Sevilla está desabastecida de agua
Los pantanos de la provincia que suministran el agua a esta capital se encuentran en los niveles de embalsamiento más bajo de las últimas décadas, como consecuencia de la persistente sequía que asola a la provincia desde hace siete años.
El problema se ha mantenido más o menos amenazante en los dos últimos años hasta que a finales de 1975 las autoridades sevillanas decretaron el racionamiento de agua desde las ocho de la tarde hasta las seis de la mañana. Desde entonces hasta la fecha, el problema, lejos de aminorar, se vio incrementado, ampliándose por esta causa el período restrictivo en dos horas al iniciarse éste a las seis de la tarde. Según declaraciones de los técnicos, las últimas lluvias no se produjeron con uniformidad, recogiéndose escasos litros por metro cuadrado en las zonas claves, dada la excesiva sequedad de la tierra, que absorbió la mayoría del agua llovida.En este orden de cosas, el embalse de La Minilla, que normalmente presenta un nivel de agua desde el fondo hasta arriba, de 42 metros, actualmente sólo llega a los 13 metros. Es decir, 5,8 millones de metros cúbicos. Algunas medidas se han tomado para paliar, en lo posible, el agobiante problema, como el provocar la lluvia artificial mediante el bombardeo con urea de las nubes, pero los resultados no han sido satisfactorios. Con respecto al embalse de Cala, el total de agua almacenada desde 44,5 millones de metros cúbicos, de los cuales 34,5 quedarán en conservación.
Si se considera que la ciudad de Sevilla consume ocho millones de metros cúbicos de agua mensuales, y suponiendo que no llueva hasta diciembre -cosa nada extraña por estas latitudes- la ciudad necesitaría 64 millones de metros cúbicos de agua. Actualmente, sólo se posee 44, faltando, pues, 20. Mediante el ahorro de agua, como se está haciendo actualmente, se podría mitigar en parte el problema; sin embargo, el mayor problema que existe es que el suministro de agua a las industrias quede disminuido, creándose un nuevo problema: el paro en estas industrias.
Una posibilidad podría estar en el depósito de La Algaba, con un caudal de reservas de 100 millones de metros cúbicos, por último, el embalse de Aracena presenta actualmente un nivel de agua de 15 metros, cuando lo normal en este embalse son los 45 metros, o lo que es lo mismo y traducido a metros cúbicos: de una cabida total de 120 millones, sólo se ven seis millones. Resumiendo todos estos datos, se puede afirmar que solamente en los dos últimos años, el déficit de agua se cifra en 100 millones de metros cúbicos.
Situación nada halagüeña cara al inminente verano que en Sevilla es, tradicionalmente, muy duro, alcanzándose en numerosos días del estío los 40 grados centígrados a la sombra, con unas mínimas de 20 y 22 grados.
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