De la Rosa: “Alonso tiene la misma hambre que en Ferrari”

Al igual que ocurre en muchas otras disciplinas, el departamento de televisión de la Fórmula 1 también tiende a centrarse en aquello que ocurre al frente del pelotón. En los últimos cursos, Fernando Alonso apenas salía en pantalla, circunstancia que le forzaba a él a tener que destacar todo aquello que hacía, en muchas ocasiones tirando de ironía e incluso sarcasmo. Desde que viste el verde de Aston Martin, esa dinámica ha cambiado y no solo porque lo decida el realizador de turno, sino porque así se lo ha ganado si tenemos en cuenta la estadística: tras las cinco primeras paradas del calendario, el asturiano circula en la tercera plaza de la tabla general, con 27 puntos menos que Checo Pérez y 33 menos que Max Verstappen, el líder.

“Para ganar en la F1, Lawrence sostiene que es necesario contar con las personas más preparadas, implementar los procesos justos y disponer de las herramientas adecuadas. Tenemos las personas, los procesos, y pronto, también las herramientas”. Esta frase la dice por teléfono Pedro Martínez de la Rosa, que el pasado mes de septiembre firmó su contrato como embajador de Aston Martin, solo un mes después de que se anunciara la llegada de Alonso. El ex piloto se ha contagiado de la vitalidad que se ha impregnado en toda la tropa a raíz del desembarco del ovetense. “Tendrías que verlos cuando Fernando hace algo; se vuelven locos”, relataba a EL PAÍS desde Miami, donde el bicampeón sumó su cuarto podio de cinco posibles.

De la Rosa conoce a Alonso como pocos. Estuvo con él en su primera etapa en McLaren (2007) antes de seguirle a Ferrari (2010). Ahora vuelven a estar bajo el mismo techo. “Me he encontrado un Fernando con la misma ambición y hambre que tenía en McLaren o en Ferrari. Su fuerza interior es brutal, se cuida muchísimo a nivel físico y nutricional, y se ha vuelto un gran motivador”, relata el catalán, a quien le llama la atención la calma que transmite alguien que es consciente de estar dando sus últimos coletazos. “Lo que más me sorprende es la paciencia que tiene porque, cuando un piloto llega al final de su trayectoria, lo normal es que le entren las prisas. En su caso es al revés”, subraya.

Cuando se le pide que explique la gigantesca mejora de un prototipo que, en solo dos meses, ha pasado de ser el séptimo más competitivo al segundo, solo por detrás del Red Bull, De la Rosa se abrocha al pragmatismo: “En la F1 no hay milagros, y lo que ha hecho Aston Martin este año tampoco lo es. Lo que vemos ahora es la continuación del trabajo de que se hizo temporada pasada, a partir del coche que se introdujo en Montmeló”.

Llegados a este punto, la pregunta que se hace cualquiera que esté interesado en el que se puede catalogar como fenómenos de este 2023 gira alrededor del futuro. Y éste pasa por la nueva fábrica, que abarcará una extensión de 37.000 metros cuadrados, en la que se han inyectado más de 235 millones de euros y que debería estrenarse este mismo mes de mayo, y el túnel de viento, que debería funcionar a pleno rendimiento a mediados de 2024. “Todos los equipos afirman correr por ganar. Pero, al final, son muy pocos los que hacen todo lo necesario para lograrlo. El nuestro es uno de ellos, tanto por la inversión como de actitud”, insiste el embajador de la compañía, que no considera una chifladura plantearse medirse en corto con Red Bull, aunque para ello haya que esperar un poco. “Hablamos de un trayecto de cinco años, esa es la ventana que nos ponemos para ganar”, remacha De la Rosa.

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