Liberados algunos rehenes del avión filipino secuestrado
Los seis secuestradores del avión, filipino BAC-111 que fue obligado a tomar tierra en Zamboanga, a unos 500 kilómetros de Manila, dejaron en libertad a nueve niños y cinco mujeres que mantenían como rehenes. Más tarde, los secuestradores liberaron al piloto y a una azafata de vuelo, a fin de apoyar sus demandas para que se les envíe agua y alimentos.
La azafata explicó, entre sollozos, que los separatistas musulmanes habían amenazado con ir matando a los pasajeros uno a uno si no se cumplen sus exigencias. Desde que el avión tomó tierra en Zamboanga, el viernes, no se han servido agua ni comidas al mismo.
Las autoridades militares prosiguen sus gestiones para que los piratas aéreos liberen al resto de los pasajeros y tripulantes, más de 80 personas en total, que siguen reteniendo. Junto al reactor secuestrado se han situado tres carros de combate. Dado que los motores del avión han estado funcionando desde su llegada, los técnicos del aeropuerto calculan que a media mañana del domingo se habrá agotado el combustible.
Los secuestradores han sido identificados como miembros de la organización MNLF (Movimiento Nacionalista de Liberación de Filipinas) y como rescate han pedido 375.000 dólares, unos 25 millones de pesetas.
