Un poco de Ricky Rubio es mucho para el Partizan
Aunque todavía no juegue muchos minutos, el base del Barcelona levanta al aficionado y al equipo al tiempo que tumba al rival serbio (94-76)
Con Ricky Rubio el Barça es otra cosa, al punto de que parece un equipo que se haya tomado espinacas al más puro estilo Popeye, conjunto que de nuevo aspira al laurel de la Euroliga con permiso del abrasivo Real Madrid. Pero Ricky dispara las ilusiones, hace mejores a los que le rodean y contagia una energía que alimenta al equipo y al Palau, al tiempo que también desgaja a los rivales, por más que todavía juegue a sorbos. Es cuestión de rodaje. Aunque un poco suyo, además del músculo de Hernangómez bajo el aro, la elegante muñeca de Parker y los triples de Laprovittola, fue demasiado para el Partizan.
Comenzó el equipo serbio con el turbo puesto y con Avramovic como jefe Sioux, excelente desde el perímetro y desequilibrante con las entradas a canasta, también ratonil con los robos del balón, líder de un equipo que se las prometía felices. Pero el juego era de los bases y Jokubaitis dio aire a Satoransky para imprimir su combustible, una línea ascendente desde que se reivindicara en la Copa; y después entró Ricky con el frac –asistencia por aquí, robo por allá y bandeja a aro pasado por acullá– para agitar un pabellón que se esmeró también en silenciar al nutrido grupo de aficionados rivales. El impulso sirvió para atemperar al Barça y replicar al sensacional Avramovic (19 puntos al entreacto); 51-48 al enfilar el túnel de vestuarios.
Regresó Ricky al parquet para levantar al aficionado de la silla y tumbar al rival, para romper cinturas y repartir Sugus, para dar el estirón (67-52). Leday se resistió a la quiebra y Avramovic siguió a lo suyo, suficiente para llegar al epílogo con seis puntos de ventaja para los azulgrana. Pero entonces pidió turno Hernángomez, que mantiene el delicioso pulso con Vesely, también el francotirador Laprovittola y, como broche, un Ricky que ya había hecho lo suyo. Y eso fue mucho para todos. “Ha sido una noche de las que gustan. Tenemos que jugar así, a un gran ritmo, y si nos cansamos pues pedimos el cambio. Hemos jugado 40 minutos buenos y estamos contentos de que todo el mundo aporte”, resumió Rubio al acabar el duelo, aunque también resaltó su conexión con Hernangómez: “Con Willy nos conocemos de muchos años en la selección. Es un gran talento y estoy aquí para ayudarle a él. A él y a todo el equipo para conseguir cosas”.
Ficha técnica
Barcelona: Satoransky (7), Laprovittola (17), Kalinic (9), Parker (12) y Vesely (8) –quinteto inicial–; Da Silva (0), Rubio (7), Hernángomez (15), Abrines (6) y Jokubaitis (13).
Partizan: Avramovic (27), Punter (6), Ponitka (0), Leday (16) y Kaminsky (6) –quinteto inicial–; Smailagic (4), Nunnally (7), Trifunovic (0), Andjusic (3), Dozier Jr. (4) y Cabloco (5).
Parciales: 29-24; 22-24; 23-20; 20-8.
Árbitros: O. Latisevs (Let), P. Pastusiak (Pol) y A. Sukys (Lit). Eliminado por faltas Hernangómez.
Palau Blaugrana. 7.047 espectadores
El Fenerbahçe destroza al Valencia a ritmo de triples
El Valencia hizo agua en Estambul, donde llovieron los triples sin cesar. Le faltó energía, muñeca, ambición y baloncesto para sobreponerse al Fenerbahçe, equipo que a cada partido que pasa coge color y forma, cada vez más al gusto de Jasikevicius. Así, casi espantapájaros en el Ülker Sports Arena y lejos de exhibir esa habitual consistencia defensiva, los jugadores del Valencia bajaron los hombros y la cabeza, pues se les complican las aspiraciones europeas cuando solo restan cinco encuentros para cerrar la liguilla, todavía en el límite y el limbo. Otra pifia del equipo de Mumbrú, que suma cuatro traspiés consecutivos en Europa; una bofetada que hace tambalear su participación en el play-in de la Euroliga.
Aunque el Valencia firmó un primer cuarto serio, siempre con Inglis y Davies presentes en la pintura, pronto se torció el duelo porque sus compañeros poco se prodigaron desde la periferia (agobiados ante el asfixiante ejercicio defensivo rival), lentos para cargar el brazo y, sobre todo, desafinados en el tiro. Eso, sumado a que no se pudieron expresar a la carrera, resultó en un Valencia insípido y anodino. Lo contrario ocurría al otro lado de la red, donde el Fenerbahçe se relamía con el baloncesto de altos quilates que destilaba, especialmente desde el perímetro. Ninguno como Wilbekin y Dorsey, que se bastaron para desmontar al rival cuando se llegó al entreacto, ya con 20 puntos de diferencia (57-37).
Nada pudo hacer el Valencia para recomponerse, sometido por un contrincante que seguía en sus trece desde la línea de tres (24 de 38 durante el encuentro con 8 de 9 de Dorsey; récord histórico de la Euroliga, que estaba en 22). A eso se sumó la dirección de Calathes, que ve lo que los otros intuyen, y la anotación de Hayes-Davies (21 puntos). Suficiente para destrozar al Valencia, que no dijo ni mu ante el recital de triples. El Baskonia, por su parte, sí que pudo maniatar al colista Alba de Berlín (88-71) y se atornilla en la zona de play-in.
Ficha técnica
Fenerbahçe: Calathes (4), Dorsey (28), Noua (7), Hayes-Davies (21) y Sanli (0) –quinteto inicial–; Motley (8), Wilbekin (20), Papagiannis (2), Madar (2), Biberovic (12), Guduric (8) y Sestina (6).
Valencia: Jones (7), Pangos (6), Anderson (12), Inglis (10) y Davies (18) –quinteto inicial–; Harper (12), Reuver (6), Pradilla (7), López-Arostegui (2), Jovic (0) y Ojeleye (5), Puerto (3).
Parciales: 22-19; 35-18; 28-24; 33-27.
Árbitros: I. Belosevic (Serbia), I. Foufis (Grecia) y A. Halliko (Estonia). Sin eliminaciones.
Ülker Sports Arena. Unos 12.000 espectadores
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