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Reportaje:

La contaminación atmósferica de Madrid, bajo control

Unas casetas de estructura metálica, en un número mínimo de diez y un máximo de veintiuno, sustentadas por una plataforma de hormigón, de las que se cuidará especialmente la estética, van a ir poblando, en el curso del próximo año, las calles y plazas de Madrid. Se trata, simplemente,de las estaciones remotas de la nueva red au tomática de control de la contaminación atmosférica de Madrid.Esta nueva red que vendrá a facilitar la medición de los contaminantes que los madrileños sufren diariamente, producto de las emisiones de todo tipo que llegan a la atmósfera de la capital, convivirá con la actualmente existente, instalada en, 103 puntos de la ciudad y que es de operación manual.

La principal diferencia entre las dos redes estriba en el hecho de que, mientras la que ahora se proyecta será, totalmente automática, la existente precisa de un servicio de recogida de muestras. Diariamente, distintos operarios recorren Madrid y en todos los puntos en que se encuentran los aparatos de medida, toman las muestras correspondientes. Esta operación se realiza entre las ocho y media y las doce y media de la mañana., Una vez llegadas las muestras a los laboratorios del Departamento de Contaminación Atmosférica del Ayuntamiento, le analizan y se obtienen los resultados del día a las dosde la tarde. Sin embargo, con el nuevo sistema los datos, se tendrán en la terminal, instalada en el mismo Departamento en forma inmediata, y se registrará en el mismo momento cualquier alteración que puedan sufrir los niveles de contaminación atmosférica.

Esto, en principio, puede parecer una simple automatización de un servicio que ya existe. Pero lo cierto es que si la contaminación de la ciudad se conoce en todo mo-

mento, es posible tomar las medidas necesarias si la situación llega a ser alarmante.

Panel

A este fin, se instalará, en la terminal del sistema, un panel en el que se representará el plano de Madrid. Sobre él irán marcados cada uno de los puntos en los que se hallen, instaladas las estaciones remotas correspondientes. Cada uno de los puntos marcados en el plano se señalizará con unos puntos luminosos, representativos de la situación concreta por la que atraviese la zona. En el caso de, una señal de alarma, se encenderá la luz correspondiente, que podrá referirse bien a un aumento excesivo de la contaminación o a cualquier anomalía que pueda presentarse en la estación.

Si, por ejemplo, alguien abre la puerta de la caseta, un indicador luminoso pondrá sobre aviso al operador, quien podrá dar cuenta del hecho a la Policía.

Ampliable hasta 40 estaciones

En un principio, el Ayuntamiento de Madrid, tiene redactado el proyecto de la nueva instalación, de forma tal que existe un plazo de ejecución de un año, a partir de la adjudicación de la misma. El proyecto consta de una serie de especificaciones tales como que el número mínimo de estaciones será de diez, mientras que el máximo será de veintiuna. Una de cada cuatro, estaciones dispondrá de un sensor especial para determinación de CO -monóxido de carbono- y una de"cada seis llevará aparatos para medir las condiciones de micro climas de cada punto concreto, tales como dirección y velocidad -del viento, temperatura, presión atmosférica, lluvia e insoláción. Sobre las estaciones medidoras, el Ayuntamiento instalará, independientemente del concurso que se convoque, un aparato, capaz de medir la situación de los humos -partículas en suspensión- existentes en el lugar de que se trate.

Fundamentalmente, la empresa que resulte adjudicataria de la instalación del servicio habrá de completar una instalación dedicada a la medición de S02 -anhídrido sulfuroso. La estación central receptora de la información habrá, de ser cápaz para, atender a cuarenta estaciones, con doce sensores cada una. Esto viene a significar, el Ayuntamiento, si bien ahora se propone una instalación suficiente para las necesidades calculadas, tiene el propósito de ampliar el servicio en forma más o menos proxima en el tiempo.

En este sentido, el futuro podría concretarse con la instalación de nuevos sensores en las estaciones, destinados a mediciones tales como las de óxidos de nitrógeno, oxidántes totales, hidrocarburos, plomo, etcétera.

Aunque ahora, en el concurso, se va a proponer la instalación de, como mínimo, diez estaciones y, como máximo, veintiúna, lo más lógico es pensar que las empresas que concurran a él presenten ofertas sobre las quince estaciones o menos, puesto que, el presupuesto no admite mayores ajustes.

Ubicación

Dada la magnitud urbana de Madrid, la ubicación posible de las estaciones 1 remotas de medición puede ser en muchos puntos de la capital. Pero lo! puntos más conflictivos y que pueden ser objeto de atención especial,en este caso, se pueden concretar en los de las plazas de Castilla, Marañón, Colón, Atocha, Manuel Becerra, Cuatro Caminos, España, Puerta de Toledo, Callao, Arapiles...,La estética se va a cuidar especialmente, de forma tal que no afecte directamente a la fisonomía que en la actualidad tiene Madrid. Las casetas contarán asimismo con un revestimiento que sea resistente a la corrosión y con sistemas de refrigeración y calefaéción que mantengan una temperatura constante en el interior de ellas.

En líneas generales, esta nueva red con la que va a contar Madrid dentro de poco tiempo, pasará a convertirse en una especie de centro regional de medición de la contaminación, que podría integrarse, en el momento en que sea creada por el Ministerio de la Gobernación, a través de su Dirección General de Sanidad, en la red nacional de vigilancia.

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