El Barcelona llega al clásico con sed de venganza, pero sin Patri Guijarro

Hace menos de un año, en el mismo escenario, el Barcelona caía por primera vez en su historia ante el Real Madrid. Tras aquel encuentro, no exento de polémica arbitral, las azulgranas fueron conscientes de que no mostraron su mejor nivel. La frustración no llegó solo por el gol mal anulado a Jana Fernández, sino por la forma en que se produjo la derrota. “Hizo bastante daño. Ahora tenemos una nueva oportunidad. Ellas se acordarán de aquello y querrán repetirlo, pero estamos fuertes”, reconoce Irene Paredes. El recuerdo sigue presente. “Tenemos más ganas de ganar que nunca”, enfatiza Claudia Pina. Pere Romeu, el técnico blaugrana, advierte sobre dejarse llevar por las emociones: “Hay que jugar con la cabeza además de con el corazón”. El clásico se presenta como una prueba y antesala del duelo ante el Chelsea el jueves que viene de Champions, dos partidos que marcarán el rumbo de la temporada para un Barça que ha goleado en 10 de 13 encuentros, aunque cayó recientemente ante la Real Sociedad. Entre el deseo de revancha y un equipo más maduro que hace un año, hay una ausencia decisiva: la de Patri Guijarro, cuya vuelta no se espera hasta 2026.

“Todo el mundo sabe que es imposible sustituir a Patri. Es única, mágica cada vez que está en el campo. Cualquier equipo notaría que no está”, explicó Graham Hansen sobre la mediocentro. Guijarro sufrió a mediados de octubre una fractura por estrés en el escafoides del pie derecho, con un tiempo de recuperación estimado de tres meses. La balear es fundamental en el funcionamiento del centro del campo, también del equipo. No es casual que sea la segunda máxima goleadora histórica ante el Real Madrid empatada con Ewa Pajor, con siete tantos, por detrás de los diez de Alexia Putellas. Hace un año firmó un doblete para abrir el marcador y suma cuatro goles en los últimos cinco clásicos.

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Sábado, 15/11/2025 16:00CET

Romeu desgrana su impacto: “Patri ve pases muy difíciles de ver, que yo como entrenador a veces no veo, y ella lo hace rodeada de cuatro defensoras. Tiene una capacidad en el pase, en el desplazamiento en largo, en hacer jugar a todo el equipo… A Patri siempre se la echará de menos”. Fundamental también en el vestuario, es apoyo para muchas de sus compañeras. “Patri es increíble”, sintetiza una de ellas. “Es irremplazable”, coincide Paredes, aunque destaca la fortaleza del grupo: “Pero nadie es imprescindible”.

Sin Patri ni una sustituta natural, el Barça ha recurrido en el último mes a Laia Aleixandri, recién llegada este verano y socia del club antes incluso de tener DNI, y a Clara Serrajordi, canterana de 17 años que ya se ha ganado un hueco en el primer equipo. “Laia lo hace muy bien. Aunque no es su posición, conoce este rol por la selección y por el Manchester City”, explica Graham. “Aquí ha jugado más de central que de mediocentro, pero se ha adaptado muy bien. Nos da mucho dinamismo en ataque”, añade Romeu, “muy contento” con su rendimiento. El staff le pedía que estuviese más cerca de la pelota, que atacara muy bien las espaldas rivales. Patri, con quien mantiene muy buena relación, también le ha dado consejos durante su ausencia. “Si la portera está adelantada, chuta”, le decía. El fin de semana pasado, ante el Deportivo de La Coruña, Aleixandri respondió con un doblete y se llevó el MVP.

Para el clásico, tampoco estará Salma Paralluelo, con una lesión en el ligamento lateral de la rodilla, aunque ya sí con Pajor y Kika Nazareth para reforzar el ataque. El escenario, el Estadi Olímpic Lluís Companys, no es el habitual para el equipo, y es donde el Barça ya perdió ante el Madrid y el Chelsea. El club prevé unas 30.000 personas para este sábado, por debajo de la capacidad total del estadio (50.000). “Es un tema de márketing, porque no le ha llegado a la gente que jugamos contra el Madrid”, señala Graham.

El Barcelona saltará al césped con la intención de recuperar su orgullo tras la última derrota. “La distancia es algo que os dejo a vosotros, que sois quien lo comentáis”, dijo Romeu sobre la diferencia entre ambos equipos. Y Laia Aleixandri vivirá su primer clásico con una responsabilidad enorme en un escenario igualmente grande: lograr que no se note la ausencia de Patri Guijarro.