El Hernán Cortes, colonos a la conquista de la Copa del Rey
El rival del Betis es de un pueblo de mil habitantes nacido en los años sesenta al albur del Plan Badajoz
La ribera del Guadiana está moteada por pequeños pueblos blancos diseñados con trazos de moderna arquitectura funcional. Las casas bajas encaladas se alinean en calles rectilíneas rodeadas en su mayoría por cultivos de regadío en los que abundan los tomates, el arroz, los girasoles, el maíz y árboles frutales. Hernán Cortes (Badajoz, 1.040 habitantes), es una de esas peculiares y coquetas localidades levantadas y habitadas entre los años 50 y 60 por colonos procedentes de otras partes de Extremadura al albur del Plan Badajoz, impulsado por la dictadura franquista para activar la agricultura en la zona.
En un pueblo fundado en 1966, y con apenas tres generaciones en sus registros de natalidad, el equipo de fútbol, del mismo nombre, vivirá esta noche un episodio histórico al enfrentarse al Betis (20.30, Teledeporte) en la primera ronda eliminatoria de la Copa del Rey, en la que ya entran los equipos de Primera División excepto los cuatro participantes en la Supercopa de España (Real Madrid, Barcelona, Atlético y Osasuna) y el Amorebieta, campeón de la Copa Federación.
Aunque los requisitos que imponen el reglamento federativo y la logística que demandan las televisiones han trasladado el duelo al Francisco de la Hera de Almendralejo, el pueblo vive agitado desde que el pasado 17 de octubre conoció que el Betis sería su rival. “Nos hubiera gustado que se hubiera jugado aquí, que los jugadores del Betis hubieran sentido la presión del público cercano, pero el protocolo y el reglamento son los de un partido de fútbol profesional. Además, la televisión exige una iluminación en el estadio que lógicamente nosotros no tenemos”, dice en conversación telefónica Joaquín Miranda, el primer presidente del Hernán Cortés e impulsor del fútbol en un pueblo catalogado por la Comunidad de Extremadura desde 1997 como entidad local menor de Don Benito (37.000 habitantes).
“Las primeras porterías que tuvimos para poder competir federados se las encargamos a finales de los años ochenta al herrero del pueblo y se las pagamos a plazos, aunque nos hizo buen precio. No teníamos redes, había que colocar gente detrás de la portería”, rememora entre risas y nostalgia el hombre al que sus paisanos siguen llamando El Presi
Joaquín Miranda llegó a Hernán Cortés con solo tres años con sus padres, que buscaban un futuro mejor él y para sus otros tres hijos, a los que se añadirían otros tres vástagos más. “El Estado proporcionaba a los colones una casa, una parcela de entre ocho y diez hectáreas, dos vacas, una mula o un caballo, y una yunta para bueyes. Muchos de los colonos que no habían trabajado nunca en el campo y no tenían ni idea tuvieron que asistir a una especie de instituto de agricultura para aprender”, relata el expresidente Miranda. Los recuerdos de sus primeras patadas al balón en Hernán Cortes le trasladan a una era donde se trillaba el trigo y en la que los postes eran dos piedras. “Había mucha afición entre los que éramos chavales. En invierno jugábamos con botas de agua. El primer campo que tuvimos fue de tierra. Teníamos unos 40 socios cuando fundamos el club y el pueblo tenía 600 habitantes. Cuando empezamos a competir tuvimos que hacer unos vestuarios y rodearlo con una tapia para poder cobrar entrada. No fueron fáciles los inicios. Hasta 2000 o 2001 no tuvimos un campo de hierba. Ahora todo es más fácil. Los jugadores tienen equipaciones de marca \[Kappa\], las camisetas llevan publicidad y las instalaciones son mucho mejores. El estadio nuevo se inauguró en 2021 y se llama Daniel, Gonzalo y Jorge en homenaje a tres chicos del pueblo fallecidos. El primero era portero y el Covid se lo llevó. Los otros dos se ahogaron en uno de los canales de agua”, prosigue Miranda.
El nuevo estadio es una de las señas de identidad de la prosperidad de Hernán Cortés. “La natalidad crece, ya somos 1.040 habitantes. Este es un pueblo próspero”, dice el actual presidente y exjugador del club, Juan Carlos Espinar. “Desde hace un año tenemos una escuela de fútbol que va desde la categoría de los zagalines (hasta cinco años), prebenjamines, benjamines y alevines. El club está en la Primera División extremeña y solo hay dos jugadores nacidos en Hernán Cortes, pero otras épocas tuvimos siete u ocho. De aquí y de la zona siempre han salido buenos jugadores”, explica orgulloso Espinar.
El duelo con el Betis no solo ha revolucionado a los habitantes de Hernán Cortés. Las 11.580 localidades del Francisco de la Hera están agotadas desde la semana pasada por el interés que ha despertado en los pueblos de alrededor y en el mismo Almendralejo. Que Pelligrini no haya convocado a Isco ha causado un punto de decepción entre la hinchada y los jugadores. Su camiseta era la más solicitada por el plantel. “El Betis nos ha mandado por anticipado camisetas de todos sus jugadores, según demanda, incluida la de Isco”, asegura Espinar, que sobre el resultado final concluye: “Hay que ser realistas, pero vamos a luchar”.
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