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“Parece que Djokovic sea Darth Vader, no merece un trato así”

John McEnroe hace una acalorada defensa del balcánico, enfrentado a la grada de Londres y clasificado para las semifinales tras la renuncia por lesión de De Miñaur

Djokovic
Djokovic, durante el partido del lunes contra Rune en la central de Wimbledon.Paul Childs (REUTERS)
Alejandro Ciriza

Chasco este miércoles en Wimbledon, donde había mucha expectación por comprobar por dónde podía salir Novak Djokovic en el segundo turno de la central, por dónde irían los tiros tras el episodio vivido hace dos días, cuando serbio, de 37 años, reprochó a la grada su comportamiento durante el partido contra el danés Holger Rune; el ya histórico Gooooooood night! (buenas noches) que repitió hasta en tres ocasiones. Sin embargo, habrá que esperar hasta el viernes, fecha de la semifinal masculina, para conocer la reacción, dado que el rival con el iba a medirse en los cuartos, el australiano Alex de Miñaur, no podrá saltar a la pista debido a un problema de cadera.

“Noté un crack durante los tres últimos puntos del partido contra Fils, y las pruebas me han confirmado que puede ser peor si juego”, precisó el oceánico. Djokovic, pues, ya ha conseguido llegar muy lejos en un torneo que parecía extremadamente complicado que pudiera jugar. El 5 de junio, el balcánico fue intervenido de un desgarro en el menisco de la rodilla derecha que se produjo durante su participación en Roland Garros —tuvo que renunciar a competir en los cuartos de final— y, a partir de ahí, inició una contrarreloj que le condujo hacia el grande británico contra todo pronóstico. Pisa ahora las semifinales, las decimoterceras en Londres, de modo que iguala el récord del suizo Roger Federer.

En cualquier caso, su relación con el público local no pasa por el mejor momento. Muy particular el vínculo. Con siete títulos, está a solo una de las ocho sinfonías que compuso el de Basilea, pero algo no termina de encajar, de cuadrar. Idas y venidas, tensiones. ¿Amor? Sí pero no. Tiene grabado a fuego el tenista en la memoria el episodio de 2019, cuando los aficionados de La Catedral animaron sin cesar a Federer en la final, que el de Belgrado finalmente conquistó tras salvar dos bolas de partido. Todo lo ha hecho Nole: ingerir hebras de césped, gritar a los cuatro vientos su predilección por el blanco y el verde, por la historia y la tradición. “Si me hice tenista es por Wimbledon”, dice. Sin embargo, continúa el tira y afloja.

Djokovic, con su hija Tara durante el entrenamiento de este miércoles.
Djokovic, con su hija Tara durante el entrenamiento de este miércoles.Matthew Childs (REUTERS)

Y no termina de comprenderlo uno de los personajes más icónicos de este deporte. John McEnroe, protagonista de sonados episodios como el célebre “You cannot be serious!” dirigido al árbitro Edward James en la edición de 1981, considera que el trato dispensado a Djokovic no es justo. “¿Qué ha hecho que sea tan malo? ¿Es por lo que quiere? ¿Por el hecho de que haya competido más duro de lo que lo haya hecho nadie nunca? ¿Por el aspecto que tiene o por el hecho de venir de dónde viene?”, se pregunta el estadounidense (65 años) en unas declaraciones recogidas por la BBC. Y ante la reacción del jugador el lunes, lo tiene claro: “Bien hecho, bien hecho”.

La alternativa de Henman: el silencio

Djokovic es el tenista masculino más laureado de todos los tiempos, con 24 grandes, y posee prácticamente todas las plusmarcas de su deporte. Nadie ha sido el número durante más tiempo, 428 semanas. Y tiene el cara a cara con Federer (27-23) y Rafael Nadal (30-29) a su favor. No obstante, su relación afectiva con los graderíos siempre ha dado mucho de sí y Londres, la distinguida La Catedral de la raqueta, no es una excepción. Por una u otra razón, también hay chispazos de vez en cuando, por más que los ingleses, buen paladar tenístico ellos, reconozcan la trascendencia del serbio. McEnroe, en cualquier caso, no termina de entender el desafecto y le viene a la cabeza uno de los personajes de La Guerra de las Galaxias. Tira de ironía.

“Parece que sea Darth Vader, en comparación con dos de los tenistas con más clase que hemos visto, Nadal y Federer. ¿Quién puede compararse con ellos en cuanto a lo que han aportado? Nadie. Y luego llega este Djokovic nos estropea la fiesta…”, afirma. “Así que, ¿qué tal si le respetamos después de todo esto? Es con diferencia el tipo que peor lo ha pasado y por eso diría que es el más grande que ha jugado nunca. Debemos respetar su grandeza, lleva 20 años dejándose la piel por el tenis, pero tuvo el descaro de irrumpir en la fiesta de Rafa y Roger. Estamos hablando de un tipo que pasó por el quirófano hace un mes y que ha hecho un milagro para competir aquí. No merece este trato. Admiro su coraje por haber denunciado la situación”, prolonga el norteamericano.

Djokovic firma autógrafos tras el pulso con Rune.
Djokovic firma autógrafos tras el pulso con Rune.Paul Childs (REUTERS)

El británico Tin Henman, analista de la BBC, se une al elogio y plantea una alternativa a sus paisanos. “Me encantan esa pasión, esa hambre y esas ganas que tiene todavía de ganar, a los 37 años y después de todo lo que ha conseguido”, apunta antes de matizar. “Le encanta la confrontación, ese tipo de energía. Así juega mejor. Destruyó a Rune. Creo que si quieres alterar su rendimiento, lo mejor que puedes hacer es quedarte callado”, se extiende el inglés, cuatro veces semifinalista en el major londinense y en su día (2002) cuarto mejor jugador del mundo. “Federer es el que más triunfado aquí, pero deberían tener más respeto por un campeón como él”, considera el alemán Boris Becker, que le dirigió entre 2014 y 2016.

Entretanto, Djokovic ya ha desembarcado en la penúltima ronda del torneo, a la que llegará fresco al no tener que medirse con De Miñaur. El número dos, verdugo de Kopriva, Fearnley, Popyrin y Rune en las estaciones previas, se topará con Taylor Fritz o Lorenzo Musetti (citados hacia las 16.00 en la Court 1) y todo el mundo estará pendiente de cómo puede reaccionar él, así como del trato que le dispensará la central tras lo acontecido al cierre del lunes. En todo caso, Nole, el mismo que apareció en la pista de París-Bercy en 2012 cubierto por una máscara de Darth Vader, vuelve a la recta final del torneo y The Independent advierte a la masa inglesa: “Wimbledon, cuidado: Acabas de enfadar a Novak Djokovic con tus cánticos a Holger Rune”. Londres y él, una extraña relación.

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.
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