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La impresionante pedalada de Kuiper

Peter Post estaba lógicamente contento con el triunfo de su pupilo Kuiper. Nos confesó que tenía previsto el ataque cerca de la llegada para aguarle la fiesta a Maertens. El rubio Hennie, desde luego, es especialista en escapadas así y si luce en la actualidad el maillot arco iris de campeón del mundo, es precisamente por eso.Su pedalada y ritmo en solitario para los últimos, kilómetros de etapa son impresionantes. Como no quería perder la oportunidad de vencer tras su esfuerzo, dejó a Loder antes del sprint decisivo. Cuando le preguntamos a su director si puede ganar el Tour, hizo un gesto expresivo entre interrogante y optimista. Su mayor enemigo, según él, será Van Impe. Más aún que Thevenet. Ocaña, en cambio, no tiene nada que hacer.

El Tour es muy especial. No van comisarios en los coches de equipo, pero los que están en carrera, entre ellos el español Oria y Roger Halna, asiduo asistente a la Vuelta a España, no se quedan cortos a la hora de multar.

En Bélgica se notó hoy otra vez que hay más afición al ciclismo todavía que en Francia. De entrada, nada más pasar la frontera, se unieron una cantidad de coches impresionante, pero además es que la cantidad de gente a ambos lados del recorrido era enorme. Sobre todo, faltaría más, en el pueblo, de Van Impe y en la llegada a Bornem.

Novedad, porque es obligatorio en territorio belga, fue que los corredores se pusieron casco antes de pasar la frontera. Con el calor reinante no fue plato de gusto naturalmente.

La popularidad de Poulidor -Poupou, como le llaman-, es terrible. Hasta vimos pancartas animándole en Bélgica. Todavía en Francia una de ellas era bien expresiva: «no hay petróleo en Francia, pero tenemos a Poupou para demarrar».

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