El día que la Masia tomó Europa gracias al atrevimiento de Flick y su apuesta por la cantera

Hansi Flick ya tenía pactado su contrato con el Barcelona cuando sorprendió al área deportiva azulgrana. “He visto varios partidos del Barça B”, anunció el técnico alemán; “hay muy buenos jugadores”. Unos meses más tarde, cuando la delegación azulgrana se encontraba en la gira de Estados Unidos, Flick tuvo una reunión con la secretaria técnica para hablar sobre la posición del pivote, huérfana desde que se había marchado Busquets, sin un jugador experimentado tras el regreso de Oriol Romeu a Girona. Y, cuando la posibilidad de sumar a Bajcetic se extinguió en cuanto los especialistas quisieron sin éxito ajustar las cuentas del fair-play, el técnico no desesperó, al contrario. “Con Casadó y Bernal estoy tranquilo. Para esa posición necesito futbolistas que entiendan el juego del Barça”, replicó el preparador. Y así fue. Lesionado Bernal, el mando lo tomó el pequeño Casadó (21 años y 172 centímetros de altura), gigante ante un gigante como el Bayern.

“¡Esto es la Masia!”, celebró Hansi Flick, cuando le preguntaron por Casadó tras el despertar del Barcelona en la Liga de Campeones ante el cuadro alemán (4-1). “Es increíble”, prosiguió Flick; “si le ves jugar ahora y si sabes de dónde viene… Ha mejorado en todo. Es increíblemente bueno en defensa, también con el balón en los pies. Esta es la cantera, estoy muy feliz. Todos ven la calidad de estos jugadores”, analizó el alemán. Entonces, ya no solo elogiaba a Casadó, hablaba de Fermín López (21 años), de Pedri (21), Baldé (21), Cubarsí (17) y, por supuesto, también de Lamine Yamal (17). “Los que somos de la Masía sentimos el Barça y sabemos lo que significa”, subrayó Fermín López.

Hace no tanto, el Barcelona saltaba de fiasco en fiasco en Europa, sin respuestas ante las dificultades cuando todavía mandaba Lionel Messi —Roma 2018, Liverpool 2019 y Bayern 2020—, descendido a la Europa League en las campañas 2022 y 2023. Con Xavi, el curso pasado, parecía que el Barça recuperaba su lugar en la Champions, al menos la dignidad. Pero el PSG de Luis Enrique lo echó en cuartos. “Juega como el Eibar”, ninguneó el preparador asturiano el fútbol del equipo de Xavi en un análisis que se puede observar en el documental No teneís ni p… idea.

La solución, entonces, estaba en la cantera. Lo que para Xavi era una debilidad —”Es extraño que haya jugadores del Barça que no entiendan el juego de posición”, se quejaba el técnico catalán—, para Flick terminó siendo una fortaleza. “Estoy muy impresionado por el trabajo de la Masia”, advierte el alemán. Casadó, por ejemplo, la temporada pasada se entrenaba con el primer equipo, pero no saltaba al campo. Solo jugó un total de 35 minutos en cuatro partidos. Tenía tantas ganas de competir que si era convocado, pero no jugaba, al día siguiente se presentaba en los partidos del Barça B. Rafa Márquez sí confiaba en él (31 partidos y 2.683 minutos). Casadó peleaba en la Primera RFEF mientras el central Christensen se quedaba en el puesto de pivote. Todo cambió con Flick.

“Nos llamó la atención el alto conocimiento que tenía de la cantera”, advierten desde el área deportiva. Los primos Guille y Toni Fernández, ambos de 16 años, son sus preferidos; ya se estrenaron en las convocatorias del primer equipo, nada menos que en la Champions frente al Mónaco. “Hay mucha calidad en la cantera. Es muy buena noticia tenerlos a ambos entre nosotros. No he tenido dudas para convocarlos”, subrayó Flick.

El técnico se ha presentado en cuatro partidos del Juvenil A y suele aparecer en los entrenamientos del filial. Se sienta en el banquillo y conversa con Bojan (miembro de la comisión de fútbol), Alexanco (director del fútbol base) y Toni Hernández (coordinador de fútbol base). La actitud de Flick es mucho más que un gesto con los canteranos. “Tenía la incertidumbre de no saber si sería titular en los primeros partidos. Él confió en mí. Le estoy muy agradecido. Quiero dar el 100% para que pueda seguir contando conmigo”, se sinceró Cubarsí durante el parón de selecciones.

Según la directiva, uno de los motivos de la destitución de Xavi Hernández era la poca confianza que mostraba en la plantilla. El técnico, sin embargo, había consolidado en el primer equipo a Gavi, Cubarsí y Lamine Yamal. “Lo que puedo decir es que tenemos una situación que hay que aceptar. La Masia es la identidad de este club, tienen que estar muy orgullosos de lo que están haciendo”, explica Flick, cuando es consultado por su apuesta por el fútbol base. El técnico alemán le ofrece tranquilidad al vestuario, algo que no se consigue solo con minutos en el campo. “Hansi Flick nos da mucha confianza a todos”, revela Lamine Yamal.

“No hay defensa que lo pare”, le devuelve los elogios Flick al delantero de Mataró. El Barcelona brilla a partir de Lamine Yamal, pero crece con la fuerza de la Masia. Según fuentes del cuerpo técnico, el crecimiento futbolístico y personal de Lamine es clave para amalgamar el vestuario, distribuido (no dividido) entre veteranos, jóvenes y extranjeros, hoy un grupo sin banderas ni DNIs. Frente al Bayern, además de Casadó, Fermín López, Pedri, Baldé, Cubarsí y Yamal, saltaron al campo Ansu Fati (21), Gavi (20) y Pau Víctor (22). Iñaki Peña (25) y Dani Olmo (26), formados en el fútbol base azulgrana, también jugaron en la goleada del Barcelona ante el Bayern.

Con Xavi Hernández o Hansi Flick, el Barcelona no deja de contar penurias económicas. Sin embargo, con el alemán en el banquillo, la Masia toma el poder y el Barça recuperar su prestigio en Europa.