Sergio Llull, en primera línea: el escolta del Madrid bate este viernes el récord de partidos en la Euroliga

Más que El increíble Llull, apodo que se ha ganado a pulso el escolta del Real Madrid por su capacidad para lograr canastas imposibles, y nada más singular que los triples en el último segundo, sería mejor hablar de El interminable Llull, pues el jugador nacido en Mahón (Menorca) hace 37 años no deja de coleccionar récords que retratan su longevidad en la élite. El último caerá esta noche si El increíble, o El interminable, se alista en el encuentro de la Euroliga en el que el Madrid recibe al Bayern Múnich en el antiguo WiZink Center, hoy ya bautizado como Movistar Arena (21.00, Movistar). Si el técnico Chus Mateo le da bola, y nada hace pensar lo contrario, Llull se convertirá en el baloncestista con más partidos en la historia de la competición europea, 426, uno más que el pívot estadounidense Kyle Hines, un trotamundos que el pasado verano se retiró después de alimentar la estadística en Brose Bamberg, Olympiacos, CSKA Moscú y Olimpia Milano.

Tercero en el grupo de los eternos es Sergio Rodríguez (405), también colgada la camiseta, y a ambos, y a muchos de los que vienen por detrás, les supera Llull en otra particularidad. El madridista es el único entre los 14 hombres con más noches en la Euroliga que ha completado toda su carrera en un único club. El siguiente que cumple este requisito es Juan Carlos Navarro, 15º con 341 citas.

“Solo puedo decir maravillas”, dijo ayer Chus Mateo; “Llull ha renunciado a muchas cosas por esta camiseta. No sé qué sería de nosotros sin Llull. Ha aportado mucha de la grandeza del Madrid. Después de la marcha de referentes como Rudy y Chacho, en tiempos duros siempre gusta tener un referente que da seguridad, no solo a sus compañeros, sino también al entrenador, alguien a quien agarrarte cuando las cosas van mal. A la batalla iría con él, en primera línea”.

El baile de números aturde. Llull es además el jugador con más minutos en la Euroliga, 9.391; el mayor triplista histórico del torneo, 661 bingos, líder de una lista que habla español, por delante de Navarro (623) y del Chacho (609), con Rudy (594) en quinto lugar; el quinto máximo anotador (4.068 puntos), con Navarro a tiro (4.152) en el cuarto escalón, y Mike James (4.876), Nando de Colo (4.651) y Spanoulis (4.455) en el podio; el sexto mejor asistente (1.428 pases), a la estela de visionarios como Calathes, Sergio Rodríguez, Sloukas, Spanoulis y Teodosic.

Llull aterrizó en el Madrid en 2007, desde Manresa, cuando el base titular era Raúl López, y de blanco, hoy como capitán, ha levantado 28 trofeos. En el último encuentro liguero, contra el Barça, se aupó como el madridista con más partidos en la Liga, 620, uno por encima de Felipe Reyes. Y manda en las clasificaciones blancas en puntos (6.477), asistencias (1.920), minutos (13.463) y triples (985). En la suma de todas las competiciones, solo Wayne Brabender (12.479) rebasa en anotación al balear (11.740), quien ocupa la cima en la cifra de choques disputados: 1.115 por los 1.046 de Felipe Reyes.

Esa fidelidad al escudo, su buen estado físico después de varias lesiones y una fortaleza psicológica que nunca ha trabajado con ayuda externa le han convertido en el último guardián de las esencias en el Madrid y en la selección. Las retiradas de Rudy y Sergio Rodríguez en el club blanco y de Víctor Claver en el combinado nacional le sostienen como el único superviviente de una época (con la Familia, siete medallas y 173 encuentros). El último viejito, como diría Andrés Nocioni. Y padre de tres niñas, “un triplazo”.

Esta noche ante el Bayern, en el primero de los ocho partidos del Madrid en 17 días, Sergio Llull se preparará en el vestuario como cualquier otro día: dos calcetines en cada pie, para mejorar el agarre. Aunque no sea una cita como las demás. Además de El increíble, es El interminable Llull.