El instructor del TAD también propone inhabilitar tres años a Luis Rubiales
El controvertido tribunal deportivo deberá votar la dura sanción propuesta
El juez instructor del Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) ha elevado una propuesta de sanción de tres años de inhabilitación para Luis Rubiales por su beso no consentido a Jennifer Hermoso y sus gestos obscenos en el palco durante las celebraciones del Mundial de fútbol femenino conquistado por España. Según fuentes próximas al caso, el instructor, Alfonso Ramos, comunicó el pasado viernes al dimitido presidente de la Real Federación Española de Fútbol el castigo al que se expone si los miembros del tribunal votan a favor de la resolución propuesta. Rubiales, que el lunes ya conoció que la FIFA le inhabilitaba también por tres años, tiene 10 días para presentar alegaciones.
El TAD abrió expediente a Rubiales el pasado 1 de septiembre por quebrantar dos artículos que hacen referencia a la dignidad y el decoro deportivos en la Ley del Deporte de 1990 y en el Real Decreto sobre disciplina deportiva de 1992, respectivamente. El instructor Alfonso Ramos propone un año y medio de inhabilitación por cada una de las faltas. La horquilla por cada infracción va desde un mes hasta dos años.
La propuesta de sanción vuelve a poner en el foco al controvertido tribunal, que con una votación de cinco a uno consideró en septiembre que el beso de Rubiales a Hermoso no era un abuso de poder, por lo que el expediente fue incoado por faltas solo graves y no como muy graves, como pretendía el Consejo Superior de Deportes (CSD) cuando dio traslado de su denuncia al TAD. Esto impidió al organismo gubernamental presidido por Víctor Francos suspender provisionalmente a Rubiales.
La decisión causó indignación en el Gobierno, y la independencia del tribunal quedó bajo sospecha porque unos de sus miembros, Jaime Caravaca, es sobrino de Ramón Caravaca, a su vez socio del despacho de abogados que dirige Tomás González Cueto, asesor externo legal de la federación. Este último fue miembro del TAD, pero tuvo que abandonarlo tras desvelar EL PAÍS que en 2017, en el intento de Villar de que el TAD no le abriera expediente por presuntos tratos de favor al Recreativo de Huelva y al Marino, había contratado a un abogado que colaboraba con el despacho Jiménez de Parga, en el que por entonces trabajaba González Cueto.
Solo el presidente del TAD, Francisco Pajuelo consideró que sí hubo abuso de poder en el beso de Luis Rubiales a Jennifer Hermoso, y así lo reflejó en el duro escrito de su voto particular, incluido en el expediente y al que tuvo acceso este periódico.
Si los cinco miembros del tribunal contrarios a abrir expediente a Rubiales por abuso de poder consideraron que no estaba entre sus competencias juzgar el beso por tener un marcado contenido sexual y que por ello debía dirimirse el asunto por la vía penal y no por la deportiva, Pajuelo discrepó de esa opinión. “La Ley del Deporte como, entre otras, la Ley 19/2013, de 9 de diciembre, de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno (artículo 29), contienen como tipo infractor el abuso de autoridad con carácter genérico, sin que a mi juicio debamos considerar que cualquier abuso de autoridad, si tiene contenido sexual, deba incardinarse necesariamente en el tipo penal”, argumentó Pajuelo en su voto particular y añadió que el beso fue “un acto desmedido e injusto, indecoroso, discriminatorio para la mujer y realizado precisamente por quien se halla en la posición de superioridad que permite realizar este tipo de actos, con absoluto desprecio hacia la persona a la que se besa”.
A diversas fuentes jurídicas consultadas les chirría que Alfonso Ramos haya elevado una propuesta de sanción tan dura tras haber instruido un expediente tan favorable a Rubiales en el que incluso se extralimitó al entrar en el fondo del asunto. “Está por ver si es que ya han dado por amortizado a Rubiales o si votarán por una sanción menor”, aseguran las citadas fuentes.
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