Muy caro para los "licenciados Trapaza»

Catalán el último de la tarde se dirigió al 10. La lengua, fuera el estoque, hundido en las agujas; inundado en sangre, un minuto, dos, tres minutos. Tardó en morir. Pero al doblar se tumbó encima del capote de un subalterno. Aquel trozo de percal rosa y amarillo de bajío de la res pareció el homenaje, de toda una profesión a una corrida de toros. Los miuras se lo habían merecido.En el 7 se reunió un grupo de aficionados en general o aficionados a Angel Teruel en particular, que se inspiraron con la faena del diestro y comenzaron a cantar aquello de... «como Teruel no hay ninguno». La primera parte de la letrilla, por ser de dominio público, no merece la pena transcribirla. Claro que al espada madrileño le echaron piropos a su valentía con alusiones seudoeróticas. Aquel espectador del 7 -ayer este tendido quiso erigirse en líder de la concurrencia- le tiró a la arena una raqueta de tenis cuando daba la vuelta al ruedo después de matar a su primero. En su segundo, el mismo personaje le lanzó un bote lleno de bolas para practicar ese deporte.

Dicen que una buena corrida crea afición. Aseguran que una buena faena crea afición. Cierto. Pero es necesario sentarse muchas tardes en los graderíos para pre senciar una buena corrida o una buena faena. Y eso, para los estudiantes, no es un «lujo a su alcance » con los precios que rigen en Las Ventas. Son cientos los jóvenes que acuden a los tendidos todas las tardes Pero en casi todos los casos, siguen al pie de la letra aquello de Santo Tomás: una y no más.

Desde muchas tribunas se han alzado voces tratando de plantear el problema de la afición taurina a largo plazo. Y siempre se estuvo de acuerdo en algo: los espectadores de mañana son -una verdad de Pero Grullo- los jóvenes de hoy. Si esto es así -que lo es- y las leyes de educación se cumplen a rajatabla, resulta que un gran porcentaje de la población española tiene la condición de estudiante, es decir, de persona con un gran poder adquisitivo pero «sin un duro» en el bolsillo. No sería descabalado, entonces, arbitrar, un sistema de reducciones en el precio de las entradas para los futuros «licenciados trapazas».

Fin de fiesta

Ayer, el coso, después de la intensa lluvia soportada durante las primeras horas de la mañana, parecía la paleta de un pintor. Entornar los ojos y fijarse en el ruedo era contemplar un puzzle de colores amarillos y rojizos. Con un poco de suerte, igual nos encontramos esta tarde las rayas concéntricas. pintadas en blanco en vez del rojo habitual.

Afortunadamente para la fiesta, el carácter de los entendidos supera las fronteras de la instantaneidad. Dentro de quince días, un mes, un año. aquellos,que vieron todas o casi todas las corridas harán comentarios sobre lo que sucedió en el ruedo, sobre lo que pudo suceder o sobre lo que debería, haber sucedido. Dentro de unos días, cuando San Isidro cierre la espita de la fuente de toriles comenzarán los coloquios particulares u organizados sobre la feria de este año. Uno de los últimos ya está programado. La peña taurina «Los de José Juan» en sus bodas de plata, lo tiene previsto para el lunes.