La fe inquebrantable de la maestra Coco Gauff
La estadounidense remonta ante Zheng después de más de tres horas (3-6, 6-4 y 7-6(2) y a sus 20 años es la más joven que triunfa en el torneo desde Sharapova (2004)
El tenis, ese deporte tan complicado de descifrar, ofrece en Riad un señor derrumbamiento a la par que encumbra a Coco Gauff, la maestra más joven desde que la rusa Maria Sharapova, 17 primaveras en 2004, venciera a Serena en Los Ángeles. Festeja la estadounidense (3-6, 6-4 y 7-6(2) y en un segundo plano lo lamenta Qinwen Zheng, que lo tenía todo a su favor e inexplicablemente ha pinchado: servía para ganar, se había procurado una rotura de ventaja en el segundo parcial y había levantado dos bolas de partido en el tercero, cuando insinuaba que podía escapar del fango. Sin embargo, termina prevaliendo la mentalidad de la norteamericana, terca y resiliente, aferrada al duelo con garras y, finalmente, digna y merecida campeona. Tiene 20 años y casi 4,5 millones de euros más en la cuenta bancaria, y recoge ahora el testigo de su compatriota Williams, que firmó su quinta victoria hace una década en Singapur.
Así se cierra esta experiencia en Arabia Saudí, marco esta última semana de un torneo cubierto de oro, pero más bien insípido y sin excesiva chispa, teniendo en cuenta el desgaste que arrastran las competidoras y que a estas alturas de la temporada las cabezas juegan tanto o más que las raquetas. Ha sabido Gauff jugar sus cartas. Sencillamente, nunca perdió la fe. Sin un tenis especialmente seductor ni propositivo, sino más bien especulativo y contemporizador, tras el arbusto a la espera del fallo, su consistencia refuerza el estatus elevado que ha ido adquiriendo, con un Grand Slam ya en el bolsillo (US Open 2023) y un cetro maestro que le empareja con sus compatriotas Evert (4), Austin, Navratilova (8), Davenport, Venus y Serena (5). Brilla ahora su nombre y Estados Unidos, tan ansioso de gloria tras el postserenismo, continúa imaginándose a otra potencial heroína.
En un escenario tan al límite como el del Masters, recetas técnicamente más simples como las de Coco suelen conducir a buenos puertos porque esto, no pocas veces, va de resistir y en términos de fuerza, de físico y de meter una bola más, de mantenerse en pie, la campeona sabe desenvolverse como pez en el agua. Lo tenía de cara Zheng, tan agresiva como errática, una apuesta de máximo riesgo, y acabó trastabillada por su propia aceleración. Le sobra movilidad a la asiática, finalista este año en Australia y laureada en los Juegos de París, pero en ocasiones peca de querer ir demasiado deprisa cuando el viento sopla a su favor. Al final, errores por doquier: 64. En cambio, Gauff se revolvió a partir de la paciencia, magnífica aliada y esencial para este vuelo continuado que comenzó a adquirir cuando conquistó el US Open, el curso pasado.
A partir de ahí, pasos sólidos y una recta final que la devuelve al primer plano. Campeona reciente en Pekín y en enero en Auckland, es una constante en las estaciones finales de los torneos y la alternativa más firme al duopolio formado por Aryna Sabalenka e Iga Swiatek, la uno y la dos del mundo. A ambas las ha batido en Riad. Donde faltó muñeca y mano llegó la convicción, y se reafirma sobre pista dura, territorio en el que no ha perdido una sola final. Pleno: ocho de ocho. Así se encumbra en Arabia y así sucede en el palmarés a Swiatek. Todo pundonor y todo agallas, se eleva triunfadora en uno de los desenlaces maestros más extensos, después de 3h 04m. “Nunca me rendí”, sintetiza con el trofeo entre las manos. Llamada a ser una de las referencias por su precoz irrupción cuando tenía solo 15 años, la promesa va ganando forma.
“A veces uno puede pensar que no va a ganar, pero yo simplemente aparté ese pensamiento. Me decía a mí misma: ‘otro punto, otra oportunidad”, afirma. “He estado en situaciones como esta en el pasado, en las que he sido capaz de darle la vuelta y sólo esperaba poder hacerlo de nuevo hoy”, añade la de Florida, cuyo compromiso social —antirracismo, feminismo, LGTBIQ+ e igualdad— chirría respecto al mensaje de despedida emitido en Riad, donde la asistencia a los partidos a lo largo de estos días ha dejado mucho que desear, con apenas 400 personas en las gradas en alguna ocasión: “Esta era mi primera vez en este país y lo he pasado mejor de lo que lo esperaba. Es un honor ganar aquí y agradezco a los aficionados por venir y apoyar al tenis femenino”.
UNA DÉCADA DE ALTERNATIVAS
2014: Serena Williams (EE UU).
2015: Agnieszka Radwanska (POL).
2016: Dominika Cibulkova (ESQ).
2017: Caroline Wozniacki (DIN).
2018: Elina Svitolina (UCR).
2019: Ashleigh Barty (AUS).
2020: cancelado.
2021: Garbiñe Muguruza (ESP).
2022: Caroline Garcia (FRA).
2023: Iga Swiatek (POL).
2024: Coco Gauff (EE UU).
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