Las actitudes políticas del español de hoy
«El temperamento del español medio ha hecho un viraje sobre sí mismo y ha convertido su moralidad; tenemos un pueblo gobernable que quiere ser gobernado», dice, entre otras consideraciones, el capítulo dedicado a actitudes políticas del «Informe Foessa 1975», que acaba de salir de ¡mprenta, elaborado por varios equipos de sociólogos.Agrupando la población española en grandes bloques de actitudes políticas, de cara al futuro, el estudio Foessa hace cuatro cambinaciones, a base de mezclar la actitud tradicional o liberal, con la actitud reformista o conservadora. Los españoles, después dé las encuestas y estudios realizados, quedan clasificados de la siguiente manera:
Grupo tradicional reformista (28,6 por 100 de la población española mayor de quince años): Los valores básicos para estas personas son los del comunitarismo tradicional: vinculación a la historia de España, afirmación del orden y de la paz como meta a conseguir y a conservar, reconocimiento de la existencia de una jerarquía social y económica, principio de autoridad, unidad doctrinal y sentido religioso de la vida. Pero no son conservadores, sino reformistas, con un sentido que sólo puede ser evolucionismo perfectivo, activo.
En este grupo hay una mayoría de mujeres. En cuanto a la edad, está más representado en los intervalos de edad más elevados, seguido, sorprendentemente, por el primer intervalo de edad (de quince a diecinueve años).
Grupo liberal reformista (21,3 por 100): Existe como uno de los valores de este grupo la destrucción del sistema positivo anterior. Frente a la disciplina, el orden y los dogmas, se afirma la libertad individual y también frente a la tradición histórica y frente a la fe religiosa. Están aquí los liberales de izquierda, los comunistas revolucionarios, etcétera. En cuanto a las edades, predominan los comprendidos entre veinte y veinticuatro años (39 por 100) y entre quince y diecinueve (34 por 100). En el grupo de más de cincuenta y cuatro años, solamente aparece un 7 por 100 de este grupo. Curiosamente, este liberal-reformismo tiene un especial atractivo para los niveles económico y social superiores.
Grupo tradicional conservador: (21,6 por 100): Son los conservadores tradicionales, los que hasta ahora se entendían por «hombres religiosos». Se ha encontrado un fuerte contingente de este grupo entre los creyentes de otras religiones, «de los que cabe colegir una elevada religiosidad para afirmarse en su fe en un medio religioso masivamente ajeno». Como no se trata de un conservadurismo de privilegio, su distribución por niveles de ingresos es inversamente proporcional al alcance de los mismos. Hay en este grupo escaso número de estudiantes.
Grupo liberal conservador (28,5 por 100): Demuestran esta a valores que arrancan del sistema liberal, pero con renuncia a luchar contra nada ni contra nadie. Aspiran a conservar su «statu quo» basado en la independencia de criterios y constumbres. Es un conservadurismo de privilegio. Caben en este grupo la burguesía antigua y acomodada, ciertos demócratas puros y tecnócratas de nuevo cuño. Son liberal-conservadores el 45 por 100 de quienes poseen estudios superiores, sin relación de dependencia respecto a la edad. A medida que aumentan los ingresos aunmenta la proporción de liberal-conservadores.
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