Acto socialista en Valencia
En el número de EL PAÍS correspondiente al pasado sábado 3 de julio, se publicó bajo el título «Acto socialista en Valencia», la crónica del mitin en el que intervinimos Joan Garcés (del Partido Socialista del País Valenciano), Joan Raventós (del Partido Socialista de Cataluña) y Alejandro Rojas-Marcos (de Alianza Socialista de Andalucía).Quisiera matizar la referencia que se da sobre mi intervención en lo que respecta a las relaciones de Alianza con Coordinación Democrática. En cuanto a Coordinación Democrática a nivel del Estado, Alianza no tiene reserva alguna. Ya, en su día, dio todo su apoyo a la constitución de este organismo unitario, expresado muy concretamente a través del voto del militante de Alianza que era miembro de la Comisión Permanente de la Junta Democrática de España, negociadora del acuerdo con la Plataforma de Convergencia Democrática.
En cuanto a Coordinación Democrática de Andalucía, Alianza Socialista de Andalucia no quiso crear obstáculos para su constitución; por eso votó a favor de la disolución de la Junta Democrática de Andalucía, que desapareció junto con la Plataforma de Convergencia Democrática de Andalucía, en beneficio del nuevo organismo que las sustituía.
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Pero, no obstante, Alianza no firmó la constitución de Coordinación Democrática de Andalucía, por considerar que no se constituye como organismo autónomo, es decir con personalidad propia, ya que, por exigencias del PSOE, aceptadas de más o menos buena gana por los demás partidos, tiene como claúsula constitucional e incondicional la asunción literal de los «acuerdos de Madrid», en lo que refiere a documento político, estructura, funcionamiento y nombre de Coordinación Democrática del Estado Español. Lo que no ha ocurrido en otras regiones o nacionalidades como Aragón, Asturias, Canarias, Cataluña, Galicia, Islas Baleares, País Valenciano y País Vasco. Y esto mantiene a Andalucía -esta vez por culpa de la oposición- entre las regiones de segunda, a las que no se les reconoce el derecho a diferenciarse de Madrid.
Tiene que comprenderse que la primera y única organización política de dependencia exclusivamente andaluza, que es Alianza, no pueda firmar la constitución de Coordinación Democrática de Andalucía en estas condiciones pues ello hubiera supuesto tanto como aceptar el mandato, la consigna, de Madrid de los partidos centralistas, que es tanto como poner en cuestión su propia razón de ser.
¡Andalucía libre!, sí, pero ello será posible por la voluntad del pueblo andaluz.
