Sergio Ramos regresa y el Sevilla saborea su primera victoria
Un tanto del belga Lukebakio doblega a Las Palmas, un equipo de buen juego, pero sin gol el día del regreso del hijo pródigo al Sánchez Pizjuán
Cuando salvó un gol con el hombro, cuando animó a Dmitrovic después de un error y cuando marcó Lukebakio, Sergio Ramos ejerció de líder del Sevilla para que su equipo lograra el primer triunfo de la temporada. Una victoria sufrida ante un rival, Las Palmas, que peleó hasta el final y que tuvo una gran ocasión en el tiempo de descuento salvada por Dmtrovic. Volvió Sergio, el héroe, y marcó Lukebakio, un extremo belga fichado del Hertha de Berlín. El sevillista doblegó la resistencia del meta Álvaro Vallés, que dio un recital de paradas (nueve) para mantener a su equipo con vida. A Ramos no le hizo falta exhibir su mejor forma física. A sus 37 años gana batallas después de muerto, como el Cid. Su figura es tan grande que él solo animó a un discreto y ansioso Sevilla, que juega muy mal al fútbol.
La última vez que jugaron juntos Navas y Sergio Ramos en el Sevilla fue el 26 de agosto de 2005. 18 años después volvieron a hacerlo en un Sánchez Pizjuán expectante ante el regreso del segundo. Salvo algún leve pitido en contra y la indiferencia de los Biris, que decidieron homenajear a Biri, el mito sevillista de los años setenta, la leyenda del fútbol español fue recibida entre aplausos por la mayoría de la afición. Desde el calentamiento hasta que tocó el primer balón, incluso en un voleón poco visto por estos lares. A Ramos se le vio, como siempre, sobrado de clase y colocación, aunque le falta un punto de chispa. Es lo que tiene haber estado tres meses entrenando en solitario.
Un Sevilla con problemas. Menos con la llegada de Ramos, pero con un agujero considerable en el centro del campo. Ni Sow ni Rakitic ni Óliver Torres supieron administrar el balón. Mucho menos robarlo ante un equipo como el de Las Palmas, que toca de manera excelente la pelota. Jonathan Viera avisó al minuto de juego y luego fue el sevillano Álvaro, natural de La Rincocanada y residente en Lora del Río, el que realizó dos buenas paradas a disparos de remates de Mir. El delantero fue una de las novedades de Mendilibar. Después de un inicio esperanzador para el Sevilla, se fue desmoronando. También su propio equipo, incapaz de tener continuidad en el juego, tampoco de abrir el melón canario.
El Sevilla lo intentó todo en la segunda mitad para ganar. Sin embargo, juega al fútbol con ansiedad. Ahí pierde precisión. Su profundidad de plantilla le permitió dar entrada a jugadores como Lukebakio y En-Nesyri, que acabaron decidiendo el partido en una jugada en la que el belga aprovechó un remate del delantero marroquí. En el camino, Martínez Munuera amonestó a dos jugadores de Las Palmas, Kirian y Kaba, al mismo tiempo que Sergio Ramos salvó un gol bajo palos en un escorzo tremendo a disparo de Kaba. Las Palmas lo intentó hasta el final y el Sevilla, nervioso, sin capacidad para salir al contragolpe y sentenciar el choque, sufrió lo indecible. Dmitrovic le hizo un paradón a Javi Muñoz en el descuento. Las Palmas juega bien, pero no tiene gol. Así es complicado, incluso ante un Sevilla tan confuso.
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