_
_
_
_

En una pista “muy rápida”, el Alcaraz “más lento”

El murciano, que critica la alta velocidad de la superficie de Turín mientras su golpeo pierde fuerza, se juega hoy su continuidad en el Masters frente a Rublev

Carlos Alcaraz devuelve una pelota durante la Copa de Maestros.
Carlos Alcaraz frente a Alexander Zverev, este lunes.Clive Brunskill (Getty Images)
Alejandro Ciriza

Se llama Gonzalo Bueno, tiene 19 años y abandona la pista de entrenamiento del Pala Alpitour de Turín más feliz que unas castañuelas. “Esto es increíble”, introduce mientras la marabunta se dirige en la dirección opuesta, por donde el personal de seguridad dibuja un pasillo con los cuerpos para que Carlos Alcaraz y los componentes de su equipo puedan retirarse a otra estancia sin complicaciones. En una realidad completamente distinta a la del murciano, pese a tener solo un año menos que él, el joven tenista cuenta que es de Trujillo, al norte de Perú, y que comenzó a jugar porque un día un profesor le vio talento y él quería seguir los pasos de su hermano. Ahora, de repente, se encuentra en la bella Italia y peloteando con Alcaraz, que le ha escogido como sparring para las tres últimas sesiones.

“El año pasado terminé en el top-10 de los júniors”, transmite a este periódico. “Y la ATP me eligió a mí para venir aquí y ensayar con los mejores. Esta semana estoy pegándole mucho con Carlitos, porque parece que le gusta cómo juego. De pequeños habíamos coincidido en algunos torneos, pero ahora... Él está a otro nivel, es un superdotado. Creo que ha nacido para esto”, continúa Bueno; “lo que más me impresiona es su físico, el cómo llega a la pelota; llega a una, y a otra, y a la siguiente... Es muy rápido, muy elástico, muy fuerte y muy explosivo. Es todo lo que uno quisiera ser. A veces le tiro bolas a las que normalmente no llegan los otros, pero él sí, te sigue el punto y te la pone más difícil. Es muy educado, y te tira buena onda”.

La mirada emocionada de Bueno, hoy el 389º del circuito, es la de aquel que ha soñado tantas y tantas veces con llegar allá donde ha llegado su compañero, quien desfila seriote, pensando en que este miércoles (14.30, Movistar Deporte) se la juega a cara o cruz, y en que no habrá margen de error contra el diablillo Andrey Rublev. Perdió el lunes contra el alemán Alexander Zverev, así que el formato de esta cita maestra le obliga ahora a derrotar al ruso, porque de lo contrario sus opciones de sortear la fase de grupos y acceder a las semifinales del sábado serían remotas, remotísimas, a falta de un último duelo con Daniil Medvedev el viernes. No es sencilla la tarea, y menos teniendo en cuenta la complejidad del presente.

Alcaraz y Bueno, durante un entrenamiento en el Pala Alpitour.
Alcaraz y Bueno, durante un entrenamiento en el Pala Alpitour.

No atraviesa Alcaraz por un buen momento y, por si fuera poco, no le ha gustado nada el drástico salto a la pista de Turín. Tiene solo 20 años Carlitos y ha navegado apenas dos por la élite, pero al mismo tiempo posee “la experiencia” suficiente, recalca, como para haber aprendido a interpretar algunas claves y alzar la voz, si hace falta. Lo hizo el lunes, tras caer. No le convence dónde se mueve estos días, y señaló: “Es la más rápida del año, eso seguro. Y no sé por qué. Venimos de jugar todo el año en pistas duras muy lentas, así que no lo entiendo. No voy a opinar sobre si el torneo debería ser al aire libre o bajo techo, pero no sé por qué eligen esta superficie [diseñada por GreenSet, dirigida por el español Javier Sánchez Vicario]”.

Pérdida de iniciativa

El caso es que en el estreno, el español no descerrajó los tiros como acostumbra. Todo lo contrario que Zverev, que sacó el máximo partido a sus proyectiles y secunda: “La pista es muy rápida, al igual que el año pasado. Puede que la altitud [Turín está 240 metros sobre el nivel del mar] también sea un factor, pero las condiciones aquí son muy rápidas, eso está claro”. Veía el partido entre ambos Medvedev, al que no le sorprendió del todo el desenlace. “Si me preguntaran hace dos o tres meses diría que sí, pero el tenis es así, muy complicado. Por lo que sea, ahora sentimos que Carlos juega un poco más lento y que no tiene la misma confianza que el resto del año. Esto puede pasarle a todo el mundo; incluso le pasó a Novak [Djokovic] cuando era más joven. La pregunta es, ¿cómo de rápido va a recuperarse? ¿será en este torneo o el año que viene?”.

Al ruso, buen jugador de ajedrez y buen estratega, le llamó la atención un detalle de la retransmisión. “Cuando Carlos perdió el segundo set, mostraron la velocidad de los golpes de fondo y los de Sascha estaban como 10 kilómetros por hora por encima. Esto es muy sorprendente”, comentó Medvedev, al que no le falta razón. En los últimos tiempos, la violencia de los golpes de Alcaraz ha menguado y su juego se resiente, lógicamente. Si por algo se caracteriza e impresiona el murciano es por su permanente desafío a la biomecánica, por esa capacidad para generar potencia de la nada, sin la necesidad de tener que armar el brazo por completo. Sirva de ilustración la frase de Rublev: “Daniil te mata lentamente, disfrutando del momento y tomándose su tiempo, mientras que Alcaraz te destroza de inmediato, sin que te des cuenta”. Sin embargo, el cordaje del número dos ha perdido fuelle en el impacto y los cañonazos de hoy no desbordan de la misma forma al rival.

Alcaraz sirve durante el partido contra Sinner.
Alcaraz sirve durante el partido contra Sinner.GUGLIELMO MANGIAPANE (REUTERS)

Sin ir más lejos, su servicio más veloz ante Zverev alcanzó los 217 km/h, cuando rara vez baja de los 220, pero todavía es más revelador el promedio de velocidad de los primeros y los segundos saques contra el de Hamburgo. El registro de la ATP cifra los primeros en 191 km/h (17 menos que su adversario) y los segundos en 161 (7 por debajo), cuando la media habitual en los buenos momentos suele estar en torno a los 193/195 km/h y los 165 km/h. Los latigazos de Alcaraz en el inicio y el transcurso del punto no castigan de la mima forma y su drive ha perdido poder, lo que le resta iniciativa en los duelos y le expone a una circunstancia que le incomoda, la de tener que defenderse en lugar de llevar la voz cantante en los intercambios.

“Es su primera vez en este torneo y tiene la edad que tiene, así que Carlos está aquí para disfrutar y para aprender”, alegan desde su equipo, seguros de que el jugador agradecerá sobremanera el descanso que viene y, también, de que se vaciará para sacar adelante el pulso con Rublev. Toda opción pasa por rendir este miércoles al de Moscú.

Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y X, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_