Alcaraz, Raúl y el consuelo del ‘putt’ de la Ryder entre Rahm y Lowry
El español y el irlandés evocan la gesta de Nueva York en la primera jornada del Open de España. El vasco firma +1. Ángel Ayora brilla con -4


Como si todavía pisara el área de fútbol a la caza del gol, Raúl González Blanco no pierde detalle de todo lo que sucede a su alrededor. Hay miradas eternas y el mito del Real Madrid tiene la misma cara de concentración mientras sigue a Jon Rahm en la primera ronda del Open de España, en el Club de Campo, que cuando esperaba el rechace de un portero. El exdelantero apenas aparta los ojos de cada golpe del golfista vasco y de sus compañeros de ronda, Ángel Hidalgo y Shane Lowry, para atender alguna petición de fotografía, primero con gesto serio y luego con sonrisa de cortesía. Raúl repite visita al campeonato nacional y completa como un jabato los 18 hoyos del partido estelar. Para Carlos Alcaraz es el debut entre los aficionados. Y con un pase privilegiado dentro de las cuerdas junto a David Ferrer y Sergio Reguilón. En primera fila, el ganador de seis grandes anima durante nueve hoyos a Rahm, con quien ya jugó el miércoles en el torneo entre profesionales y amateurs: del 15 al 18 y del 1 al 5 para luego acompañar a David Puig.
🇪🇸 Hidalgo (-1)
— Open de España presented by Madrid (@OpendeEspana) October 9, 2025
🇪🇸 Rahm (+1)
🇮🇪 Lowry (+4)
Los favoritos se enfrentan a lo inédito en un estreno complicado.#OpenEspana
Raúl y Alcaraz se mezclan entre cientos de seguidores, también niños que faltan al colegio, como espectadores del amanecer de Rahm en este Open en el que busca su cuarto título y superar al maestro Seve. Para abrir boca, un sabor amargo, una tarjeta de un golpe sobre el par tras unos segundos nueve hoyos cerrados en tres arriba. El trío arrancó en el hoyo 10 en medio de una ovación. A Rahm y Lowry por la Ryder abrochada con una gran actuación del vasco y un putt del irlandés; a Hidalgo por la condición de campeón defensor de la corona.
Una corbata tras un putt a un metro tuerce el gesto de Rahm en el hoyo 13, o más bien le sacude, porque el español deja en la siguiente parada un golpe de antología, un eagle desde el búnker en el par cinco del 14. Un birdie en el 15 y unos pares salvados a continuación le permitían cerrar la primera vuelta en la parte noble de la tabla. Hasta que a la vuelta de la esquina se estropeó el asunto: bogeys en el 1 y el 2, el par cinco del 7 sin estrujar y otro golpe de más para acabar en el 9 con deberes pendientes.
⛳️🎾⚽️
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Visitas ilustres del mundo del deporte este jueves en el #OpenEspana pic.twitter.com/SJUYUZ0NuF
“Mi pelea ha sido con el viento. No he jugado mal, pero no he acertado a leer bien esos golpes”, afirma Rahm, enfundado en las zapatillas europeas de la Ryder igual que Lowry todavía juega con muchos detalles de la gran cita de Nueva York en la bolsa. Los recuerdos de la gesta vuelven a la pareja durante este Open de España, sobre todo cuando el irlandés fallaba un putt detrás de otro. Así lo recordaba el vasco: “En plan broma en el campo le he dicho a Shane: ‘No te preocupes que has metido un putt que pocos en su vida pueden decir que han metido’. Fue histórico. Me ha sonreído y me ha dado las gracias. Al menos le ha servido para recordar un buen momento”. Un resultado final de +4 le devolvió a la dura realidad del golf, un deporte que no concede tregua por muy campeón que seas. Hidalgo entregó una tarjeta de -1, igual que Josele Ballester; David Puig y Rafa Cabrera-Bello, -2; Reed, -3; Sergio García, en el par; Niemann, +2; Eugenio López-Chacarra, +3.

En las alturas de la clasificación brillan el inglés Sam Bairstow y el francés Ugo Coussaud con -6, seguidos del inglés Marco Penge, el francés Frederic Lacroix y el austriaco Bernd Wiesberger con -5; y el malagueño Ángel Ayora con -4. Con tres birdies y un eagle en la segunda parte de su recorrido, del 1 al 9, el español recorre el camino contrario a Rahm en ese tramo. Ayora tiene como representante a Javier Ballesteros, que le habla de la garra de su padre, y eso le motiva, además de lucir la palabra Seve en el cuello del polo. El andaluz renunció a la millonada de LIV para quedarse en el circuito europeo y luchar por obtener la tarjeta del circuito americano de cara a la próxima temporada. Ahora puja también por un Open que da acceso al Masters de Augusta y al British. Su juego de tee a green es soberbio, y si afina con los putts tiene el derecho a soñar a lo grande.
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