La vieja fórmula de De la Fuente para la selección española

Cuando a Luis de la Fuente le preguntan por su mejor recuerdo del europeo sub21 de 2019, no piensa en el título, su tercero en las categorías inferiores de la Roja, después de quedarse con el europeo sub19 en 2015 y los Juegos Mediterráneos en 2018. Tampoco recuerda un gol en particular, ni una táctica que le haya funcionado durante un partido. El técnico habla de una cena. Una cena de la que ni siquiera participó. Sin embargo, para De la Fuente el espíritu de ese encuentro se mantiene vivo en la actual selección mayor, ahora nada menos que para eliminar a Alemania de su propia Eurocopa en 2024.

De la Fuente se hizo cargo de la Rojita sub21 cuando el equipo ya había prácticamente sellado su billete para la Eurocopa de Italia. Pasó sin problemas el último tramo de la clasificación hasta que las alarmas saltaron en Bolonia. España perdió frente a Italia (3-1). “Empezaron a caernos hostias por todos lados”, recuerda un antiguo empleado de la Federación. La Rojita superó con lo justo a Bélgica en el segundo partido (2-1) y logró el pase a la semifinal tras golear a Polonia (5-0). Esa noche, para que sus muchachitos se olvidaran de la presión, De la Fuente los liberó. “La recuerdo con mucho cariño. Estaban sus familias y sus parejas, pero ellos decidieron irse todos juntos, sin excepción, a cenar. Me di cuenta de que algo grande estaba por pasar”, aseguraba, en su momento, el actual técnico de la absoluta.

España se consagró en Italia ante Alemania. En la final marcaron Dani Olmo y Fabián Ruiz, el catalán se llevó el premio al mejor jugador del partido, el andaluz al mejor del torneo. En aquella Rojita también estaban Oyarzabal, Merino y Unai Simón. Los cinco presentes en la victoria, de nuevo ante Alemania, del pasado viernes en la Euro 2024 para sellar el pase a la semifinal. Esta vez, en Stuttgart marcaron Olmo y Merino. “Quiero poner en valor a este grupo de jugadores. Los conozco desde hace muchos años. Tienen corazón y ambición. Es un orgullo para mí dirigir este grupo de jugadores. Vienen de ganarlo todo en categorías inferiores. Y van a estar peleando siempre porque tienen raza, orgullo y calidad. Este equipo es un valor seguro”, elogió De la Fuente a sus futbolistas tras la agónica victoria ante Alemania.

Es curioso cómo funcionan los grupos en los torneos. En la mayoría de los casos se habla de la unión como el camino hacia el éxito. No fue el caso del femenino campeón del mundo en Australia y Nueva Zelanda: problemas internos entre jugadoras, entre jugadoras y cuerpo técnico y, como si fuera poco, también entre el cuerpo técnico. Pero España se subió a lo más alto del podio en Sídney. También se dice que es necesario que los futbolistas disfruten de una cabeza despejada de problemas para entregar su mejor versión en el campo. Maradona llegó a México 86 sabiendo que en Italia lo esperaba un hijo extramatrimonial. Es difícil recordar una mejor actuación individual en un deporte colectivo que la del Pelusa en tierra Azteca.

“En todos los grupos hay problemas, si hasta en esas plantillas idealizadas de Luis [Aragonés] y de Vicente [Del Bosque] había roces”, recuerda un empleado de la Federación. Sin embargo, dice la misma fuente, busca un hilo conductor: “Aquel equipo tenía lo mismo que este, un grupo de jugadores que se conocían desde las categorías inferiores. Eso ayuda en los malos momentos”.

La filosofía de Luis

Es justamente esa filosofía por la que aboga De la Fuente. “Es una persona especial para todos nosotros. Es cercano y sabe crear buen rollo entre los jugadores. Genera buen ambiente. Siempre fue igual. No ha cambiado”, explica uno de los futbolistas de la Roja. Según el técnico un grupo desunido y problemático puede alzarse con la victoria; sin embargo, en cuanto algo se tuerce, todo salta por los aires. En cambio, cuando una plantilla se hermana, es difícil doblegarla. “Mire por todas las cosas que hemos pasado. Y aquí estamos”, reflexionan desde la delegación de la Roja en Donaueschingen. Mientras a la Federación se le acumulan los problemas, los muchachos (ya exmuchachitos) de De la Fuente se cierran en banda. “Llevamos ya tiempo con muchas cosas extradeportivas y nos hemos convertido en una especie de expertos en lidiar con este tipo de situaciones. Este equipo no pone excusas ante nada”, explica Rodri.

El jugador del City impone fútbol y orden. Morata, por su parte, predica con el ejemplo. Este sábado, cuando solamente le tocaba trabajar a los jugadores que no habían participado frente a Alemania, el capitán saltó al campo de entrenamiento con los suplentes. “Es una manera de mantener a todos enchufados. Si Álvaro entrena, que se exprime en cada partido, cómo no lo van a hacer los que no jugaron”, cuenta un miembro de la Federación.

A Rodri y Morata se le suma la vieja guardia de De la Fuente, campeona de Europa sub19 y sub21, siempre con el técnico vasco en el banquillo. Ahora quieren el título con la absoluta. Mantienen la misma fórmula, la que forjaron en una cena en Italia en 2019.

Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y X, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.