El Barcelona le abre la puerta a Lewandowski, él la cierra: una crisis silenciada con goles
El delantero pasará a cobrar cerca de 32 millones de euros la próxima temporada, una losa para la dirección deportiva azulgrana
El lunes por la tarde, en el vestuario del primer equipo en la Ciudad Deportiva del Barcelona, sonaron las alarmas. Entre los jugadores especulaban con la posible suplencia de Robert Lewandowski ante el Valencia esa misma noche. El núcleo duro de la plantilla se basaba en dos aspectos. El primero tenía que ver con el entrenador: el polaco no había completado el duelo frente al Real Madrid (64 minutos); el segundo, con los despachos, pues en la dirección deportiva ya se había comenzado a hablar del alto salario del exdelantero del Bayern Múnich, cerca de 26 millones en esta campaña que ascenderían a 32 en la próxima: una losa para cuadrar la masa salarial. Pero a Lewandowski parece que no hay quien lo mueva de Barcelona. “Dejar el Barça este verano es absolutamente imposible para mí, no es un tema hasta dentro de al menos dos años”, avisó en una entrevista con el Bild. Después, habló en el campo: hat-trick frente al Valencia.
La relación entre Xavi y Lewandowski es correcta, ni muy cercana, ni tampoco demasiado distante. Reflejo, en cualquier caso, de los vínculos que históricamente genera el delantero en todos los equipos por los que ha pasado. Xavi destaca la actitud competitiva del polaco, al mismo tiempo que entiende que su fútbol, a los 35 años (cumplirá 36 en agosto), está en decadencia. Lewandowski valora la cercanía del entrenador catalán, aunque en privado se ha quejado de la falta de intensidad en los entrenamientos y en público de la falta de abastecimiento que recibe en el campo. “A veces no tengo apoyo”, comentaba Lewandowski. “Lewandowski acusa la falta de juego posicional”, contraatacaba Xavi. La relación parecía condenada al fracaso hasta que el técnico anunció su adiós, hoy reconvertido en un mejor me quedo. “Nosotros tratamos de exigirles a ellos [los jugadores]. Es la historia de este club. Mi decisión de anunciar el adiós iba por ahí. Quizá podían dar más. Y así fue”, reflexionó el preparador azulgrana.
Después de que Xavi anunciara que se marcharía del Barça a final de temporada, Lewandowski reunió a toda la plantilla en su casa. La idea, fortalecer al grupo para cambiar la dinámica. Desde entonces, el delantero ha sumado ocho goles en 11 partidos (0,72). Antes, también había firmado ocho dianas, pero había necesitado de 19 duelos (0,42). Según Lewandowski, su mal rendimiento era consecuencia de una lesión. “Tuve problemas físicos en la primera mitad de la temporada. Las cosas mejoraron en 2024. Jugué buenos partidos, a veces en un rol diferente, como falso nueve: pude dar asistencias y ayudar a darle forma al juego”, se justificó el polaco.
Con o sin problemas físicos, el mejor rendimiento de Lewandowski fue un alivio para el grupo azulgrana. Y no solo por sus goles en el campo. El comportamiento del polaco en el vestuario se puede convertir en nocivo cuando anda con la mirilla desenfocada. “Ya sabemos cómo es él. Tenemos un grupo unido. Ningún problema”, justifica uno de los pesos pesados del grupo.
La incógnita sobre el futuro de Lewandowski, en cualquier caso, no está en el vestuario. Tampoco en el campo. Sí, en cambio, en los despachos. Mientras el Barcelona trabaja para cerrar el nuevo acuerdo con Nike y busca la manera de encontrar un sustituto financiero de Libero (la empresa alemana no abonó un saldo de 40 millones) para vender Barça Vision, la dirección deportiva planea la próxima temporada. La intención de Joan Laporta es cerrar el balance en positivo para simplificar la tarea del director deportivo, Deco. Eso significa que el líder del área de fútbol podrá destinar un euro de masa salarial por cada uno que salga.
Es entonces cuando el nombre de Lewandowski se pone en el escaparte. Y mientras el fútbol árabe se frota las manos, el polaco no quiere saber nada de dejar Barcelona. “No tienen con quien reemplazarlo”, subrayan desde el círculo cercano del 9. Xavi, en cambio, deja la puerta entreabierta. “No quiero hablar temas de futuro, porque no nos suma. Lewandowski es un ejemplo, es espectacular cómo trabaja y estoy contentísimo por él, mete goles porque es todo garra, trabajo y coraje”, cerró el preparador azulgrana. Lewandowski silencia la posible crisis con goles. Por ahora.
Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y X, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.