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Alcaraz, hambre y plenitud para una reconquista: “Estoy al cien por cien”

El murciano, defensor del título en Wimbledon, debutará el lunes ante Lajal (262º) y se cruzaría en las semifinales con Sinner; Djokovic, recuperado, por el lado opuesto

Alcaraz pelotea en la Centre Court de Wimbledon en un entrenamiento de esta semana.
Alcaraz pelotea en la Centre Court de Wimbledon en un entrenamiento de esta semana.Paul Childs (REUTERS)
Alejandro Ciriza

¿Fortuna o no? Siempre relativo en esto del tenis, aunque suele corresponder a los mejores. Y a primer golpe de vista, puede sonreír (y así lo hace) Carlos Alcaraz, quien contempla con buen gesto el hipotético trazado planteado por el sorteo de este Wimbledon y agradece un paisaje más bien despejado hasta los cuartos de final; sin rastro aparente de bombarderos ni de especialistas, bienvenida sea la llanura. Para abrir boca, el defensor del título se encontrará en el estreno del lunes (14.30, Movistar+) con Mark Lajal, un estonio de 21 años (262º del mundo) que todavía no ha desfilado por la pasarela de un grande y que precedería a escollos más o menos asequibles —Vukic u Ofner, un Frances Tiafoe en horas bajas, Umbert en los octavos…— antes de un peliagudo choque con el estadounidense Tommy Paul, reciente campeón en Queen’s. Todo en orden hasta aquí (si no hay sobresaltos de por medio).

Cambia radicalmente el escenario cuando la suerte sitúa en el camino del murciano al italiano Jannik Sinner, quien acaba de triunfar en Halle y asistirá por primera vez con el número uno a la espalda. Era él o Novak Djokovic en las semifinales, y será el de San Cándido; por tanto, el serbio asomaría solo en un hipotético desenlace. Milagroso lo de Nole. Hace solo tres semanas pasaba por el quirófano en París para reparar el menisco de la rodilla derecha —lesión que le apartó de Roland Garros, en plena ruta— y finalmente llegará a tiempo para el grande británico, donde el curso pasado fue batido por Alcaraz en el episodio definitivo. Tras las pruebas efectuadas al comienzo de la semana, este viernes dio un paso más y superó el último test en la exhibición de Hurlingham. En consecuencia, competirá.

El balcánico, de 37 años, debutará el martes contra Vit Kopriva (123º). Y el español, lógico, desconfía. Prohibido bajar la guardia; lo contrario supondría un grave error. Pero advierte a mediodía un empleado del club que ha seguido sus entrenamientos de esta semana: “Carlitos está fuerte”. Corrobora la buena impresión el de El Palmar en un acto patrocinado por su marca de raquetas, ya por la tarde: “Me siento como si no hubiera tenido ninguna lesión en el brazo [en referencia a la dolencia que le afectó entre abril y mayo]. Puedo jugar con libertad y alcanzar mi cien por cien sin pensar en ello. Y estoy muy feliz por ello”, afirma ante el reducido grupo de periodistas que se interesa por su aterrizaje en el torneo, donde hace un año cantó por primera vez bingo. Historia: de Santana (1966) a él (2023).

“Es especial estar de vuelta en Wimbledon; un poco más especial como defensor del título, aunque estoy tratando de no pensar demasiado en ello”, transmite en inglés. Sin embargo, le traiciona el subconsciente. “Estoy aquí para hacer el mismo resultado que el año pasado, pero tengo que estar muy concentrado todos los días en cada entrenamiento, y tratar de alejarme de aquellas emociones. Sólo si quiero hacer lo mismo”, prolonga el número dos del mundo, quien asegura haber llegado “en forma” y bien engrasado pese a que el inglés Jack Draper se cruzara en su camino la semana pasada en Queen’s. La preparación, remarca Alcaraz, no va tanto de resultados como de sensaciones, y quienes le siguen de cerca inciden en la buena dinámica actual.

“He estado entrenándome con Dimitrov, con Wawrinka, ahora con Cobolli… Buenos jugadores. Estoy al cien por cien, cada día me siento mejor. Decidimos quedarnos aquí en Londres [tras perder en Queen’s] y prepararnos lo mejor posible antes de comenzar el torneo”, cierra el español, que repite estancia en la misma casa alquilada hace un año —a cinco minutos a pie del club— y que estará acompañado en la casilla de salida por otros seis representantes nacionales. Pistoletazo complicado para la mayoría de ellos: Alejandro Davidovich (Sebastian Korda), Pablo Carreño (Tallon Griekspoor), Pedro Martínez (Paul), Roberto Bautista (Maximilian Marterer), Roberto Carballés (Alexander Zverev), Jaume Munar (Billie Harris) y Alejandro Moro (Jacob Fearnley), debutante este último en un major.

A estos nombres se añaden los de las cinco representantes femeninas: Sara Sorribes (Jasmine Paolini), Paula Badosa (Karolina Muchova), Cristina Bucsa (Ana Bogdan), Rebeka Masarova (Liudmila Samsonova) y Jessica Bouzas (Marketa Vondrousova, ganadora hace un año). En clave española también, esta edición marca precisamente el 30º aniversario del triunfo de la aragonesa Conchita Martínez, quien se impuso en la final de 1994 a la todopoderosa Martina Navratilova, en tres sets. Ella y Garbiñe Muguruza (2017) han sido las únicas que han logrado conquistar el All England Club.

NOLE, ENTRE IBRAHIMOVIC Y LINDSAY VONN

A. C. | Londres

“Han sido tres semanas muy intensas, entrenando mucho para tener una oportunidad de estar en este torneo. Y es culpa de él, mi cirujano, que está aquí [señalando a la grada]. Ahora quiero ir día a día para comprobar hasta dónde puedo llegar”, indicó el campeón de 24 grandes, que hace un año se quedó a una victoria de lograr su octavo título en Londres.

El caso es que ahora sus buenas sensaciones van en aumento, y lo que parecía imposible ya no lo es tanto. “He disfrutado mucho, he jugado sin dolor. Ha sido un gran test estar con los mejores del mundo. He entrenado bien en los últimos días. Quería probar mi rodilla, moverme, agacharme en los golpes. Y ha sido un éxito, ha ido muy bien”, señaló este viernes.

Para remontar el vuelo, el balcánico se ha inspirado fundamentalmente en el estadounidense Taylor Fritz, quien hace tres años sufrió una lesión muy similar —con intervención quirúrgica de por medio— y se recuperó en tan solo tres semanas. Él ha sido el punto de partida, pero no el único. Fútbol, esquí y otros compañeros completan la fórmula.

“Fue la misma situación [que la de Fritz, también rotura de menisco], pero yo he tenido cuatro o cinco días más [de margen]. Es la primera persona a la que escribí y ha sido muy generoso contándome cómo le fue; le escribí a él y a otros deportistas como Ibrahimovic, Lyndsey Vonn, Stan Wawrinka… Todos han sido muy amables compartiendo contactos que pudieran ayudarme”, agradeció de forma pública.

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.
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