La Coruña: insisten en que se declare zona catastrófica
La «marca negra», consecuencia del hundimiento del petrolero «Urquiola» en la ría de La Coruña, se extiende por las playas gallegas y amenaza con acabar con la riqueza marisquera y piscícola de la zona, Los trabajadores afectados insisten en que ésta sea declarada «zona catastrófica».
La jornada de ayer se inició con el sepelio del capitán del «Urquiola», Francisco Rodríguez Castelo; el acto fúnebre estuvo presidido por el subsecretario de la Marina Mercante y otras autoridades. Asistió también la totalidad de la tripulación del petrolero siniestrado. Con anterioridad se había practicado la autopsia, según cuyo dictamen, sin confirmación oficial, la muerte sobrevino por asfixia de causa combinada: intoxicación por monóxido de carbono y mecánica por sumersión.A las doce, en sindicatos, el director general de Pesca Marítima, Víctor Moro, se reunió con los presidentes, secretarios y miembros de las cofradías de pescadores.
Entre las intervenciones habidas durante la reunión destaca la de Lojo Fandiño, titular del Consejo Provincial de Trabajadores, que pidió la máxima información sobre el estado actual de las operaciones de salvamento del buque. «Se necesitan -subrayó- unos datos veraces, sin reservas y auténticos y que cualquier gestión que se produzca tenga la representación de los trabajadores, los más perjudicados por este accidente.» El procurador señor Fernández Calviño, recomendó a los efectos calma y serenidad. «Los daños -dijó - no han sido cuantificados y conviene manejarlos con mesura. No hay que exagerar porque entonces surgirán los recelos a la hora de pedir pescados y mariscos a La Coruña.» Salvador Neira, presidente del Sindicato Provincial de Pesca recordó que el comité ejecutivo ya había solicitado la declaración de zona catastrófica. «Debemos insistir -remachó- en que nuestros productos del mar son comestibles.» Maruxa Rey, representante de las mariscadoras de la ría del Burgo puntualizó que esta es una de las situaciones más trágicas por las que pasaban las mariscadoras, ya que viven al día, con el producto de lo que extraen de la arena. Si ahora no pueden sacar almeja ni berberecho, quedarán sin trabajo.
El titular de la Cofradía de Pescadores de La Coruña aseguró que las embarcaciones de bajura no pueden hacerse a la mar, porque sus puertos están copados por el petróleo, Creo, dijo, que las barreras se colocaron tarde y que hubo una fuerte falta de previsión y ausencia de medios. Por su parte, el presidente de la Agrupación de Cerco y Otras Artes, especificó, que las embarcaciones incluidas en su grupo tienen un radio de acción de diez a doce millas y que están condenadas a permanecer en los muelles.
El alcalde coruñés, Liaño Flores, pronunció ante los concurrentes un breve discurso en el que dijo, entre otras cosas, «la experiencia de los mariscadores y pescadores con la Administración, después de los del Erkowit, no es de muy grato recuerdo. Todavía no se han paliado las consecuencias de aquel desagradable suceso. No es de extrañar, pues, la incredulidad de las gentes coruñesas, cuando los representantes de la administración hablan de ayudas y colaboraciones. Entiendo que las Cofradías en bloque, deben sumarse a la petición de zona catastrófica que hizo el Ayuntamiento. En segundo lugar hay un responsable de todo esto -añadió- que no se sabe quien es, pero que ya se determinará en su momento. El Estado mientras tanto puede subrogarse en los derechos de los particulares afectados, actuando y reclamando en su nombre, de lo contrario, estaremos ante el largo calvario que supuso lo del Erkowit.
Finalmente el señor Meilán hizo una especie de balance: «Veo cuatro cuestiones, en este caso, que hay que ir resolviendo -dijo- primero los problemas sociales laborales, de las personas que no pueden trabajar. Habrá que solventarlos a base de anticipos económicos. Segundo, los temas técnicos que conducirán a que desaparezca, el foco de peligro que está aún latente. Tercero, solución global del tema con la declaración de zona catastrófica, teniendo cuidado en aclarar la dimensión real del siniestro, para que no se vean afectados sectores que no estén implicados. Y cuatro, el futuro. Con la experiencia pasada hay que calibrar los riesgos objetivos que debe asumir el Estado para que no se repitan hechos ilógicos y no estemos en el reino de la improvisación».
Por fin se habló de la conveniencia de formar una comisión de calidad que examine el pescado y el marisco antes de su salida, a los mercados.
La jornada de la tarde comenzó con la visita del ministro de Obras Públicas. Tras un recorrido por las zonas más afectadas, se le expuso el problema en la Comandancia de Marina. Después de un cambio de impresiones subió a un helicóptero y sobrevoló el buque siniestrado y otras zonas. Más tarde dijo a los informadores: «Se hará un inventario de los daños causados por la marea negra para llevarlo al próximo Consejo de Ministros y buscar las soluciones adecuadas. Poco después salió hacia Santiago de Compostela.
Tres hombres ranas coruñeses se trasladaron en la mañana de ayer al lugar en donde se encuentra el Urquiola, allí se sumergieron y reconocieron durante más de media hora el casco del buque. Esta inspección sólo se pudo hacer por la parte de popa, en unos 50 metros hacia la proa. La zona reconocida está en buenas condiciones no habiéndosele apreciado grieta alguna.
Al parecer, casi todo el buque está flotando, a excepción de la proa, que está incrustada en el fondo arenoso. Nos han informado que alrededor del barco hay poco petróleo pero, en cambio, algunas manchas importantes entraron ya en la ría de El Ferrol.
Los efectos de la marea negra se van extendiendo cada vez más. Algunas playas están ya totalmente anegadas de petróleo.
También hacia el sur el petróleo ha causado daños, el principal, sin duda alguna, lo produjo en la central térmica de Sabón, perteneciente a Fenosa. Esta central tiene las bombas de aspiración de agua para refrigeración en la desembocadura de un pequeño río. Pues bien, el petróleo ha obstruido los filtros de la bomba, lo que ha determinado, al parecer, la paralización de la central térmica.
Todo parece indicar que la operación de trasvase del crudo, desde el Urquiola, se inicie hoy domingo. A tal fin ayer arribó al puerto coruñés el petrolero de Campsa Camporraso, con capacidad para nueve mil toneladas.
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