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El gol de Camavinga: los 41 segundos que resumen el despertar del Real Madrid

Xabi Alonso celebró una jugada coral que comenzó con un robo de Valverde y terminó en el 0-2 después de 15 pases de nueve jugadores

David Álvarez

En pleno proceso de búsqueda casi introspectiva, después de un mes de noviembre en el que el proyecto amenazaba con descarrilar, el Real Madrid dejó este miércoles en San Mamés 41 segundos que contienen buena parte de lo que ha estado buscando Xabi Alonso desde que llegó: intensidad, salida ordenada, avance conjunto, velocidad de circulación y mucha gente en el área al final. El segundo gol al Athletic llegó después de 15 pases en una jugada en la que participaron nueve jugadores. Tocaron la pelota todos, salvo Rüdiger y Tchouameni.

La jugada comenzó con un robo de Fede Valverde, que había retrocedido unos 30 metros justo después de estar a punto de llevarse la pelota en otra presión siete segundos antes. El uruguayo acudió a ayudar a Trent con Nico Williams, que acababa de recibir, y recuperó. Thibaut Courtois relacionó el triunfo con esa energía colectiva: “Lo hemos conseguido con trabajo en equipo, con una buena presión, con buena intensidad desde el primer segundo”.

Valverde cedió al belga y ahí comenzaron a construir. Pase a Militão y apertura a la banda derecha a Trent. Mientras, el uruguayo había tirado un desmarque hacia delante y el inglés le envió la pelota con precisión por encima de un rival. Valverde ya miraba arriba a Vinicius y Mbappé, que corrían al otro lado a la espalda de la defensa. Cruzó un buen pase hacia el francés, y este abrió un poco más al brasileño. Solo 15 segundos después del robo, ya estaban casi en el área de Unai Simón. Habían escapado. “Fue una buena salida ante la presión de ellos”, describió Courtois. “Y eso es lo que nos faltaba quizá en otros partidos”.

Ahí Mbappé y Vinicius pusieron un poco de pausa. Buscaban por dónde entrar mientras aguardaban la llegada de más efectivos. No se lanzaron a misiones solitarias como muchas veces se arranca el brasileño para desesperación de Xabi. Y fueron apareciendo por ese lado izquierdo Bellingham y Álvaro Carreras. 30 segundos después del robo ya había cuatro futbolistas del Madrid pisando el área.

En el banquillo, Xabi se relamía: “Tenía muy buena sensación de cómo estábamos eligiendo. Cómo llegábamos, cómo íbamos de un lado a otro, cómo progresábamos…”, dijo. Hubo mucha movilidad por ese costado izquierdo, mucho intercambio de posiciones, mientras se sumaban jugadores al ataque. Pero el Athletic cerraba bien el flanco acumulando cada vez más hombres. Entonces Bellingham pensó en el otro lado, que debía estar desierto. Giró y abrió el juego a la derecha, por donde se incorporaba Trent.

Cuando el inglés puso el centro, Camavinga, Vinicius y Mbappé atacaban la frontal del área pequeña. El balón le cayó al 10 en el segundo palo. “Buen remate de cabeza de Kylian, que me sorprende con la cabeza”, bromeó Courtois. En realidad fue un pase al otro palo, donde se encontraba solo el centrocampista, que marcó el 2-0 con otro cabezazo. El cronómetro marcaba 41:57.

Habían transcurrido 41 segundos desde el robo de Valverde y el Madrid tenía seis futbolistas en el área de Unai Simón, además de al uruguayo y a Tchouameni aguardando en la frontal. “Eso es lo que necesitamos, gente en el área”, dijo Courtois. “Porque ahí es donde se hace gol. Cuando los centrocampistas llegan, como Cama hoy, eso es muy importante”. Xabi destacó “la calidad colectiva que ha tenido el equipo”, ese espíritu coral y coordinado en la línea de una de las ideas en las que ha estado incidiendo desde que llegó, “las distancias”, ese atacar y defender juntos.

También detectó ese punto más de activación al que se refirió Courtois, y que se había echado de menos en casi todos las decepciones de noviembre: “El equipo ha salido desde el primer minuto a jugar a ganar el partido, con buena concentración, con buena intensidad, con muy buen ritmo y nos hemos hecho dueños del partido en esa primera parte”, dijo.

En los primeros siete minutos, Mbappé ya había dispuesto de tres ocasiones, y acertó en la tercera. Aunque el gol que resume las señales positivas que buscaba Xabi y que emitió el Madrid en San Mamés fue el segundo, desde la intensidad en la recuperación de Valverde y el orden en la salida, al acelerón en ataque, la búsqueda de espacios y el cabezazo de Camavinga, los refuerzos del centro del campo atacando el área.

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Sobre la firma

David Álvarez
Sigue la información del Real Madrid y la selección española en EL PAÍS, donde ha sido redactor jefe de la sección de Deportes. Ha cubierto los Juegos Olímpicos, el Mundial de fútbol y la Eurocopa. Antes trabajó en ABC, El Español, ADN, Telemadrid, y La Gaceta de los Negocios. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra.
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