_
_
_
_

"Todo el pueblo nos ha felicitado"

Azuqueca de Henares renunció ayer a la siesta. Las noticias que al mediodía lanzó la radio pusieron en tensión a todos los paisanos de José Luis Viejo. Al fin, se produjo un triunfo sonado e, inmediatamente, la población se puso en movimiento. La cohetería puso el primer tono festivo. Los locales públicos se abarrotaron de gente y la plaza se llenó hasta los topes.Cuando a media tarde un redactor de EL PAIS se puso en contacto con los miembros de la peña de José Luis Viejo, todavía se pensaba en el modo de animar más la fiesta: Llevábamos una larga temporada un poco descorazonados porque estábamos acostumbrados a los éxitos. En el campo amateur nos llenó de satisfacciones y, por fin ha recuperado su tono».

Más información
Viejo sacó veintitrés minutos de ventaja al pelotón

El suegro del ciclista descolgó el teléfono cuando llamamos y sus palabras rebosaron satisfacción: «El pueblo está todo en la calle. Hay una fiesta de miedo. Por teléfono nos prometió un triunfo y ha cumplido con su palabra».

Elena Simón, la esposa del ganador, estuvo toda la tarde grabando en cinta magnetofónica las noticias del Tour. Su alegría era fácil de adivinar: «El esperaba ganar alguna etapa, pero el promedio que ha conseguido y la diferencia que ha obtenido no podíamos imaginarlo nadie. El teléfono no cesa de sonar. Prácticamente todo el pueblo nos ha felicitado».

En Azuqueca esperan ahora una nueva hazaña. pero de cualquier manera, el homenaje, para cuando vuelva, ya lo tiene asegurado en el Tour. Ya en ese momento, a sólo 41 kilómetros de la meta, en Manosque, la victoria en la etapa, con más o menos. diferencia, parecía asegurada. Viejo ya había pasado el segundo control de avituallamiento y se le veía con fuerzas sobradas. Le pasamos y dejamos que nos pasara hasta cinco veces. En la última, a nuestras palabras de ánimo, contestó con un sintomático guiño.

A 38 kilómetros de la llegada atacó Karsten en una oportunidad favorable; a 10 kilómetros de ella llegó a tener 2' 55" de ventaja. Fueron suficientes para que en las dos subidas finales, una de ellas de tercera categoría como las dos anteriores, mantuviera 12 segundos, que fue con los que superó al primer pelotón en la línea final. En ella, de nuevo los hombres de cabeza se destacaban unos segundos; en ese grupo sólo pudieron entrar Martins y Galdos. Torres, que ya debe estar cansado de esperar a Ocaña, razón por la que anteayer volvió a perder tiempo, cedió sólo 9 segundos, mientras López Carril, Lasa, Pesarrodona y Menéndez, 13. Y Ocaña, ¡cómo no!, 31. En el primer paso por meta le vimos antepenúltimo de todo el paquete. Indudablemente no levanta cabeza y los rumores de su posible abandono volverán con toda seguridad en cuanto pase la jornada de descanso en Port Barcares. Los Pirineos pueden ser su tumba final.

Esperemos que la victoria de Viejo sea un revulsivo total. Y decimos total porque el giro tiene que ser de 180 grados con respecto a la actuación anterior.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_