Amal Fashanu: “Es ridículo que en el mundo haya más de un 10% de personas homosexuales y en el fútbol no haya nadie”
La sobrina de Justin Fashanu, el primer jugador que se declaró gay en la Premier y acabó suicidándose, presenta en el festival de cine ‘Thinking Football’ una película sobre el tabú de la sexualidad en el fútbol
El día que el exfutbolista inglés Justin Fashanu decidió quitarse la vida, a los 37 años, había quedado con su sobrina Amal (Londres, 36 años) para llevarla a un concierto de Elton John. Lo cuenta, todavía conmovida pese a que han pasado más de dos décadas y media, su madre, Marisol Acuña, que estuvo casada con John, también jugador de fútbol, y hermano de Fashanu. “Ya me había separado de mi marido bastantes años antes, pero Justin y yo éramos almas gemelas”. El suicidio, tras ser acusado de una agresión sexual que se demostró falsa, se produjo unos meses después de que el futbolista se declarase homosexual en una entrevista publicada por The Sun y titulada “I am gay”. Amal, hija del futbolista y de la modelo española, que fue la tutora de los hijos de David Beckham y Victoria Adams en la época en la que el futbolista inglés jugaba para el Real Madrid, investigó sobre el tema, realizó un reportaje documental en 2012, y ahora es una de las protagonistas de la película The Last Taboo (Manfred Oldenburg; Alemania, 2024), que se exhibe en el festival Thinking Football que organiza la Fundación Athletic.
Pregunta. Esta es una película de una temática que le atañe personalmente.
Respuesta. Sí. Llevo desde el 2012 hablando sobre la homofobia en el fútbol y en el 2020 monté la fundación oficial The Justin Fashanu Foundation. También hablo sobre la salud mental en el fútbol y sobre el racismo, y son tres temas porque mi tío Justin tenía un poco de los tres. Desde que he podido, he hablado de ello, porque creo que es algo que debería de cambiar, y que está cambiando poco a poco, pero muy poco a poco, por lo que hay que seguir.
P. Parece que en temas de salud mental hay muchos deportistas que han dado un paso adelante.
R. Efectivamente. Pero el tema de la homofobia sigue escondido. Es el gran tema al parecer, el gran tabú. La verdad que es difícil de explicar el porqué, ya que la mayoría de la sociedad ha avanzado bastante, pero el fútbol parece ser que está atrapado en una era distinta, una era pasada. Es como que no podemos avanzar, y por mucho que hable yo del tema, y hable la gente y la sociedad y distintos grupos, sigue siendo un tema tabú, y en cuanto se menciona, es algo bastante difícil de gestionar.
P. En el título de la película aparece, precisamente, la palabra tabú.
R. La película cuenta un poco la historia de la homofobia y la supuesta falta de homosexuales en el fútbol. Desde que mi tío salió y lo hizo público en los 90, han salido varios otros jugadores de fútbol, pero ninguno de ellos está jugando en la Premier ahora o en otras ligas importantes. Son jugadores que se han retirado, que ya no juegan. Un avance significativo va a ser cuando alguien que esté jugando en un equipo potente, salga y sea honesto consigo mismo.
P. En España hay un 14% de población que se reconoce dentro del colectivo LGTBI. Los porcentajes en el fútbol no cuadran, ¿no?
R. No, no tiene sentido. No puede ser que en el mundo haya más de un 10% de personas homosexuales y en el fútbol no haya nadie. Vamos, es ridículo.
P. ¿Y a qué cree que se debe?
R. Creo que es una mezcla de cosas. Creo que tiene que ver con que la sociedad del fútbol es muy cerrada, masculina, y que la mayoría de la gente que está arriba, en el poder, tiene una cierta edad, pertenece a ciertas culturas, y eso también hace que sea muy difícil avanzar, porque hay mucho dinero en juego. Entonces, cuando hay mucho dinero y mucho poder, es difícil hacer cambios. También tenemos por el otro lado a los aficionados. Los fans también dicen lo que quieren que sea el fútbol, y para mayoría de los fans ahora mismo, ser gay no es algo que guste. Es una combinación de cosas.
P. ¿Alguna más?
R. Por ejemplo, también los managers, los agentes, porque ellos tampoco quieren perder contratos. Si ahora, por ejemplo, se conoce la homosexualidad de un jugador, no quieren arriesgarse a perder patrocinadores o contratos. Eso significa dinero. No es fácil.
P. Dice usted que su tío Justin pasó un infierno cuando tuvo a Brian Clough como entrenador en el Nottingham Forest.
R. No era uno de los mejores ejemplos, vamos a decirlo así, y además que no solo era un mal ejemplo, sino que yo creo que destruyó de alguna manera la carrera de Justin y sus sueños. Es muy difícil tener a un entrenador que no quiere entrenarte; es muy difícil tener a un entrenador que piensa que eres una mierda, o que no vales porque eres gay, o eres distinto, o eres bisexual. Por lo tanto, es clave que los entrenadores sean abiertos de mente, porque ellos pueden determinar cómo va a ser un futbolista.
