Las teorías de Oriol
El estilo neo-triunfal-tecnócrata-administrativo-enrevesado puesto al uso y el abuso por cierta élite dirigente en las últimas décadas resulta de complicada digestión para las mentes sencillas. Don Lucas Oriol escribe, por ejemplo, sobre, la evasión ante la dificultad de armonizar las exigencias de wdaptación a los desarrollos tecnológicos que postulan nuevos cauces de información y decisión, tipificaciones y concentraciones de poder, con las exigencias de mantenimiento, de las líneas básicas de sensibilidad humana" (EL PAÍS, 12 de mayo último). O nos ofrece alguna definición: «Es notorio que la palabra liberalismo ampara dos procesos mentales distintos: un procéso mental es el que sigue la línea de una lógica unidireccional y unidirriensional, que lleva necesariamente a una postura, diríamos, a un dogmatismo antidogmático». En el artículo del señor Oriol hay ideas, todo lo peregrinas, carentes de lógica, contradictorias y gratuitas que se quiera; pero ideas al fin. Reconozco que sacarlas a la superficie del fárrago triunfal-tecnócrata-.administrativo-enrevesado que les sirve de fachada me ha costado cuatro detenidas lecturjas. Mi pobre mente no da más de sí«Es notorio... que el liberalismo presenta, desde el punto de mira del señor Oriol, una imagen deplorable. También «era notorio» para Aristóteles y era Aristóteles ¡que el unicornio era una especie de caballo que ostentaba su gigantesco cuerno en la frente, y que la Tierra era el centro, inmóvil del universo Que el unicornio sea un ente fabulól6 y que la Tierra se mueva, Aristóteles no lo sabía.
Por lo visto, el señor Oriol no sabe o no le importa ignorar, que el liberalismo es un cuerpo de doctrina que lentamente fue tomando forma a partir del año 1215, en que los «hombres libres ingleses» imponen a Juan Sin Tierra la Carta Magna.
El señor Oriol pudo ahorrar tinta y espacio.
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