su «ticket» electoral, Carter respondió que conocía muy poco al senador, al que sólo vio dos veces, y que le causó una «muy satisfactoria» impresión.Este fin de semana, Jimmy Carter se entrevistará con un grupo de mujeres demócratas para discutir el papel de la mujer en el partido y tratar de conseguir el apoyo femenino. Las feministas más radicales anunciaron su intención de exigir a Carter, a cambio de sus votos, que las mujeres estén representadas en todas las organizaciones del partido en el futuro.