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La Federación inglesa acusa a Rubiales de conducta inapropiada con al menos dos de sus jugadoras tras la final del Mundial

Debbie Hewitt, presidenta de la FA, aseguró que el expresidente de la RFEF “besó de forma forzada” a Lucy Bronze en la cara y “acarició” a Laura Coombs, según un informe de la FIFA

Luis Rubiales
Luis Rubiales, fotografiado en el Palacio de la Moncloa el pasado 22 de agosto en el recibimiento del presidente, Pedro Sánchez, a las campeonas del mundo.JUAN MEDINA (REUTERS)

La presidenta de la federación inglesa (FA, por sus siglas en inglés), Debbie Hewitt, acusó al expresidente de la federación española, Luis Rubiales, de conducta “inapropiada” con las jugadoras inglesas en la ceremonia de entrega de trofeos del pasado Mundial de Australia y Nueva Zelanda. Hewitt habló como testigo en el caso disciplinar de la FIFA contra Rubiales por su actitud durante la final de la Copa del Mundo entre España e Inglaterra en la que, además de hacer gestos obscenos durante el partido, besó sin consentimiento en la boca a Jennifer Hermoso, jugadora de España.

En un informe publicado ayer por la FIFA, Hewitt, que estuvo al lado de Rubiales en la entrega de medallas, aseguró que el tono de voz del español fue “desagradable e innecesariamente agresivo” con los trabajadores de la FIFA, antes de acusarle de conducta impropia con las jugadoras de Inglaterra. Según Hewitt, Rubiales “acarició” la cara de Laura Coombs y “aparentemente besó de forma forzada” a Lucy Bronze en la cara. Sobre el momento en el que las jugadoras españolas subieron a recoger sus medallas, Hewitt apuntó que las “agarraba muy fuerte”, a algunas “les acariciaba la espalda”, les “agarraba del brazo” y les “levantó del suelo”.

“Esto me hizo estar muy incómoda y avergonzada”, añadió Hewitt. Rubiales contestó a las palabras de Hewitt asegurando que es algo “increíble” y le acusó de “tener prejuicios” contra él, además de asegurar que es una hipócrita porque ella también abrazó a las jugadoras de su equipo. “Aplicando la misma lógica, sus abrazos también podrían entenderse como un contacto físico no consentido. La hipocresía es evidente”, dijo Rubiales durante la audiencia. Respecto a su actitud hacia Coombs, la justificó diciendo que trató de consolarla porque había estado lesionada durante la final, había necesitado puntos en la cabeza y llevaba un vendaje en esa zona. La FIFA decidió inhabilitar a Rubiales durante tres años para ejercer cualquier actividad futbolística, a raíz de su comportamiento durante la final del pasado Mundial de Australia y Nueva Zelanda.

La Comisión Disciplinaria de la FIFA hizo público ayer el informe en el que explica los motivos para suspender durante tres años de todas las actividades relacionadas con el fútbol a nivel nacional e internacional a Rubiales, y subraya que “estuvo tentada de imponer sanciones más severas”. Dicha comisión resolvió así a finales de octubre el expediente disciplinario abierto contra Rubiales el 24 de agosto tras los hechos acaecidos tras la final del Mundial femenino de Australia y Nueva Zelanda, en la que España se proclamó campeona tras vencer a Inglaterra. El exmandatario español se tocó los genitales en el palco y posteriormente, durante la entrega de medallas, besó en la boca a la jugadora Jennifer Hermoso en el podio.

En un primer momento, Rubiales fue suspendido provisionalmente por un periodo de 90 días y el 30 de octubre pasado recibió la notificación de la decisión de la Comisión Disciplinaria de sancionarle por tres años. Al referirse al beso no consentido a Jennifer Hermoso tras la final del Mundial, la FIFA señala que “el denunciado no presentó disculpa alguna a la jugadora, ni públicamente ni, al menos, en privado”; y que “persistió en su negación (públicamente y en el contexto del presente procedimiento), manteniendo (en contra de la declaración inequívoca de la jugadora) que el beso fue consentido”. Agrega que Rubiales “insultó públicamente a todos aquellos que vieron este incidente de forma diferente”, dijo que fue “un beso entre dos amigos celebrando algo”, y los llamó “idiotas y estúpidos”.

Subraya, además, que “el denunciado hizo uso de su cargo como presidente de la RFEF de forma agresiva y totalmente inapropiada para publicar —en nombre de la RFEF— declaraciones utilizando citas de la jugadora que no fueron escritas ni autorizadas por ella, y emitió un comunicado oficial (que posteriormente fue borrado) amenazando a la jugadora (entre otros) con acciones legales”. Además, la Comisión señala que Rubiales utilizó la asamblea general de la RFEF “como foro para defenderse y distorsionar a su favor la realidad del beso”. “El demandado y/o su entorno presionaron y/o coaccionaron (emocionalmente) a la jugadora en numerosas ocasiones para que hablara y se posicionara a su favor”.

Además, “ha sido objeto de un procedimiento penal en España como consecuencia del beso”. Del mismo modo, la Comisión subraya que “tampoco podía ignorar el impacto de las acciones de los demandados en la salud mental de la jugadora y en su carrera, habiendo subrayado esta última que todavía se siente ‘realmente humillada por todo lo que ha sucedido y por la exposición mediática y el escrutinio público al que ella y su familia han sido sometidos”. La Comisión recuerda que Hermoso “ha estado en contacto con los psicólogos del Club Pachuca, así como con un psicólogo de su confianza”.

A continuación, la Comisión subraya que, “dado que los incidentes se produjeron en el contexto del partido final de la competición femenina más prestigiosa, la conducta anteriormente descrita del demandado ha encontrado lamentablemente un importante eco mediático internacional”. “En efecto, en lugar de centrarse en el éxito internacional del Mundial o en el primer título de la selección española en dicha competición, el foco de atención estuvo en las acciones del demandado”, incide. Todo ello, agrega, motivó “una serie de incidentes que muestran un comportamiento claramente incompatible con todos y cada uno de los valores que defiende la FIFA y que debe englobar el fútbol. Con dicho comportamiento, el demandado lamentablemente arruinó la experiencia del Mundial a muchos, empezando por la jugadora y sus compañeras de equipo que acababan de convertirse en campeonas del mundo”.

“Por lo tanto, la Comisión está firmemente convencida de que el demandado, con su comportamiento, desprestigió el deporte del fútbol y/o a la FIFA a nivel mundial. Como tal, las sanciones que se le impongan reflejan todas las circunstancias (agravantes) antes mencionadas”, afirma. “Teniendo en cuenta lo anterior y tras considerar detenidamente la totalidad de las pruebas a su disposición, la Comisión determinó que la prohibición de participar en cualquier actividad relacionada con el fútbol era la medida más apropiada y proporcionada con la que sancionar al demandado en vista de las infracciones cometidas”, explica.

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