Jordan Díaz: “La tensión que se vive en unos Juegos es terrible; ahora solo quiero descansar”
Entrevista rápida con el campeón olímpico de triple salto, que solo piensa en irse de vacaciones y olvidarse de todo durante tres semanas
Cuando compite, Jordan Díaz es un miembro del Cuerpo de Exploración de Ataque a los titanes. En Roma, cuando ganó el Europeo, en París antes del oro olímpico, al ser presentado hace puño al corazón, el saludo de los exploradores y se muerde el canto de la mano en el momento de atacar su salto, como el capitán que se transforma en titán en el anime que le quita el sueño, y cuando empalma capítulo tras capítulo le dan las tres de la mañana, confiesa, y en su Instagram su carrera hacia el foso se transforma en la de un explorador de sus dibujos favoritos. Como Noah Lyles, el anime es la inspiración del joven español de La Habana, de 23 años, su motivación, su forma de manejar la tensión, suprema, que siente. Después de competir, y cumple con su deber y gana, y no han pasado ni 16 horas cuando se somete a una ronda de entrevistas que debe a su patrocinador, Red Bull, es un hombre vacío, agotado, sometido a la tortura, dice, de quien quiere descansar, ve el momento, pero no puede. “A quién le puede gustar responder a 18 entrevistas…”, dice. “Sí, es lo que toca, sí, pero aun así…”
Pregunta. Ya ha tocado la campana del Olimpo…
Respuesta. Ya estoy en la historia, sí.
P. ¿A qué sabe la gloria?
R. Como si me hubiera dado tiempo a saborearla… No he tenido tiempo de hacer nada. Pero, una vez cogida la medalla, ha aumentado la ilusión. Y llevar la bandera mañana en la clausura.
P. No verá el momento de irse de vacaciones…
R. Me voy de aquí con unas ganas de todo, menos de entrenar, menos de deporte. No quiero saber nada.
P. ¿Es más agotamiento mental, una sensación de vacío?
R. Eso es, sí. Ahora mismo lo que necesito es un descansito. Al final estoy todo el año entrenando para estos objetivos. Y es complicado. Siempre hay altibajos, y tanto a nivel físico como psicológico, hay que saber gestionarlo todo bien, porque es complicado.
P. En toda su carrera, ha ganado todas las grandes competiciones a las que ha llegado como favorito salvo unos Panamericanos en 2019, cuando fue plata…
R. A ver, la gente me ponía como favorito aquí en París, pero yo no me veía favorito de ningún tipo. Lo decían porque había saltado 18,18m y tal, pero estaba compitiendo con el anterior campeón olímpico, campeón mundial, campeón europeo y una persona con mucha experiencia [Pedro Pablo Pichardo]. Yo, por lo menos, no me veía como favorito para obtener la medalla de oro. Pero si ya se vio con cuánto gané, con dos centímetros solo. Fue luchado.
P. Dos centímetros que parecían un mundo, un muro contra el que chocó el rival hasta desesperarse y perder los nervios…
R. Sí, yo creo que sí, el primer salto, cómo respondí a Pichardo, fue clave para todo el rumbo de la competición. Pero la tensión que se vive en las competiciones y más en unos Juegos Olímpicos, que no lo había probado porque son los primeros, es terrible. Terrible la tensión y la presión que supone eso, porque sabes que es la competición más top con la que cualquier atleta sueña.
P. Pero usted disimuló muy bien, no perdió el flow, la relajación saltando, en ningún momento.
R. Sí. Lo bueno es que tuve saltos ahí en 84, 85, tenía una buena estabilidad y eso es lo bueno, me quedo con eso. Fue complicado. Al final son competiciones completamente diferentes a unos Europeos o a un campeonato a España. Es lo más fuerte; todos los atletas se preparan cada cuatro años solamente para esto, y es jodido.
P. ¿Se considera un killer en el pasillo de saltos, uno que se niega a perder?
R. No, a ver. En esta vida de deportista voy a ganar y voy a perder. Incluso voy a perder más que ganar. Ojalá sea al revés, pero es muy complicado mantener un nivel en el que ganes todo. Así que siempre tienes que ir preparado, para cuando pierdas no estresarte. No estresarte ni volverte loco.
P. ¿Adónde se irá de vacaciones?
R. No tengo ni idea. Quiero hacer muchos planes y yo cuando tengo muchos planes, al final no hago ninguno. Pero sí, algo haré, lo tengo claro. Me daré unas tres semanitas, por ahí. Sí, ya a partir de ayer empezaron mis vacaciones. Bueno, mis vacaciones no empiezan hasta que no vuelva el lunes a España, porque aquí vamos, estoy saturado con temas de entrevistas y toda la historia.
P. ¿Tan poco?
R. Sí, sí, sí. Hay que seguir entrenando. No se puede parar. A Guadalajara de nuevo.
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