Conclusiones tras la Olimpiada de la Zona Norte
Nueve asociaciones y clubs juveniles de la Zona Norte han hecho público un comunicado al término de la olimpiada del barrio. En este comunicado se pone de manifiesto la capacidad de iniciativa de los jóvenes que fueron capaces de movilizar a mil personas en las diferentes manifestaciones deportivas.«Además, se pone de manifiesto la insuficiencia de los planes de promoción deportiva por parte de la Delegación Nacional de Educación Física y Deportes y su correspondiente Delegación Provincial. Esta olimpiada nunca hubiera podido celebrarse si hubiéramos esperado su realización por parte de estos organismos.»
Los clubs organizadores denuncian a continuación el déficit de centros deportivos en la zona. Existen dos, uno fuera de uso y el otro con insuficiente dotación de material. Los jóvenes inculpan por igual al Ayuntamiento y a la DND.
«Las entidades organizadoras consideramos el deporte como una parte integrante en la formación total de la juventud y lamentamos que en nuestro país sea utilizado para embobarnos con las semifiguras que salen cada año antes que para despertar las ansias por practicarlo. Estas deficiencias son parte del problema que, a nivel global, padecemos los jóvenes en este país, con una marginación total. Cuando se nos ayuda se hace de forma paternalista y no se piensa en que este es nuestro derecho. La Delegación Nacional de la Juventud ha esgrimido siempre su falta de presupuesto para negarse a atender nuestras solicitudes, pero sin embargo ayuda económicamente a algunos clubs de la zona. Esta discriminación hay que comprenderla desde el punto en que un organismo con ideología determinada se arrogue la representación de todos los jóvenes y canalice el dinero que a ellos va destinado.»
Finalmente, se apuntan como condiciones para solucionar la situación el establecimiento de un Ayuntamiento democrático con representantes elegidos por los vecinos, organismos deportivos capaces económicamente y con información pública sobre su gestión y el destino de los fondos que recibe, derecho al voto a los dieciocho años y «que la Delegación Nacional de la Juventud deje de arrogarse la representación de la juventud española y sean ellos los que decidan el organismo que ha de representarles, independiente de cualquier grupo político».
