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Colapinto pide a gritos un volante en la F-1

Al joven argentino le han bastado dos grandes premios para abrirse un hueco en la parrilla del año que viene

Alex Albon y Franco Colapinto F1
Alex Albon y Franco Colapinto el pasado domingo durante el Gran Premio de Azerbaiyán.Maxim Shemetov (REUTERS)
Oriol Puigdemont

El ‘baby boom’ se ha instalado en el Mundial de Fórmula 1, donde los jóvenes están decididos a jubilar a esas vacas sagradas que poco a poco van echándose a un lado, algunos más resignados que otros. El último en llegar es Franco Colapinto, un chaval que nació en Pilar (Buenos Aires) hace 21 años y que en solo dos grandes premios ha revolucionado el ‘paddock’ entero con su desparpajo y naturalidad, bien sea con un volante en las manos o delante de un micro. El chico, ganador del campeonato nacional de karts de su país en 2016, dio el salto a los monoplazas en 2018 para proclamarse campeón de la F4, española, en 2019 y con 16 años, al imponerse en ocho pruebas y celebrar el alirón con una ventaja de 102 puntos. Este curso competía en Fórmula 2, con el equipo MP, hasta que recibió la llamada de Williams, que venía apostando por él — en 2023 le reclutó para su programa de jóvenes — y que ahora le ha dado la oportunidad de su vida. Esa maniobra estratégica le daría preferencia al equipo británico con vistas a la temporada que viene, de no ser porque ya ha confirmado a Alex Albon y Carlos Sainz como su pareja titular.

Williams se la jugó al elegir a Colapinto para que sustituyera a Logan Sargeant, por más que el riesgo era controlado si tenemos en cuenta que el novato difícilmente iba a perpetrar más destrozos que el norteamericano. Sin embargo, nadie podía predecir una irrupción como la del sudamericano, que tiene otros siete grandes premios para terminar de liarla.

En Monza, en su primera experiencia con fuego real, no solo cumplió con aquello que se le pidió –que cogiera experiencia y devolviera el coche entero–, sino que demostró un ritmo inusual en un recién llegado –finalizó el 12º, a menos de 14 segundos de Albon–. Con ese poso en el bolsillo, Colapinto la rompió en la siguiente parada del calendario, el domingo pasado, en Bakú, donde superó a su vecino de taller en la cronometrada –salió el octavo y Albon, el noveno–, para cruzar la meta en la misma posición en la que comenzó. Ese octavo puesto le convirtió en el primer argentino en terminar entre los 10 primeros desde Carlos Reutemann en 1982. Ni siquiera el accidente que sufrió el viernes en un circuito repleto de trampas como es el de Azerbaiyán le hizo perder la confianza o el foco, circunstancia que no pasó desapercibida por nadie.

El acuerdo entre Colapinto y Williams tiene como fecha de caducidad la cita que bajará el telón de 2024, en Abu Dabi, a principios de diciembre. La falta de un volante en la formación de los bólidos azules ha activado el rastreo de esos que aún tienen alguna vacante con vistas a 2025. Con la sobrepoblación de candidatos que tiene Red Bull para subirse al único monoplaza que aún no tiene dueño –el de Daniel Ricciardo–, el destino más lógico para una de las sensaciones del pasado fin de semana parece Sauber, al menos el ejercicio que viene, antes de la entrada en escena de Audi, programada para 2026.

“En dos carreras, Franco demostró al mundo que se merece un asiento en la F1″, comenta James Vowles, director de Williams, en una entrevista concedida a ‘Autosport’. “Siempre he creído firmemente que hay que dejar correr a los buenos pilotos. Así que veremos si podemos encontrar una manera de trabajar con Audi en esas circunstancias”, añade el ingeniero británico, la cabeza más reconocible de este proceso de revitalización de la histórica formación. “La verdad es que no tengo ni idea [de qué pasará en el futuro]. No estoy centrado en 2025, sino en la increíble oportunidad que me han dado James y el equipo. Estamos trabajando muy bien juntos, dando pasos hacia adelante”, se limitó a decir Colapinto, que ya está en Singapur, donde este fin de semana pasará un examen igual de duro que el de hace una semana, en un trazado que también está abrazado por muros. “Obviamente sería un sueño seguir en la F1, pero de momento me centro en sacar el máximo de este momento”, concluyó la sensación del momento en el campeonato, alguien que no es solo rápido, sino que también tiene carisma y físico, un producto casi perfecto para el certamen.

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