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El Real Madrid pone las cosas en su sitio en Bolonia

Vence al Virtus a domicilio y certifica su clasificación matemática para las eliminatorias que dan acceso a la Final Four de Berlín (74-89)

Dzanan Musa
Dzanan Musa (d), en acción con Abass Awudu, durante el partido de Euroliga entre Real Madrid y Virtus Bologna.Luca Sgamellotti (Euroleague Basketball via Getty )
Jon Rivas
Euroliga jornada 29
Virtus Bologna
Virtus Bologna
74 89
Finalizado
Real Madrid
Real Madrid

El Real Madrid consiguió en Bolonia la clasificación matemática para las eliminatorias de la Euroliga, y, de paso, el factor campo favorable para cuando lleguen. Se puede decir que el equipo de Chus Mateo ha llevado las tareas semanales al día durante el invierno y afronta la primavera con la ventaja que eso supone. En un partido en el que faltaban Causeur, Rudy y Sergio Rodríguez, los blancos se las arreglaron con la suficiente solvencia como para mantener siempre la distancia de seguridad suficiente que le permitió llegar a los instantes finales sin pasar apuros.

Bajo la influencia de Yabusele, convertido en todoterreno, acertado en el tiro, implacable en el rebote, el juego del Madrid fluyó, pese a que Facundo Campazzo no se sentía cómodo con la presencia cercana de Cordinier y Belinelli. Fallaban los italianos en el tiro durante el primer cuarto, y eso abrió la brecha en el marcador para los blancos, que se iba a mantener estable en los 20 minutos siguientes. Los chispazos de Hezonja o Musa, neutralizaban el talento de Shengelia o Jordan Mickey.

Transcurrió el primer tiempo sin sobresaltos para el equipo blanco, que fue encauzando la tarea, a veces sin proponérselo, solo a base de esperar los errores en el lanzamiento del equipo italiano, que fue un desastre en esa faceta, sobre todo en el primer cuarto, en el que a falta de menos de tres minutos solo había anotado seis puntos. Para entonces, la ventaja del Madrid alcanzó los límites por los que se movería el resto del partido, alrededor de los diez puntos, pocos más para arriba, pocos más para abajo. Un triple de Sergio Llull alejadísimo, y sobre la bocina a 13 puntos antes del descanso.

El Virtus intentó no marcharse del partido en la segunda parte, aunque no lo consiguió siempre. Llegó a alejarse del camino hasta con 16 puntos por detrás (35-51) después de un tiro exterior de Yabusele, pero recondujo la situación el equipo de Luca Banchi para dar esperanzas a su graderío, que vibró en los minutos finales con el empuje de Cordinier, que mantuvo viva la llamita de la escuadra boloñesa, que se acercó a cinco puntos del Real Madrid a falta de cinco minutos, después de un parcial de 8-0. Pero fue el momento en el que apareció Campazzo, gris hasta entonces, bien defendido y que había protagonizado una escaramuza con Cordinier en la que ambos recibieron una técnica, y también Poirier, que completó unos números excelentes –14 puntos, 8 rebotes– para poner las cosas en su lugar, recomponer la imagen madridista y mandar a su equipo directamente a las eliminatorias por el título, después de hacer las cosas muy bien durante la fase regular.

Ficha técnica

Virtus Segafredo Arena.

Virtus: Zizic (8), Cordinier (12), Belinelli (9), Pajola (4), Shengelia (10) –equipo inicial–, Lundberg (11), Dobric (5), Lomazs (0), Mickey (11), Polonara (0), Dunston (4), Abass (0).

Real Madrid: Campazzo (10), Abalde (7), Musa (10), Yabusele (15), Tavares (6) –equipo inicial–, Hezonja (10), Alocén (27), Deck (), Poirier (14), Llull (8).

Parciales: 15-23, 16-21, 21-17, 22-28.

Árbitros: Lottermoser, Nedovic y Udyanskyy.

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