No se produjo la esperada reacción
Con impresionante indiferencia ha acogido inicialmente la Bolsa al nuevo Gobierno. Si ha habido una pequeña reacción ha sido, precisamente, en sentido negativo, lo cual puede ser significativo de la poca confianza que, en principio -insistimos- ha suscitado. Y no se diga que no se conocían los currículums, porque en los medios bolsísticos que deciden, no en el alejado ahorrador de provincias, sí se conocían, al menos, las pertenencias de grupo Buena prueba ha sido la subida de Banesto, a contrapelo de los demás títulos bancarios e, incluso, general, ya que sólo alzaron 20 valores sobre los 125 cotizados en renta variable.A pesar de la discreta actuación del Banco de España, demostrada por ejemplo en la resistencia de las Eléctricas y en Campsa, prácticamente no ha subido ningún departamento y, ni siquiera los títulos punteros. Desde Dragados y Vallehermoso, pasando por Hornos, Tubacex, y Olarra, sin olvidar a Petróleos y Explosivos, todos cotizaron negativamente y, sobre todo, como decíamos al principio, con una gran indiferencia de los operadores. Baste decir, que los diez minutos que tiene cada corro, sobraron nueve en muchos de ellos.
No debemos olvidar otros dos factores que casi están pesando más que los cambios políticos, y es el peso de las ampliaciones y la apatía típica de la época canicular en la que estamos. Si a ello unimos el muy difícil panorama económico general, tampoco es de extrañar esta falta de reacción ante un Gobierno que él mismo se sabe transitorio.
Empezó la ampliación de Made de 1 x 7, liberada en un 30 por 100; cedió el cupón, el dividendo y 6 enteros.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.