La Hermandad Nacional reunirá 9.000 agricultores en el Palacio de los Deportes

Cada vez se hace más necesaria una acción conjunta entre los órganos representativos de la Administración y los agricultores con objeto de alcanzar, anualmente, un pacto entre ambos, de cara a la política de precios, para que los agricultores pueden conocer los beneficios de sus campañas con anterioridad, según ha manifestado el presidente de la Hermandad Nacional de Labradores y Ganaderos, Luis Mombiedro, en rueda de prensa convocada para anunciar la Asamblea Nacional de presidentes de Hermandades que se celebrará el 3 de julio en el Palacio de los Deportes de Madrid y a la que asistirán cerca de 9.000 representantes del campo español.La Asamblea, inicialmente convocada para presionar sobre las Cortes, a la hora de fijar la dotación que el Gobierno debía destinar al campo, se convierte, por razones de tiempo, en una convocatoria en la que se fijarán las líneas de actuación y los objetivos perseguidos.

En la misma reunión, Jesús Lample, presidente de la UTT de la Hermandad Nacional puso de manifiesto lo preocupante del actual índice de paro agrario, que alcanza una tasa del 4,5 por 100 sobre el total activo. La mayor incidencia en el índice de paro, viene dada por el retorno de los trabajadores en Europa debido a la crisis industrial que atraviesan estos países. Este retorno ha triplicado el paro en el campo y ha tenido una mayor repercusión en regiones claramente emigradoras, como Extremadura y Andalucía, que son a la vez las que tienen un nivel de renta más bajo.

En otro momento, y refiriéndose a los efectos de la sequía, Luis Mombiedro afirmó que es intención solicitar la concesión de un crédito abierto para paliar las pérdidas producidas, ya que la declaración de zona catastrófica no aporta más beneficios que ciertas moratorias en el pago que no solucionan gran cosa.

El tema de las organizaciones ilegales o sindicatos paralelos fue abordado por el señor Mombiedro, quien dijo que su peso actualmente era muy débil, ya, que el campo, por su naturaleza, era conservador. Pese a ello, se mostró abiertamente, receptor a todo aquello, que de novedoso podían aportar estas organizaciones, siempre y cuando sus propuestas vayan dirigidas a favor de la agricultura.