P. En el fútbol femenino parece que no existe ese problema.
R. Yo diría que también hay discriminación en el fútbol femenino, porque en realidad todo el mundo hace la asociación y cree que una chica que juega al fútbol es lesbiana, entonces, es como una discriminación inversa. Con las chicas se asume directamente que con aquellas juegan al fútbol, que es un juego macho, masculino, donde se necesita fuerza, hay algo que no es normativo, porque eso es algo que hacen los hombres. Si una mujer adopta ese rol significa que automáticamente ella es lesbiana, lo que es una locura.
P. Las pioneras del fútbol femenino en España explican que a ellas les llamaban marimachos.
R. Sí, sí, es algo común, y vamos, es como que parece hasta difícil para una chica jugar al fútbol y ser femenina y heterosexual. A la gente le suena extraño.
P. ¿Tenía 11 años cuando murió su tío, cómo y por qué acabó investigando los detalles de lo que sucedió?
R. Según vas creciendo, vas entendiendo un poco la vida, vas entendiendo las circunstancias. Con el tiempo, me di cuenta de que no había sido nada fácil para él, y que había sufrido bastante, que mucha gente no le había tratado bien. Ver eso me duele. Por eso empecé a investigar y a entender. Por ejemplo, en el documental que hice para la BBC en 2012 [Britain’s Gay Footballers], hablé mucho con mi padre. También quería entender sobre mi familia, qué había pasado, y cómo le habían tratado.
P. Su padre John fue muy duro con su tío Justin cuando desveló su homosexualidad.
R. Para mi padre tampoco fue fácil porque él también jugaba al fútbol, y tenía una familia, y para la mentalidad de entonces esto era algo muy tabú. Él, por proteger a su familia, hizo comentarios y tomó decisiones que a lo mejor ahora no tomaría, pero así fue.
P. ¿Con el paso de los años comprende a su padre?
R. Comprender no, la verdad. Entiendo que las circunstancias fueron difíciles para él, pero creo que a lo mejor la manera de manejar la situación podría haber sido con un poco más de amor, y un poco más de sutileza. Pero también él estaba en el mundo del fútbol, que es un deporte agresivo y en ese tiempo más que ahora, y mi padre jugaba un rol bastante importante. Tampoco debió ser muy fácil para él.
P. Además de la homofobia, estaba el racismo, que no se vigilaba como ahora.
R. Mi padre me ha contado cosas que ahora son impensables. En Milán le llamaban desde una esquina: “¡Fashanu, Fashanu, y él pensó, ‘son mis fans’, y se acercó. Le empezaron a tirar botellas con agujeros, llenas de orina, de sangre, y antes no se podían cambiar de camiseta, así que jugó todo el partido con la suya manchada y apestando a meados. Ahora cualquier incidente está grabado. En su primer partido con el Millwall [club del sudeste de Londres], sus propios compañeros de equipo le dieron una paliza.
P. ¿Piensa en todos el sufrimiento que tuvo que padecer su tío?
R. Sí, por eso hice el documental de 2012, porque cuando llegué de vuelta de Madrid a Londres, de la universidad, me contactó una persona que daba clases en la Brighton University, y entonces empecé a investigar un poco sobre Justin. ¿Qué había pasado? ¿Cómo lo habían tratado? Leí cosas en la prensa y en medios digitales que son falsas, noticias que no son verdad. Todo eso al final me llevó a hacer el documental, y acceder a la BBC para compartir mi historia. Me alegro de haberlo hecho. Han pasado ya bastantes años y sigo hablando del mismo tema, porque creo que se avanza, pero no muy rápido. Hay que seguir hablando.
P. Usted conoce a unos cuantos futbolistas que sabe que son homosexuales, pero que siguen ocultándolo.
R. Sí, y es como si fuera un gran secreto, cuando en realidad simplemente es que son gays. A mí me da pena, porque que saliesen estos jugadores sería increíble ¿No? Sería como que mi trabajo ha servido para algo. Pero yo tengo que respetar su privacidad. Que esta gente no esté preparada para decir su verdad, o no quieran hacerlo. Yo no soy nadie para decir nada. Me lo han preguntado miles de veces, me han ofrecido un montón de dinero, pero no se trata de dinero. No es mi vida, es la suya. Yo lo único que puedo hacer es estar ahí para intentar cambiar la atmósfera y cuando quieran salir, que la sociedad esté preparada y que para ellos no sea algo trágico, porque ahora mismo, lo es.
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