El Barcelona arrasa al Real Madrid en la final de la Supercopa

Un Barcelona muy superior se volvió a imponer este domingo por decimosexta vez consecutiva al Real Madrid para elevar su quinta Supercopa de España. Por primera vez en una final, el Barça arrasó a las blancas en un encuentro que quedó sentenciado en el tiempo añadido de la primera parte, cuando Ewa Pajor remató cruzado de cabeza un saque de esquina lanzado por la fantástica Graham Hansen. La polaca se adelantó en el primer palo a Toletti para marcar el tercer gol azulgrana justo antes de marcharse a los vestuarios. El tanto fue un puñetazo en el estómago del Madrid, tocado psicológicamente con un 3-0 en un primer tramo en el que compitió durante más de media hora contra el equipo que domina en Europa pero en el que los errores en defensa lo castigaron sobremanera.

FCBFFC Barcelona Femenino

5

Cata Coll, Irene Paredes, Fridolina Rolfö (Esmee Brugts, min. 64), Ona Batlle (Jana Fernández, min. 77), Mapi León, Alexia Putellas, Patri Guijarro (Keira Walsh, min. 84), Aitana Bonmatí, Ewa Pajor, Clàudia Pina (Vicky López, min. 77) y Graham (Salma Paralluelo, min. 64)

RMFReal Madrid Femenino

0

Misa, Maëlle Lakrar, Olga Carmona, María Méndez, Antônia, Filippa Angeldahl, Alba Redondo (Eva Navarro, min. 65), Sandie Toletti, Linda Caicedo, Caroline Weir (Athenea del Castillo, min. 66) y Signe Bruun (Teresa Abelleira, min. 78)

Goles 1-0 min. 30: Graham. 2-0 min. 36: Ewa Pajor. 3-0 min. 48: Ewa Pajor. 4-0 min. 61: Patri Guijarro. 5-0 min. 84: Alexia Putellas

Arbitro Olatz Rivera Olmedo

Tarjetas amarillas Sandie Toletti (min. 35), Jana Fernández (min. 80)

El choque se quedó en el descanso sin más trama que saber cuántos goles le endosaría el Barcelona, un conjunto de época, a un Real que todavía intenta dar sus primeros pasos en la élite de este deporte. Al final fueron cinco, dos menos que los que anotó el año pasado para torturar al Levante en la final, los que marcó para alzar su decimocuarto título nacional de los 16 que ha habido en juego desde la temporada 2019-2020. Desde entonces, solo se le ha escapado la Supercopa de 2021 y la Copa de la Reina de 2023, cuando quedó eliminado en octavos por alineación indebida.

Toril, condicionado por la lesión de la centrocampista Leupolz, puso de inicio en el campo a dos extremos como Alba Redondo y Linda Caicedo ocupando las bandas del 4-4-2, con Angeldahl y Toletti en el doble pivote. Hasta hoy, el técnico blanco había utilizado a tres medios en los partidos contra los rivales más potentes. El cambio trató de dar más velocidad al Madrid en las alas, con Bruun en punta para acompañar a Weir, pero al equipo le costó mucho trenzar cada vez que robó el balón al Barça, siempre con una centrocampista más con el triángulo Guijarro-Bonmatí-Putellas.

El Barcelona, el equipo más dominante de Europa, se estacionó desde el principio en el campo del Real. El guion es siempre el mismo en los partidos de las azulgranas: mezclan y mezclan en tres cuartos a la espera de encontrar la combinación precisa con la que desarbolar la defensa rival mientras ahogan con una presión adelantada asfixiante cada vez que sufren una pérdida. Ya en el minuto ocho, Pajor embocó el balón en la red tras un tiro de Hansen que despejó mal Misa, pero el VAR anuló la jugada por fuera de juego. Al primer aviso respondió al momento el Madrid. Carmona robó en la salida de balón y lanzó a Caicedo. El remate de la extremo colombiana lo rechazó Paredes y se fue a córner.

Fue uno de los pocos mordiscos que le pudo dar el Real a la defensa culé. Las blancas erraron el último pase en las pocas veces que pudieron superar la presión, sin filo suficiente para inquietar de verdad a Cata Coll mientras el Barça rondaba la portería de Misa con remates de Alexia, Pina y Pajor. Las azulgranas se toparon a la media hora con el primer gol en una acción en la que Lakrar erró en el despeje. El balón quedó muy cortó y le cayó a Graham Hansen. Su disparo desde la frontal rebotó en la central francesa y cambió de trayectoria para anular la estirada de Misa.

El Madrid se revolvió y dio otro arañazo. Carmona y Redondo combinaron en la banda izquierda hasta que el balón le llegó a Bruun en el centro del área. La atacante danesa cedió para Weir, pero su pase se quedó corto y Mapi León taponó el disparo a bocajarro de la escocesa para que el Barça endosara otro manotazo psicológico al cazar el segundo casi en la jugada posterior. Graham Hansen filtró un balón estupendo para Ona a la espalda de la defensa blanca y Pajor se adelantó a María Méndez y Lakrar para marcar a pesar de la superioridad numérica de las centrales.

Con el tercer gol en el añadido del primer tramo, el segundo fue una película de terror para el Madrid. Las blancas perdieron el balón una y otra vez ante la intensa presión adelantada del Barcelona. Ni Toletti ni Angeldahl fueron capaces de organizar desde el medio del campo a un equipo que tenía en el banquillo a Teresa Abelleira, la jugadora con más capacidad para ordenar el juego.

El choque semejó en la segunda mitad por momentos un partido de balonmano, con las futbolistas del Barcelona frente al área del Madrid lanzando ráfagas continuas sobre la portería de Misa. A Graham Hansen se le escaparon dos tiros por centímetros después de que el VAR corrigiese un penalti que la colegiada había pitado sobre Bonmatí, pero Guijarro estampó desde la frontal un gol de postal con un disparo que entró por la escuadra izquierda de Misa.

El Madrid, que trató de agitar el partido con la entrada de Eva Navarro, Athenea y Abelleira, no fue capaz de tirar a portería con peligro en la segunda final de su breve historia hasta el minuto 76, cuando Coll salvó un mano a mano ante Caicedo. Alexia, titular por primera vez en una final dos años y medio después y muy cerca de su mejor versión, cerró la goleada de un Barça de época que atrapó hoy en Leganés con el estadio casi lleno su primer título del año. La propia Putellas levantó el trofeo que le entregó Sergio Merchán, vicepresidente de la Real Federación Española de Fútbol, después de que el mandamás federativo, Rafael Louzán, no asistiera a la final por el temporal que impidió que su vuelo despegara desde Galicia esta mañana para ver in situ el triunfo del Superbarça, un equipo que parece no tener rival en España otra temporada más.