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Courtois: “Despertamos al descanso, pero no siempre va a funcionar”

El meta belga, como Ancelotti, alerta del naufragio inicial antes de la exhibición de Vinicius. “Me ha recordado a Pelé”, dice Butragueño sobre el extremo

Vinicius marca su segundo gol, el cuarto del Madrid, contra el Dortmund.
Vinicius marca su segundo gol, el cuarto del Madrid, contra el Dortmund.JUANJO MARTIN (EFE)
Lorenzo Calonge

En el minuto 20, se movían más los cimientos del Bernabéu, físicamente, que los jugadores del Madrid. La estructura del estadio se balanceaba de forma ligera con los saltos de los 3.500 aficionados del Dortmund mientras los futbolistas blancos asistían paralizados al movimiento de balón nada intimidante de los alemanes. La grada contemplaba indulgente la inacción de un equipo que caía ladera abajo y solo al descanso, ya con 0-2, se escucharon pitos, que sonaron más a decepción que a cabreo.

Hasta que de la nada, en el día de la marmota europea en Chamartín, surgió Vinicius y metió el partido en la centrifugadora para levantar a un muerto. Una demostración de liderazgo, insistencia y fe del extremo que contrastó con un Kylian Mbappé a la zaga, solo aliviado por la asistencia en el 1-2. Con el edificio cayéndose a trozos, el Madrid se agarró a Vini y él lo rescató de la deriva.

“Cuando llegamos al vestuario en el descanso, todos estábamos muy callados y dijimos una sola cosa: ‘si marcábamos el primero, remontamos otra vez”, contó en Movistar el resucitador, el autor de un triplete en media hora, el primero que logra en Europa. “La clave ha sido creer en nosotros. Sabíamos que en nuestra casa puede pasar todo. Pero tenemos que mejorar y empezar así desde el principio. Si no, el míster no aguanta. En la segunda mitad cambiamos la dinámica”, celebró el brasileño a una semana de asistir a la gala del Balón de Oro en París como gran favorito. “Despertamos al descanso”, insistió Thibaut Courtois, “pero no siempre va a funcionar. Nos llegan demasiado fácil con pases cerca del área”, lamentó el meta belga, otra vez con mucho tajo.

Carlo Ancelotti, entre el secarral de la primera parte (“estuvimos tímidos, nos marcaron dos goles con poco”, admitió), y el maná de la última media hora, prefirió apelar al deseo del efecto mental del 5-2. “La segunda mitad puede ser la llave de la temporada”, apuntó a cuatro días del clásico. Para lo que no tuvo mucha respuesta fue para explicar por qué casi en cada partido su equipo no entra con la intensidad que él demanda. Resopló dos veces cuando le preguntaron por ello y trató de armar una explicación. “Tenemos que aprender de lo que hemos sido capaces de hacer en esta segunda parte, con un ritmo muy alto. El objetivo es empezar así y no esperar a que marquen dos. Estoy seguro de que lo vamos a lograr”, afirmó, igual que otras veces.

El largo abrazo de Ancelotti

Durante una larga hora, pocos representaron mejor la quiebra del Madrid que Mbappé. Ubicado en el centro del ataque y de nuevo con Rodrygo a la derecha, el francés se mostró igual de desconectado del juego que en muchas tardes. En medio del naufragio, pocos desmarques, casi ninguna presión y ni un gesto de rabia. Cuando Vini prendió el fuego, dejó una buena maniobra en el centro de la diana de Rüdiger, pero su actuación quedó muy a la sombra de la percusión del extremo en un momento muy delicado.

El brasileño cerró su gran noche con siete tiros, cuatro de ellos entre los tres palos, y por encima de todo una reacción aplastante. “Le dije [a Vini]”, contó Lucas Vázquez, “que era el Balón de Oro. La exhibición que ha dado es digna de ello. Es un jugador que se lo merece más que nadie después de haber dado la vuelta a la tortilla”, valoró el autor del tercer tanto, errático también en el primero de los alemanes.

La gente despidió la noche con cánticos de “Vinicius, Balón de Oro”, y Ancelotti fundido en un largo abrazo con él. “Es raro ver a un jugador hacer una segunda parte como la suya”, concluyó Carletto sobre el hombre que condujo al Madrid de la miseria a la explosión. Un elogio que Emilio Butragueño llevó mucho más allá: “Me ha recordado a Pelé, a cómo entraba en el área, cómo amagaba y cómo ha resuelto. Es un gol [el 5-2] que engrandece el fútbol. Ha sido una bendición. Me ha recordado a Pelé”, se deshizo el director de relaciones institucionales del club.

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