Aleix Espargaró logra una vibrante victoria en un complicadísimo GP de Gran Bretaña de MotoGP
El piloto de Aprilia consigue el segundo triunfo de su vida a los 34 años con un adelantamiento estratosférico sobre Pecco Bagnaia en la última vuelta de una prueba marcada por la lluvia
Aleix Espargaró recordará el GP de Gran Bretaña de 2023 toda su vida. El piloto de Granollers, de 34 años, el más experimentado y veterano de la parrilla, firmó una remontada brillante desde la duodécima plaza de parrilla para lograr la segunda victoria de su trayectoria. El capitano de Aprilia supo esperar su momento y mantuvo la sangre fría a la estela del campeón Pecco Bagnaia, que abría pista desde la tercera vuelta y parecía invencible una vez más a lomos de la Ducati.
Parecía que dudaba Espargaró cuando apareció la lluvia, pero no era más que un ejercicio de cabeza para acompasar los latidos de un corazón disparado de pulsaciones. Tenía más ritmo, sentía que era su día, y simplemente esperó para dar el hachazo en la última vuelta. Lo hizo por el exterior en la complicada curva de Copse, justo antes de las trepidantes enlazadas de Maggots y Becketts, que pasó como un tifón a pesar de las condiciones del asfalto. Así adelanto a Pecco. Así ganó la carrera. La Aprilia sacó tracción de la nada sobre una pista de hielo, condicionada por una lluvia que gota a gota fue complicando la labor de los pilotos y les apremió a tomar riesgos para cubrirse de gloria.
From 12th on the grid! 📈@AleixEspargaro, that was awesome! 👏👏👏#BritishGP 🇬🇧 pic.twitter.com/wRiwRmbaUg
— MotoGP™🏁 (@MotoGP) August 6, 2023
“Esto es la hostia, qué carrerón ha hecho, ¡madre mía!”, decía Antonio Jiménez, jefe técnico de Espargaró, mientras corría hacía el parque cerrado junto a la familia del piloto. En su anterior y único triunfo en una carrera mundialista de dos décadas que empezó como un mequetrefe de 15 años, en el GP de Argentina de 2022, ni su esposa Laura ni los gemelos Max y Mía viajaron con él al circuito, como acostumbran. Sí que estaban los tres este domingo. Esto redondeó todavía más la victoria en Silverstone. “Me ha hecho mucha ilusión, y encima mi hijo me había pedido que me colocara en cabeza para poder verme por la tele”, comentó sonriente el ganador.
“Ha sido de locos. En la primera vuelta me sentía muy bien, invencible. Cuando ha empezado a llover he preferido mantener la calma y quedarme detrás de Pecco”, explicó al repasar el desarrollo de una carrera con dos fases muy distintas. La primera parte de la prueba fue una exhibición de Bagnaia, de nuevo más fuerte que el resto en ritmo, desatado con aire libre enfrente. Por detrás, su compatriota Marco Bezzecchi fue el único que se atrevió a seguirle de cerca y terminó yéndose a la grava en la sexta vuelta. Ahí parecía que el número uno iba a cabalgar en solitario, pero Aleix fue subiendo posiciones y se encontró segundo y muy cómodo con una Aprilia plagada de novedades en la reanudación del curso tras el parón estival.
Pretendía adelantarle por ritmo, pero las gotas de agua le animaron a ser precavido. “Las últimas vueltas han sido dramáticas, nos seguían otros y la moto ha empezado a resbalar. Ha sido de órdago”, reconocía el ganador. La lluvia chispeante apareció a ocho vueltas del final y fue complicando la pista, bajando el ritmo de cabeza y compactando el grupo delantero, donde Brad Binder y Miguel Oliveira, dos especialistas sobre el asfalto mojado, se iban creciendo ante las dudas de Bagnaia y las Aprilia oficiales. Hubo varios toma y daca entre Aleix, su compañero Maverick Viñales y el sudafricano de KTM, pero finalmente el de Granollers supo mantener su posición preferente para atacar el triunfo. Desconectó la cabeza y volvió a tirar de corazón, culminando así una gran remontada con un adelantamiento estratosférico para cerrar el regreso de las vacaciones con el mejor sabor de boca.
Marc Márquez vuelve a caer
Ni el cambio de chip ni la prudencia evitaron que Marc Márquez volviera a quedarse sin puntuar otro domingo. De momento, en 2023 no ha logrado finalizar ninguna carrera larga, y ya van nueve entre caídas y lesiones inhabilitantes. Un toque con Enea Bastianini mandó al ocho veces campeón del mundo al suelo en la vuelta 15, y ahí terminó un nuevo fin de semana para olvidar. Quería simplemente puntuar, y ni siquiera logró eso. Su hermano Álex, ganador en el ‘sprint’, se retiró de la prueba larga por una rotura de cambio cuando marchaba cuarto y Jorge Martín, segundo clasificado en el Mundial a 41 puntos del líder Bagnaia, fue sexto después de sufrir un toque en la salida que le dejó en 21ª plaza y le obligó a remontar para salvar la papeleta.
En un fin de semana de alegrías para la familia, Pol Espargaró completó su regreso a la competición tras su grave accidente en la carrera inaugural del certamen del Mundial con una duodécima posición que le sabe a gloria.
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