Granada: decepción tras la visita del ministro de Obras Públicas
De decepcionante se califica el resultado de la rápida visita del ministro de Obras Públicas a Granada, en medios políticos de la ciudad. En su estancia, el señor Valdés ha inaugurado un pantano, el Quentar, que abastecerá de agua a la capital y ha inaugurado también un tramo de nueva carretera de acceso a la Costa del Sol granadina, pero ha dejado sin resolver muy graves problemas.Hasta 1980 no estarán concluidas las obras de modernización de las dos carreteras fundamentales de la provincia, la Bailén-Motril, que comunica la provincia de Jaén y el interior granadino con la costa, y la carretera-cornisa de la Costa del Sol, proyectos, ambos que debieron estar terminados en 1975, pues estaban previstos en el tercer plan de desarrollo, pero se retrasan, así, un lustro. Se explica el malestar popular que conoce por la atención de la prensa las inauguraciones de autopistas en otras áreas regionales, incluso antes de las fechas previstas, en tanto que las carreteras básicas de la región andaluza, permanecen en lamentable estado.
El diario local, Ideal, se dolía en un editorial anterior a la visita de lo que llamaba «la deuda de Obras Públicas con Granada», deuda que, a la vista de los resultados, se mantiene.
El retraso es similar en obras hidráulicas reconocidas como fundamentales para la agricultura regional, como el pantano del Negratín, del que se lleva hablando muchos años, cuya iniciación estaba prevista, también para el tercer plan de desarrollo, pero que permanece inédito; se trata de un embalse clave para la regulación del Guadiana menor y alto Gualdalquivir.
Se esperaba el anuncio de grandes obras para contener el paro, algo parecido al plan de construcción de viviendas populares, anunciado por el ministro de la vivienda a finales de marzo. No ha sido así y se comprende Ia frustración general.
