Algunos lo llaman magia, otros verticalidad; todos: Nico Williams y Lamine Yamal
Los extremos de la Roja, los dos jugadores que más regatean de la Euro, simbolizan la evolución en el juego la selección
“Hay que adelantar los tiempos. Lamine ya está listo”. En una conversación para planificar el futuro de España en Las Rozas, los responsables de la selección absoluta pusieron el foco en Lamine Yamal. Hacía tiempo que en la Federación Española trabajaban en una misión: recuperar los extremos puros. Pocos, entonces, mejores que la perla del Barcelona, sobre todo cuando la plaza en la otra banda estaba destinada para Nico Williams. “Lamine ha estado en las categorías inferiores de España y Nico ya está en dinámica de la absoluta. Son los únicos dos que pueden jugar bien abiertos”, explicaba, en su momento, una fuente de la federación. La derrota ante Marruecos en el Mundial de Qatar todavía escocía, un triste déjà vu de lo que había pasado cuatro años antes en Rusia.
Cuando España cayó eliminada frente a la anfitriona en 2018, las bandas del equipo de Fernando Hierro eran Isco y Marco Asensio, dos futbolistas elegantes, por momentos hasta determinantes, pero poco efectivos en el uno contra uno. La Roja se marchó en los octavos de final de Rusia con una media de posesión del 76% y una media de 22 regates por partido. En Qatar, la fórmula no varió. Al contrario, se agudizó. Con Luis Enrique al mando del grupo, España se marchó del mundial 2022 con más posesión (77%) y menos regates (18). En la derrota ante Marruecos en octavos, sus extremos, similares en características a los utilizados en Rusia, fueron Dani Olmo y Ferran Torres. “Han hecho lo que les hemos pedido al 100%, bueno, al 99,9 porque no marcamos”, justificó el técnico asturiano.
Luis Enrique dejó Las Rozas, también el director deportivo José Francisco Molina. El cambio, a favor de un fútbol más eléctrico: Luis de la Fuente, en el banquillo; Albert Luque, extremo de la Roja en el Mundial del 2002 y en la Eurocopa de 2004, en los despachos. Fue justamente Luque junto a Francis Hernández el encargado de convencer a Lamine Yamal de que eligiera a la Roja en lugar de a Marruecos, que apretaba por llevarse a la promesa del Barça. “Hay un seleccionador nuevo con otras ideas, ni mejores ni peores. Queríamos darle un pequeño giro a aquella selección”, subrayó De la Fuente. Y la nueva Roja se expande en el campo. Tiene menos el cuero (57,24% de posesión), pero regatea más que nunca en el siglo XXI: 26 regates de media por partido.
Desde la Eurocopa de 2004 España no ataca con extremos puros. En Portugal, además de Luque, estaban Vicente y Joaquín. “Pienso que la selección funciona mejor con extremos. Tenemos que montar el resto del equipo para hacer el juego por las bandas” expuso, en su momento, Iñaki Sáez. Aquel equipo, sin embargo, se marchó de la Euro en la fase de grupos. Desde entonces, la Roja se entregó al centro del campo. En 2008, en la victoria en la final ante Alemania, el único delantero fue Torres. Algo parecido sucedió cuando Iniesta tocó el cielo en Johannesburgo. La Roja venció a Países Bajos con Pedro y Villa en el ataque. Dos años después, en el tercer título en fila, España vapuleó a Italia sin delanteros: Silva, Cesc e Iniesta mandaron en el ataque.
En Alemania 2024, ha nacido una España diferente. “Tiene que ver con la materia prima y las condiciones de los futbolistas. Intentamos maximizar el potencial de los jugadores. Nuestro objetivo es tener el mayor número de posibilidades de gol que se pueda”, explicó De la Fuente. Las condiciones de sus jugadores se explican a partir del prácticamente indomable instinto regateador de Lamine Yamal y Nico Williams. Los extremos de la Roja suman 60 gambetas intentadas en la Euro, 30 cada uno. Son la pareja más atrevida de Alemania, por delante de Mbappé (28) y Dembélé (24), 52; y de Bellignham (27) y Saka (22), 49. “Tenemos que intentar que no reciban”, explicó Deschamps, sobre el plan de Francia para borrar a Lamine y Nico; “debemos limitar su capacidad de ataque. O que no reciban en las condiciones adecuadas para jugar como ellos quieren. Son jugadores que le dan un punto extra físico y le dan más competitividad a España”.
Lamine Yamal es el tercer español que más ocasiones creadas suma en una Eurocopa, 14. Solo lo superan Cesc (18, en la Euro de 2008) y Xavi (25, en la de 2012). En la selección española lo tenían claro. Sucedió, sin embargo, que el futuro se adelantó. Nico Williams (21 años) y Lamine Yamal (16) son la sensación de Alemania. “Tenemos más magia que nunca en ataque”, subrayan desde la Federación. Rodri, el cerebro del equipo, es más moderado: “Tenemos una España muy vertical y muy versátil”.
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