Jordi Fernández, entrenador de los Nets: “Popovich me aconsejó que fuera yo mismo”

Jordi Fernández Torres (Badalona, 41 años) dibuja estos días los últimos detalles en la pizarra antes de su inminente debut oficial como entrenador de los Brooklyn Nets, franquicia de la NBA en plena reconstrucción. El técnico, que arrancó su trayectoria a los 15 años en las categorías inferiores del CB Sant Josep, romperá otra barrera aparentemente infranqueable para el baloncesto español la próxima madrugada del 24 de octubre contra los Atlanta Hawks. Como en su día lo fue Fernando Martín sobre la pista, será pionero desde el banquillo. Su ambición es dejar una huella extensa y permanente tanto en Estados Unidos como en España.

Pregunta. ¿Qué significa para usted ser el primero?

Respuesta. Para mí es un orgullo. Espero ser el primero de muchos y que el siguiente no tarde tanto en llegar. Para mí no es importante lo que he conseguido, sino poder abrir puertas a otras personas, eso es lo que más ilusión me haría.

P. ¿Cómo ha sido el desembarco en Brooklyn?

R. Muy positivo. A nivel familiar estamos muy contentos. Estamos en una muy buena zona, una buena comunidad y una parte de la ciudad muy familiar, lo que nos permite andar a muchos sitios, estar activos, con mucha diversidad y actividades. Esto es muy importante porque nuestras familias son las que más viven las ciudades, porque nosotros viajamos mucho más. A nivel de organización, encantados con el plan que tenemos ya en marcha.

P. ¿Ser entrenador principal en la NBA está siendo lo que esperaba?

R. No me ha sorprendido nada, pero es cierto que el nivel de compromiso y atención es muy grande. Todo el mundo quiere y necesita saber de ti, todos tienen preguntas para ti. Es una experiencia que nunca he vivido, no a este nivel. Al final, eres un gestor de grupo y eso es lo más importante: delegar y asegurarte de que todo funciona bien.

P. “Lo importante no es llegar, sino mantenerse”, decía hace unos meses. ¿Cuál es el plan para conseguirlo?

R. Quizás no tengo la respuesta todavía. Acabamos de empezar, pero es mantener la línea de los 15 años que llevo en Estados Unidos. Trabajando, con ilusión, sabiendo que habrá momentos buenos y malos. Los errores suceden, y todos los cometemos. La diferencia la marca cómo aprendemos de ellos y lo sacamos adelante. No tengo miedo, porque así he afrontado mi vida y mi carrera.

P. ¿Quién le ha dado el mejor consejo desde que le dieron el trabajo?

R. Para mí fue un honor, porque fue Gregg Popovich, uno de los mejores, si no el mejor entrenador de la historia. Fue un consejo sencillo, pero a veces lo sencillo resulta lo más complicado. Me aconsejó que fuera yo mismo, que fuera leal a mis principios y a mi persona. “Eso es lo mejor que puedes hacer, lo importante es tener confianza en tu manera de hacer las cosas y creértelo, para que así el grupo pueda creer también”. Agradezco mucho el consejo que me dio, sobre todo pensando en la persona de quien vino.

P. ¿Qué puede esperar la gente de los Nets de Jordi Fernández?

R. Como dicen por aquí, el “grit and grind”. Yo lo traduciría como garra. Un equipo que trabaja y compite en el día a día. La idea es representar a nuestro barrio, a nuestra comunidad en Brooklyn, a toda la gente que nos apoya. Más que el número de victorias o derrotas, lo que nos preocupa es establecer una cultura de trabajo, una identidad y hábitos ganadores a largo plazo. En los colectivos, son importantes los estándares y la exigencia mutua.

P. ¿Cuándo se dio cuenta que lo suyo era dirigir grupos humanos?

R. No hubo un momento concreto, pero cuando jugaba a baloncesto siempre tuve ese rol de organizador y comunicador.

P. ¿Generar vínculos estrechos es un don natural o trabajado?

R. Es algo en lo que todos podemos trabajar. Las relaciones se hacen a base de esfuerzo y constancia. Es importante tener la voluntad e invertir tiempo a diario. Una relación es como un trabajo o una tarea, siempre puedes mejorar y aprender de ella.

P. ¿Se puede compaginar ser entrenador en la élite con cuidar bien a la familia?

R. Se puede con una buena compañera de equipo, en este caso mi mujer. Mi trabajo es muy sacrificado, un reto grande a nivel familiar, ya que nos quita muchas horas. Los viajes, los veranos, y con hijos pequeños como en mi caso, que tienen cinco y siete años, no es fácil. Un trabajo así no es tan solo el volumen de horas, sino la presión y el estrés. Eso afecta a tu día a día. En un equipo uno nunca está solo, y sin mi mujer sería imposible.

P. ¿Y cómo desconecta del trabajo?

R. Intento no trabajar cuando estoy en casa. Cocinar en familia me ayuda mucho. Otra cosa que me distrae es la música, en concreto los vinilos. Ahora tengo la pequeña ambición de juntar una buena colección.

P. Para un chaval de Badalona, ¿ha sido fácil adaptarse a la sociedad estadounidense?

R. Cuando salimos del círculo de confort, todos nos exponemos a retos. Nunca es fácil, no solo por la lengua sino por el estilo de vida, la comida, los horarios y un largo etcétera. Para mí ha sido más positivo que negativo, y siempre aprendo de las otras culturas y me quedo con todo lo bueno que pueden aportarte.

P. A la larga, pensando en la familia y los hijos, ¿se imagina viviendo en Estados Unidos o en España?

R. Mi mujer y mis hijos son lo más importante. Donde estén ellos, estaré yo. Para mí España es muy importante, y me encantaría vivir allí. Si ellos quieren, lo haremos, y si no, vivir entre España y Estados Unidos suena como muy buena opción… a largo plazo.

“Me fijo en las ruedas de prensa de otros; nuestro trabajo es liderar y comunicar”

Jordi Fernández, entrenador de los Brooklyn Nets

P. Joe Mazzulla, entrenador de los campeones Celtics, reconoció la gran influencia de Pep Guardiola en su juego. Steve Kerr hablaba en los mismos términos sobre Jürgen Klopp. ¿Usted también se inspira en el fútbol?

R. Sinceramente, no. Yo no veo fútbol para intentar aprender del juego. Lo veo porque me gusta mucho el deporte. Sí me fijo, por ejemplo, en las ruedas de prensa. En nuestro trabajo, que es liderar grupos y comunicar, aprendes mucho de las demás personas. Es bueno e interesante hablar y compartir experiencias con técnicos de otras disciplinas, generar vínculos con ellos.