Fernando Alonso da salida a su frustración: “Este el peor coche que he conducido”

Los amantes del cine muchas veces repiten aquello de que “segundas partes nunca fueron buenas, a excepción de El Padrino”. En la obra maestra de Francis Ford Coppola, Al Pacino, en el papel de Michael Corleone, suelta una frase que representa que le dijo una vez su padre, Don Vito [Robert De Niro y Marlon Brando]: “Ten cerca a tus amigos, pero todavía más cerca a tus enemigos”. Una sentencia que Fernando Alonso se ha tomado al pie de la letra en toda su trayectoria en el Mundial de Fórmula 1. “Seguiré pilotando hasta que encuentre alguien más rápido que yo con el mismo coche”, ha repetido en diversas ocasiones. De las 21 temporadas que lleva en el campeonato, el asturiano se ha visto superado solo en tres de ellas. Con Lewis Hamilton, en aquel explosivo 2007 en el que ambos coincidieron en McLaren; con Jenson Button (2015), en el calamitoso regreso de Honda al certamen; y con Esteban Ocon (2022), antes de hacerle el lío a Alpine y fichar por Aston Martin.

Alonso cerrará este domingo su segundo curso como punta de lanza de los bólidos verdes, con quienes renovó su vínculo por otros dos ejercicios. Eso significa que, al menos, conducirá uno de los coches que se diseñarán a partir del nuevo marco técnico que se aplicará en 2026. El de aquel año será será el primer prototipo nacido íntegramente a partir del lápiz de Adrian Newey, la piedra angular de Red Bull a nivel técnico, artífice de los diseños de los coches que llevaron a Sebastian Vettel (2010-2013) y a Max Verstappen (2021-2024) a encadenar dos series de cuatro coronas consecutivas. Si tenemos en cuenta los números, quien parece más complicado que siga en la escudería británica es Lance Stroll, el vecino de taller del ovetense, independientemente de que se trate del hijo del dueño de todo el tinglado.

Bien interpretadas, las estadísticas son muy reveladoras y las que ha dejado Stroll en este 2024 no hay por dónde cogerlas. Mientras el español marcha el noveno en la tabla general, con 68 puntos en su cuenta de resultados, el canadiense es el 13º con 24 puntos. A expensas de lo que ocurra este domingo, en Abu Dabi, Alonso ha acumulado el 74% de los puntos de la estructura que comparte con el canadiense, que solo ha sido capaz de hacerse con el 26%. Porcentualmente, la diferencia entre los dos es la mayor entre las parejas de corredores de la parrilla —dejando a un lado las que han cambiado de pilotos—, incluso por encima de la que separa a Max Verstappen (73,8%) de Checo Pérez (26,2%), que tiene toda la pinta de afrontar su última carrera enfundado en el mono de Red Bull.

Alonso es consciente de que está dando los últimos coletazos en el Mundial que le ha convertido en uno de los deportistas más influyentes de España, y en uno de los pilotos más reconocidos de siempre. Todas las voces autorizadas coinciden en afirmar que los dos títulos que figuran en su palmarés (2005 y 2006), ambos con Renault, no hacen justicia a su habilidad. Sin embargo, en una disciplina en la que tan importantes son las decisiones con un volante entre las manos como las que se toman con un boli en los despachos, el ovetense tendrá una última oportunidad para retirarse a lo grande. El problema es que esa coyuntura, de producirse, no se desencadenará hasta dentro de dos temporadas, y la que viene puede hacérsele a Alonso aún más larga que la actual, que ha sido una ducha fría y una bofetada de realidad para toda la tropa de Silverstone, cuyo monoplaza no ha cosechado un solo podio en 2024, un verdadero contraste con los ocho de 2023, todos del bicampeón. Por lógica, el curso que viene será de transición para la mayoría de equipos. También para Aston Martin, que deberá calibrar sus nuevas instalaciones, túnel de viento incluido, y confiar en que Newey se adapte lo más rápido posible. La formación que promocionó los superdeportivos de James Bond ha experimentado una incuestionable regresión, a pesar de que se irá de vacaciones en la misma posición en la tabla reservada a los constructores (la quinta) que hace un año. Eso sí, con casi 200 puntos menos que entonces.

Terminó el 16

El hartazgo de Alonso ha ido in crescendo a medida que el calendario ha ido avanzando, en la misma medida que sus toques de atención se sucedían. “Todo lo aprendido de esta temporada, derivado de los problemas que hemos tenido, lo incorporaremos el año que viene. Todo eso nos hará mejores, aunque no creo que el coche [de 2024] se base en el de 2023″, convenía el corredor, hace unos días, desde Qatar. Una semana después, en Abu Dabi, Alonso dio salida a su frustración por la radio, este viernes, al terminar el 16º, a más de un segundo de Lando Norris, el más rápido. “Este es el peor coche que he conducido y la peor vuelta de preparación posible, por culpa del tráfico. La próxima vez lo haré a mi manera”, soltó, al término de la primera jornada de entrenamientos libres. Desde Aston Martin intentaron rebajar la tensión, con la esperanza de que este último gran premio se cierre lo antes posible. “Se produjeron algunos comentarios de Fernando, que no estaba muy contento con el desenlace de las cosas. Tenemos un coche realmente difícil de conducir, y hoy [por el viernes] volvió a quedar claro”, se limitó a constatar Mike Crack, el director de Aston Martin.