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DE ÁREA A ÁREA
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Louzán: el Mundial, los árbitros y lo demás

El Madrid, siempre una de las vigas maestras del sistema, no está por colaborar y de un tiempo acá un ‘mourinhizado’ Florentino lo ha convertido en club antisistema

Rafael Louzán, en la pasada Asamblea General Extraordinaria de la Federación Española de Fútbol (RFEF).
Rafael Louzán, en la pasada Asamblea General Extraordinaria de la Federación Española de Fútbol (RFEF).Mariscal (EFE)
Alfredo Relaño

Una vez liberado de su condena por prevaricación, lavada en el Jordán del Supremo, Louzán puede presidir la Federación sin condicionantes. Hasta ahora le había visto débil, poco líder, en sus principales apariciones: en la Supercopa ante el micrófono de Mónica Marchante sobre el caso Olmo; en el discurso final allí, esquivando el sofoco de las esposas y novias de los jugadores del Mallorca; en la nota de respuesta a la del Madrid, en la que ni siquiera osó citar al ofensor.

Quizá fuera por la inseguridad de su posición, o quizá sea ese su aire y más adelante descubramos una mano de hierro en guante de terciopelo, ya se verá. El caso es que tiene tarea por delante y unos objetivos fijados.

Está la perspectiva del Mundial, en la que es obligado su entendimiento con un Gobierno que le ha estado buscando las zapatillas hasta el final. Ahora se ha dado una curiosa paradoja: tras años de sostener a Rubiales con el propósito de chinchar a Tebas, y tras voltear después a Rocha de mala manera por hacer la paz con Tebas, ahora se encuentran al gran maligno de vicepresidente y consejero áulico de Louzán, a su vez un hombre con larga carrera en el PP gallego. Irene Lozano, José Manuel Franco, Víctor Francos y González Uribes pueden salir al escenario y saludar. Y con ellos, el que movió el guiñol. De momento, Louzán ya ha entregado a Tebas la venta de derechos televisivos de la Copa, que Villar había cedido a LaLiga y Rubiales recuperó para la Federación. Se supone que así habrá más dinero.

Al tiempo, Louzán ha lanzado un guiño al Gobierno al nombrar a María José Rienda coordinadora del equipo del Mundial. Rienda fue la primera secretaria de Estado para el deporte de Pedro Sánchez, y no participó en la posterior política tarambana. Fue sustituida para premiar a Irene Lozano, amanuense del presidente en su Manual de resistencia. Rienda es una buena designación para suavizar fobias. En el recorrido hasta 2030, difícil en sí, hay un problema añadido. Valencia no está entre las 11 sedes designadas, porque no tenía estadio apto; ahora se ha reemprendido su empantanada construcción y siendo así no se entendería que la tercera ciudad de España no tuviera Mundial. Será difícil que nos den una sede más, así que esto sólo lo solucionaría el fallo de alguna de las designadas. En Valencia confían en que pinchen Riazor o La Rosaleda. Tema espinoso.

Hay otras cuestiones que pueden parecer menores, pero son importantes en lo cotidiano: la informatización plena de la Federación, muy atrasada; la presencia en FIFA y UEFA, perdida en las recientes polvaredas; la reducción de gastos en la Copa, con eliminatorias por proximidad regional en las primeras fases; el control económico en la Primera RFEF, una categoría ideada por Rubiales con buen tino, que reúne capitales de provincia, filiales y ciudades de importancia, pero que es ruina por la cortedad de los derechos televisivos y la desesperación por subir…

Y, por último, pero no menos importante, los árbitros. Ya organizó una reunión, convocada antes de la nota del Madrid y no como consecuencia de ella, a la que por supuesto el Madrid prefirió no asistir, sino encerrarse en su enfado y su torre de marfil. Es un problema eterno, de solución imposible, que está peor que nunca por esa alteración histérica de un Reglamento con el que nos hemos manejado por generaciones y en el que los propios árbitros de hoy crecieron. Todo eso enredado por el VAR, que ha eliminado el recurso a la resignación cristiana y privado a los árbitros del derecho a la presunción de inocencia.

Un tema diabólico en el que sólo hay dos cosas claras. Una, que Medina Cantalejo no vale; para buscarle sustituto quizá no haya que buscar muy atrás en el tiempo. Otra, que el Madrid no está por colaborar. Siempre una de las vigas maestras del sistema, pero de un tiempo acá un mourinhizado Florentino lo ha convertido en club antisistema.

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Sobre la firma

Alfredo Relaño
Alfredo Relaño formó parte de la redacción fundacional de EL PAÍS, en la sección de Deportes. Fundó la delegación en Andalucía, regresó como redactor jefe y luego fue director de Deportes en la SER y Canal +, y director de AS, del que ahora es presidente de honor.
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