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Dos albañiles muertos, en las obras de construcción de un colegio

El martes pasado se produjo un accidente laboral en el que Jesús Sánchez Repollo, albañil, perdió la vida al ser aplastado, tras caerse de un segundo piso, por el caballete en el que estaba subido mientras trabajaba. Es la segunda víctima que se produce desde el inicio de la obra el pasado mes de septiembre. Los vecinos de la zona aseguran que en las condiciones en las que trabajan los albañiles es lógico que ocurran accidentes. Según estos vecinos no se cumplen las normas de seguridad de este tipo de obras.

Poco después del mediodía del martes, un albañil, que se encontraba en la ventana del segundo piso de una casa en construcción, se precipitó a la calle cuando intentaba colocar una piedra de unos cuarenta kilos de peso en la parte superior de la finca número 164 de la calle Dr. Federico Rubio.Según parece, el albañil, que llevaba trabajando varios, años en la empresa perdió pie y antes de caer desde una altura de unos cinco metros intentó agarrarse a la «borriqueta» donde estaba subido.

En la caída arrastró este caballete de unos cuarenta y cinco kilos de peso que le cayó en el pecho; murió instantáneamente.

La victima era Jesús Sánchez, Repollo, de 38 años, casado y con tres hijos y vecino de Alcorcón y es la segunda desde que la obra comenzó el pasado mes de agosto.

El primer accidentado se llamaba Gregorio Ciura Sánchez, de 36 años, y estaba soltero. La desgracia ocurrió cuando el albañil se encontraba preparando una zanja y se desprendió una parte del terreno enterrándoles a él y a un compañero.

Esta obra está contratada por el Ayuntamiento de Madrid a la compañía FERSA para la construcción de un colegio. A unos quinientos metros la misma compañía está construyendo otro colegio de características similares.

Vecinos y albañiles opinan

Los vecinos de la zona han respondido a EL PAIS que muchas veces han visto la vida de los albañiles en peligro y que era lógico que esté segundo accidente ocurriese.Al parecer poco después de que el cuerpo fuera levantado los obreros colocaron unos travesaños de madera en todas las ventanas del edificio en construcción, a unos cuarenta centímetros del borde inferior de las ventanas.

Los vecinos dicen también que se colocó igualmente el «quitamiedos» que no estaba instalado antes del accidente.

Los albañiles han negado después del accidente, que el «quitamiedos» se instalara.

«Estas cosas suceden en todas las obras, es algo natural». «las medidas de seguridad laboral son normales, son accidentes».

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